“La telenovela es un género muerto”. Hace unos meses, muchos habríamos suscrito esta afirmación. Pero entonces llegó a nuestras vidas ‘La casa de las flores’, la telenovela mexicana millennial de la cosecha de Netflix. No tiene nada que ver, no te asustes, con ‘Pasión de gavilanes’ —nombre grandilocuente como pocos—, con ‘Cristal’ o con la historia del niño ‘Frijolito’.
Pero sí tiene los elementos básicos de una producción de este género: infidelidad, traiciones, amor entre clases sociales, mucho drama y unos personajes tan exagerados como reconocibles. Y, también, unos cuantos toques rompedores que la han convertido en una de las series del verano. Ahora no podemos dejar de imaginar cómo sería un día junto a esta peculiar familia.
https://www.youtube.com/watch?v=I-z8-ZEiVw0
Virginia de la Mora
Una señora de los pies a la cabeza, como suelen decir nuestras abuelas. La matriarca (de ellas sabemos mucho en Pop TV), el alma de La casa de las flores (su floristería), una mujer preocupada por el qué dirán y por mantener a toda costa la buena reputación de su familia —no se lo ponen muy fácil— en la alta sociedad mexicana a la que pertenece.
Virginia es una de las piedras angulares de esta serie, uno de los personajes vertebradores. No es de extrañar: la actriz que lo interpreta es Verónica Castro, una de las damas de la televisión mexicana y estrella de la telenovela. Netflix se la ha descubierto a su público. Y menudo regalo.
Paulina de la Mora
Es probable que, hace unos días, te tropezaras en tus redes sociales con un #PaulinadelaMoraChallenge. “¿De qué medio de transporte se está bajando en marcha ahora la gente?”, pensarías. Pero este reto, ya muy popular en Twitter e Instagram, no es nada peligroso, pues solo consiste en imitar el acento de Paulina de la Mora.
https://www.youtube.com/watch?v=f-UmHNmHOps
La hija mayor de la familia habla separando las sílabas exageradamente. Y todo es culpa del tafil, el medicamento que ha llevado a Paulina a tener esa peculiar dicción. Tan peculiar que la plataforma de VOD se la ha blindado por contrato.
Paulina se encarga de gestionar un cabaret con drags —de eso hablaremos más tarde— y es la responsable de frases ya convertidas en chistes recurrentes de las redes como “¡Olvidé cancelar el mariachi!”. Divertida y entrañable.
Le da vida Cecilia Suárez, también es una habitual de las telenovelas y trabajó con Netflix en la serie ‘Sense8’, en la que hizo un cameo.
Julián de la Mora
El hermano de Gael García Bernal (Dario Yazbek Bernal) interpreta a este joven, el hermano menor de la familia, adolescente y entre dos tierras. No tiene muy clara su orientación sexual y a disminuir su confusión no ayuda el hecho de que tenga dos amoríos, su novia oficial, Lucía, y su amante extraoficial, Diego.
Julián es un joven más con las preocupaciones y reacciones de un joven más, como demuestra cuando elimina a su hermana Paulina de un grupo de WhatsApp llamado Hermanos (la tercera en discordia es Elena de la Mora, interpretada por Aislinn Derbez, que pasa algo más desapercibida en esta primera temporada de la serie).
https://www.youtube.com/watch?v=zpBavJ8uPC8
Nos encanta la relación de Julián con su madre, tan íntima, tan especial y tan divertida. Las manicuras y las sesiones de peluquería unen mucho y ellos son asiduos.
Diego Olvera
El galán de la serie. El asesor financiero de la familia, apoyo de Virginia en varios momentos y el romance turbulento de Julián. Ahora sí, ahora no; traición, reconciliación. Emociones no faltan en ‘La casa de las flores’.
María José
Un per-so-na-ja-zo, como diría Paulina de la Mora. Es el exmarido de Paulina, antes José María y ahora María José, pues es transexual. Paco León es el actor que interpreta a este rico personaje y, aunque en su momento se criticó que la serie no hubiera contado con una persona trans para este papel, lo cierto es que el español hace un trabajo estupendo.
https://www.youtube.com/watch?v=_gv5nN3wxzY
Ese es otro de los aciertos de ‘La casa de las flores’: presentar la realidad LGTBI en su diversidad. La transexualidad, el travestismo, la bisexualidad y la homosexualidad se muestran en la pantalla en un género, el culebrón, constreñido tradicionalmente a las masculinidades rígidas y clásicas.
Las drags del cabaret
Son varias. Y muy divertidas. Aportan mucho color, alegría y vida a la serie. ¿Qué pintan en todo este puzle? Trabajan en la otra casa de las flores, el cabaret que tiene a Paulina al frente. No le falta de nada a esta producción de 13 capítulos (de 30 minutos cada uno) que se maratonea en un domingo sin planes. Avisamos: es adictiva.
Imagen | Netflix