Antes de que los dinosaurios conquistasen a los espectadores desde las salas de cine con ‘Jurassic Park’, ya lo hicieron a través de la pequeña pantalla.
Lo lograron con una peculiar y divertida sitcom cuyos protagonistas, en lugar de humanos de carne y hueso, eran una familia de animales prehistóricos en forma de marionetas. Disney era la productora que estaba detrás de ‘Dinosaurios’, una serie que se convirtió en un destacado éxito televisivo de los 90. Repasamos las peculiaridades de esta mítica producción y recordamos su trágico final. ¡Cuidado, hay un spoiler más grande que un dinosaurio!
Una sitcom con marionetas
Jim Henson, el creador de ‘Los Teleñecos’ y de ‘Fraggle Rock’, fue quien se encargó de la creación de ‘Dinosaurios’ junto a Michael Jacobs. La serie, que aterrizó en 1991 en EEUU en el canal ABC, rompió moldes por ser una sitcom muy diferente a las que se habían visto en la pequeña pantalla hasta el momento. Esta producción de Disney no estaba protagonizada por personas, sino que los protagonistas de las tramas eran dinosaurios. Los personajes no estaban animados por ordenador… ¡Eran marionetas (o mejor dicho, disfraces mecanizados) con actores dentro! Los movimientos faciales se realizaban con un sistema llamado Audio-Animatronics, creado por Disney.
Paralelismo con ‘Los Simpson’
‘Dinosaurios’ llegó a la televisión dos años después de que lo hicieran ‘Los Simpson’, serie con la que guarda un paralelismo que no pasa desapercibido. Ambas están protagonizadas por dos familias que, aunque en apariencia son muy diferentes -una formada por animales prehistóricos y otra por humanos de color amarillo y ojos saltones-, se componen de personajes con personalidades muy parecidas.
Earl Sinclair, el padre de ‘Dinosaurios’, es calcado a Homer Simpson en cuanto a forma de ser e incluso en apariencia (comparten barriguita cervecera aunque los animales prehistóricos fuesen más de beber agua). En la serie de Matt Groening, donde no se cortan ni un pelo, llegaron incluso a parodiar su parecido con la televisiva familia Sinclair. Eso sí, los dinosaurios de Disney eran mucho más políticamente correctos que Homer y compañía.
Dinosaurios parodiando a humanos y haciendo crítica social
Algo que hizo distinguirse a ‘Dinosaurios’ de otras series de su género fue su uso de la sátira, muy presente en los guiones de sus capítulos. A través de ella, y con ayuda de sus caricaturescos personajes, parodiaban a la clase media estadounidense de los años 90. Esto convertía a la serie en un interesante producto televisivo que no solo gustaba a los niños, sino que también encandilaba a los padres.
‘Dinosaurios’ no era una comedia inocua, sino que se diferenciaba del resto de las producciones televisivas de su género de la época por su potente crítica social. Ni siquiera hacía falta esforzarse demasiado para leer esta entre líneas, ya que los guionistas de la serie no se andaban con rodeos y aprovechaban para tratar temas como la contaminación, la igualdad de género o los prejuicios sociales, haciendo reflexionar al espectador.
El descaro del divertido ‘pequesaurio’
Si un bebé da guerra… ¡imagínate un bebé dinosaurio! Eso sí, el pequeño de los Sinclair, además de ser más malo que un dolor de muelas, era la mar de gracioso. A pesar de ser el más pequeñín de la familia de dinosaurios protagonistas, este retoño, conocido como ‘pequesaurio’, era el que más llamaba la atención. Y no lo hacía solo por su graciosa apariencia (de color rosa, regordete y con ojos saltones), sino también por su descaro y desparpajo.
El bebé Sinclair dio la frase más característica de la serie. Su “¡tú no mami!”, acompañada de un sartenazo en la cabeza a su padre, se convirtió en todo un clásico de ‘Dinosaurios’. Y es que, aunque Earl trataba de ganarse el cariño del gracioso bebé, la favorita era su madre Fran, una ama de casa que se desvivía por su ‘pequesaurio’. “¡Soy el bebé, quiéreme mucho!” era otra de las frases con la que el entrañable personaje cameló a la audiencia.
Una familia de dinosaurios que viven como humanos
Earl Sinclair, el padre de familia de ‘Dinosaurios’, trabaja en una empresa llamada ‘PorqueYoLoDigo’ en la que se dedica a derribar árboles. Su esposa, Fran, ejerce de ama de casa y cuida del bebé. El matrimonio tiene otros dos hijos. Uno de ellos es Robbie, un adolescente de 15 años que se cuestiona las tradiciones de los dinosaurios y no duda en protestar si lo considera oportuno.
La hermana mediana de la familia es Charlene, de 12 años. Ella, al contrario que su hermano mayor, es superficial y se preocupa mucho por su imagen. Un personaje secundario que no pasa desapercibido en ‘Dinosaurios’ es la abuela Ethyl, la suegra de Earl, quien se lleva fatal con él y no disimula lo mal que le cae. Uno de los grandes atractivos de la serie de Jim Henson era que los dinosaurios protagonistas tenían características humanas y vivían como tales. Disponían de coche y vivían en una casa con sus correspondientes electrodomésticos. Eso sí, en la nevera tenían humanos… ¡Glup!
Cancelada a pesar de su éxito
La serie, que en España estrenó TVE, hizo tanto ruido en su lanzamiento en EE.UU. como los rugidos de los propios animales en los que está inspirada. Aunque al principio la cadena ABC no parecía confiar mucho en ella, ante su inesperado éxito puso toda la carne (de dinosaurio) en el asador. Se estrenó en 1991 y finalizó en 1994 tras cuatro temporadas que sumaban un total de 65 episodios. Aunque la serie había sido un éxito, lo caro que resultaba el mantenimiento de los animatronics disparaba el presupuesto, por lo que su cancelación respondió a motivos económicos.
Su trágico final
Aunque trataba temas serios, ’Dinosaurios’ tenía un tono cómico y desenfadado que la hacía apta para el público infantil. Es por ello que sorprendió mucho que la serie finalizase con un trágico desenlace que impactó a sus seguidores. Los espectadores de ‘Dinosaurios’ presenciaron en el último capítulo el inicio de la extinción de sus protagonistas y su especie a causa de la destrucción del medioambiente. La intención de los responsables de la serie con ese traumático desenlace fue concienciar a los espectadores, y especialmente a los niños, de la importancia de cuidar el ecosistema.
Imágenes | Disney
