Se dice que hacer reír es incluso más difícil que hacer llorar. Quizás esa sea la razón por la que tantas producciones actuales opten por un género que combina lo mejor de cada mundo. Una vez superada la era de las risas enlatadas en las comedias de situación, los creadores se las han tenido que ingeniar para dar con argumentos e historias más profundas y creíbles. ‘Lodge 49’ representa perfectamente a esta nueva generación de dramedias.
Tras sorprender a la audiencia con una visión muy absurda sobre la vida, las fraternidades secretas y la actitud positiva ante los problemas, ‘Lodge 49’ regresa a Orange TV con la emisión de su segunda y última temporada el próximo lunes 3 de agosto. Un estreno de doble episodio que tendrá lugar en el canal AMC y, seguidamente, en el servicio bajo demanda de Orange TV, para resolver todas las dudas de la audiencia en torno a Dud y la ‘Antigua y Benevolente Orden del Lince’.
‘Lodge 49’ resultaría ser una mezcla perfecta entre los giros absurdos de ‘Me llamo Earl’ y las miserias de la serie animada ‘Bojack Horseman’, que llevan años conquistado al público. La ficción de AMC vuelve con 10 nuevos episodios para reclamar su lugar en el podio de los guiones sencillos, sin pretensiones y con personajes tan auténticos que, con frecuencia, consiguen quedarse para siempre en el corazón de los espectadores.
La cara más amable de una fraternidad secreta
Cuesta imaginar que la premisa de esta comedia sea, en realidad, toda una sucesión de dramas y catástrofes. El idílico ambiente californiano donde tiene lugar la trama (en el que sería perfectamente factible escuchar a ‘The Mamas & the Papas’ de fondo) enmascara la difícil situación personal que vive Sean ‘Dud’ Dudley (Paul Giamatti).
Este aficionado al surf parecía tenerlo todo hasta que una serpiente le muerde en un viaje a Nicaragua y le deja secuelas de por vida, lo que le obliga a dejar de practicar su deporte favorito. Si esto no fuera poco, su padre fallece poco después en un accidente en el mar y su hermana Liz (Sonya Cassidy) descubre que la empresa familiar está arruinada, por lo que ambos pierden la casa y todas sus pertenencias.
Puede que sea por casualidad o, simplemente, por obra del destino, Dud se encuentra un anillo con el emblema del lince perteneciente a la Logia 49, una fraternidad completamente fuera de lo común que le ayudará a superar sus problemas. Lejos de responder a esa idea de masonería que hay en torno a este tipo de organizaciones, la Orden del Lince es un lugar poco o nada hostil, abierto a cualquier nuevo miembro (con pago previo) y en el que la cerveza se consume más que a lo largo de las 11 temporadas de ‘Cheers’.
Un destino por descubrir en ‘Lodge 49’
Si algo le gusta a Hollywood son los personajes que parecen predestinados a un propósito específico. Si bien los problemas de Dud no desaparecen al entrar en la fraternidad, sí que se puede ver cómo evoluciona su personaje. Lo que pareciera una situación vital especialmente difícil, pronto adquiere matices divertidos y surrealistas gracias a todo un elenco de incomprendidos.
Durante la segunda temporada, de hecho, Dud resultará fundamental para hacer frente a las normas absurdas de un nuevo líder que no encaja del todo con el espíritu de la Orden del Lince. Convencido de que su destino es devolver la grandeza a la Logia, deberá convencer al resto de caballeros, lidiar con la pérdida de fe de su mentor, Ernie, y apoyar a su hermana en sus esfuerzos por comenzar la vida desde cero.
Dramedias: el arte de parodiar las miserias
Las comedias dramáticas como ‘Lodge 49’ tienden a estar entre el club de las incomprendidas. Lo cierto es que hay que tener las ideas muy claras para plantear argumentos que hagan una sátira sobre situaciones complicadas, como una adicción, un conflicto armado o un secuestro. Aunque muchas de estas series no figuren entre lo más visto de las plataformas de streaming, sí que han sido todo un objeto de deseo para los críticos. Estas son algunas de las dramedias más aclamadas entre los aficionados del género:
‘Fleabag’
Adictiva, fascinante y no apta para los que de verdad sufren sintiendo vergüenza ajena. ‘Fleabag’ es tan real y tan incómoda, que es muy difícil decidirse entre taparse los ojos o morir a carcajadas. Su creadora y protagonista, Phoebe Waller-Bridge, conseguiría conquistar al público en la última edición de los Emmy con una visión especialmente canalla en torno al sexo, los conflictos con una familia agotadora y su desconcertante relación con la iglesia, que dejó boquiabierto a más de uno durante su segunda temporada. Disponible en Amazon Prime, ‘Fleabag’ está recomendada para aquellos que busquen el mejor humor británico adaptado al lenguaje millennial.
‘Unbreakable Kimmy Schmidt’
Solo Tina Fey (‘Chicas Malas’) sería capaz de firmar una comedia con una premisa tan dramática y surrealista como ‘Ubreakable Kimmy Schmidt’. Probablemente, inspirada en casos reales de secuestros a niñas menores, la serie sigue las vivencias de Kimmy desde que es rescatada de un búnker donde ha permanecido encerrada durante años y en contra su voluntad. En un intento por comenzar una vida nueva, Kimmy se muda a Nueva York y conoce a multitud de personajes entrañables. Con ellos descubrirá experiencias desconocidas como trabajar, tener citas, emborracharse o sacarse el graduado escolar. Sus cuatro temporadas están disponibles en Netflix.
‘Derry Girls’
Cuando el cine español decidió lanzar títulos como ‘Ochos apellidos vascos’ o ‘Fe de etarras’, la prensa aplaudió la decisión de los creadores de banalizar y ser capaces de hacer chistes en torno a conflictos pasados. Lo mismo ha ocurrido con ‘Derry Girls’, toda una sátira sobre los enfrentamientos en Irlanda del Norte durante los años 90, visto a través de cuatro adolescentes que asisten a un colegio católico. Disponible en Orange TV a través de Netflix, es ideal para sentir la nostalgia de aquellos años a ritmo de ‘U2’ y ‘The Cranberries’, pero también para reír a carcajadas.
‘Transparent’
Una joya de Amazon hecha con tanto mimo que resulta imposible pasarla por alto. ‘Transparent’ es una historia repleta de simbolismo, que relata la reacción de toda una familia judía cuyo padre admite su transexualidad. Resulta muy interesante para entender cómo puede ser el proceso de transición a mujer en plena madurez, pero también para reafirmar el concepto de dramedia en el seno de una familia poco convencional.
Imágenes | AMC