¿Cómo serían las series de nuestra infancia si hubiesen tenido en cuenta el cambio climático? ¿Afectaría la subida de las aguas a la Casa de la Tortuga de ‘Dragon Ball’?¿Cómo sobrevivirían los gnomos de ‘David el Gnomo’ a la escorrentía? ¿Hablarían en ‘Verano azul’ del peligro del mosquito tigre y la transmisión del dengue en nuestras latitudes? ¿Trataría ‘Érase una vez… la Vida’ el peligro de los golpes de calor o el ántrax del permafrost?
Hemos elegido cuatro series míticas cuyo impacto en la población española ha sido elevado y nos hemos planteado cómo serían en 2050 en una España con el clima de Marruecos y archipiélagos por debajo del nivel del mar. Y no pinta bien. Las series del futuro van a ser marcadamente distópicas, y ya lo estamos viendo en adelantos nórdicos.
El Maestro Mutenroi, ¿desplazado climático?
En ‘Dragon Ball’, la Kame House del Maestro Mutenroi es una vivienda de varias plantas ubicada en una isla diminuta en algún punto del océano. Las primeras publicaciones en papel en 1984 no tuvieron en cuenta el reto que supone para este tipo de islas seguir existiendo en el siglo XXI, y países como Kiribati dan muestra de ello.
Kiribati es un país formado por 33 atolones coralinos en mitad del Pacífico. El mayor desafío al que se enfrenta esta población de cerca de 40.000 habitantes es el aumento del nivel del mar y otras consecuencias derivadas del calentamiento global, tales como huracanes y lluvias torrenciales en aumento.
El país está comprando tierras en la cercana Fiji, de unos 900.000 habitantes, lo que supondrá todo un reto de ubicación demográfica y conflicto social que también están viviendo Samoa Americana, la ciudad de Yakarta (Indonesia) o las islas Tuvalu. La mitad de las playas del mundo habrán desaparecido durante el XXI [estudio].
¿Cómo sería ‘Dragon Ball’ en 2050? El Maestro Mutenroi quizá habría dedicado su vida a las artes marciales y habría entrenado con Mutaito, pero es poco probable que viviese en un atolón a punto de quedar sumergido. Además, la tortuga gracias a la cual Goku conoce al maestro está en la lista de especies en peligro de extinción, en parte debido al aumento de temperatura y retirada paulatina de su hábitat. ¿Un ‘Dragon Ball’ sin el entrenamiento de Mutenroi? No, gracias.
‘David el Gnomo’, en peligro de escorrentía
La serie ‘David el Gnomo’ fue para muchos de nosotros el primer contacto con la educación sobre medioambiente. También se convirtió en un precursor animado de las dietas ovovegetarianas, así como de enseñanzas sobre la importancia de la preservación de los biomas y el impacto del ser humano. Aunque se quedó muy corta en feminismo, se adelantó a su época.
David, veterinario de profesión, y Lisa fallecen en el último capítulo de la serie a los 400 años de edad, pero su nieta Susana seguiría viva hoy día, y hasta bien entrado el siglo XXII. Por desgracia, su hábitat podría verse seriamente dañado debido a fenómenos relacionados con el calentamiento global como la pérdida de biodiversidad y la escorrentía de lluvia.
La escorrentía extrema aumenta debido al calentamiento global [estudio] y esto hace que bosques y junglas tengan un suelo mucho menos estable, menos rico en nutrientes, más pobre en especies y algo más desértico. Dado que los gnomos de bosque viven en ‘madrigueras’ en la base de los árboles, es probable que deban reubicarse en algún otro espacio. No pinta bien.
Es difícil imaginarse un ‘David el Gnomo’ sin zorro (que también está en peligro de extinción) o en el que la biodiversidad haya caído en picado, trayendo el cambio climático nuevas especies foráneas. Este veterinario sin duda tendría trabajo a la hora de atender especies invasoras como las cacatúas. Si seguimos contaminando así, van a ganar los trols.
‘Verano azul’, sin playas y con dengue
‘Verano azul’ es una serie inolvidable caracterizada por la vida veraniega junto al mar. Pero ¿cómo habría sido si hubiese sido rodada en el futuro 2050 en lugar de en 1980? El grueso del rodaje se realizó en Nerja, localidad malagueña junto al Mar de Alborán que a su vez forma parte del Mediterráneo. Es probable que el guion hubiese cambiado bastante, empezando por eliminar las playas.
Actualmente sabemos que el Mediterráneo es una de las masas de agua que más se calientan. Un 20% más que el resto del planeta, por lo que se esperan 2,2 grados más de media en 2040. Además del efecto climático, en 2011 fue declarado “el mar más contaminado del mundo” en hidrocarburos, título que conservaba aún en 2019. Imaginemos un ‘Verano azul’ alejado del mar.
Esta serie mítica de nuestra infancia dependía del agua, que era fuente de ocio y aventuras para sus participantes. Sin embargo, si el aumento de la temperatura sigue su avance tal y como lleva ocurriendo las últimas décadas, el argumento bien podría cambiar. Si al rodarla hoy hablaríamos de la protección solar, en unas décadas abordaremos el peligro del dengue.
Empujados por el clima, los biomas se están desplazando hacia los polos desde el ecuador a 1,67 metros por día [estudio]. Algunas de las consecuencias ya las hemos visto en la actualidad, con la aparición del dengue en España. Tenemos al mosquito tigre (Aedes albopictus) desde 2004 y el primer caso de dengue autóctono en 2018 [Ministerio Sanidad].
Actualmente hay unos 390 millones de infecciones anuales, y subiendo [OMS], por lo que es poco probable que hacia 2050 jugar junto a agua estancada sea un pasatiempo veraniego. Parece que habrá más barcos varados en tierra al estilo de La Dorada 1.
‘Érase una vez… la Vida’, y los golpes de calor
‘Érase una vez… la Vida’ es otra de aquellas series míticas que se reeditan una y otra vez en bucle. Aunque su conocimiento está ligeramente desactualizado, los fundamentos básicos de sus enseñanzas siguen vigentes. Sin embargo, para una proyección en 2050 habría que incluir algunos capítulos más, como el caso del dengue y las enfermedades de transmisión por mosquitos debido al calor.
Los golpes de calor sin duda serían otro tema a tratar. Se estima que en 2050 Madrid tendrá el clima de Marrakech [estudio]. Sabemos que entre 1900 y 2013 la temperatura global subió unos 0,9 ºC (0,00791ºC/año), y a finales de 2016 había subido unos 0,24 ºC más (0,3ºC/año) [estudio]. No es difícil darse cuenta de que va a empezar a hacer bastante calor, especialmente en verano.
Los temas sobre una correcta hidratación, evitar las horas de sol o tomar precauciones al hacer deporte serían nuevos capítulos que encajarían muy bien en la serie. También habría que añadir uno sobre enfermedades atrapadas en el permafrost y que se están liberando debido a la temperatura. En 2016 falleció un niño de 12 años en Siberia debido a una cepa de ántrax muy antigua.
Las series son un reflejo de nuestro tiempo. Incluso aquellas que se ubican dentro de la ciencia ficción tienen unas marcadas connotaciones culturales derivadas de la realidad. Eso hace que cambios que se experimentan en ella también se vean reflejados en los guiones. Ninguna de estas series sería la misma en un escenario de cambio climático avanzado.
Imágenes | ‘Dragon Ball’, ‘David el Gnomo’, ‘Érase una vez… la vida’
