Despedirse de una serie como ‘The Big Bang Theory’ después de 12 temporadas es como decirle adiós a un amigo. Las buenas historias consiguen no solo que nos enganchemos a sus tramas o a sus chistes recurrentes. También que nos encariñemos de sus personajes y los hagamos nuestros.
Y a estas alturas, Sheldon, Leonard, Penny, Amy, Raj, Howard, Bernadette e incluso Stuart son tan sólidos y creíbles, están tan bien construidos que parecen personas, y no personajes. Por eso dejarán un hueco en las vidas de sus fans cuando la serie llegue a su fin, el próximo mayo. Como si realmente hubieran existido.
Ellos son solo parte del argumentario a favor de la serie que lanzamos hoy, porque creemos que es necesaria, vistas alguna reacciones al anuncio de CBS. Como la de un redactor del diario británico ‘The Guardian’, que se alegra de que “nuestra larga pesadilla” por fin acabe y califica la noticia de “alivio”. O las perlas que han dejado en Twitter sus detractores. Algunos aseguran que el fin de la serie se debe a la no renovación del contrato de CBS con Satanás.
https://twitter.com/tweetsthecreeps/status/1032350925946605570
Pero para otros muchos, aunque se crean minoría, desde este 24 de septiembre (con su estreno en EE.UU.) significa empezar a decir adiós, con tristeza.
https://twitter.com/sassyfangirl55/status/1032338004306579456
Si nos has hecho caso y has preparado bien tu vuelta al cole seriéfilo, podrás vivir el estreno de la última temporada de ‘The Big Bang Theory’ en TNT, en V.O.S.E. (mucho mejor), a través de Orange TV. Y solo 24 horas después de su première en la cadena americana.
Los cameos
Mark Hamill tiene más protagonismo en ‘The Big Bang Theory’ que en todo el episodio VII de ‘Star Wars’. No nos olvidamos tampoco de Stephen Hawking, al que ya mencionan (e imitan) en el piloto y que aparece hasta en seis ocasiones. Ni de Carrie Fisher (en bata, bate en mano) y James Earl Jones echando a Sheldon de sus casas. Y aumentando así el cupo de famosos que piden órdenes de alejamiento para Sheldon.
Los cameos en una serie cómica son una magnífica oportunidad para ver a actores en otros registros a los que quizás no estemos acostumbrados, como a Leonard Nimoy o Adam West. O para convertir en actores por un día a físicos teóricos o a magnates de la informática, como Bill Gates.
Yeah, science, bitch!
Como Penny, hemos avanzado mucho en el campo de la Física o de la Neurobiología gracias a la serie. Hasta ella consiguió entender lo más básico de la teoría de cuerdas. Si hay algo que se le puede y debe reconocer a ‘The Big Bang Theory’ es su contribución a la difusión de la ciencia, incluso en los títulos de los capítulos. Además, nos ha hecho creer (y así es) que smart is the new sexy.
Es una de las series que más en serio se toman el asunto del rigor (o sea, que el guión no se dé de patadas con la realidad). Por eso cuentan con un físico y astrónomo, David Saltzberg, encargado de aportar esos datos científicos —e incluso de hacer chistes a partir de ellos— que a Sheldon le encanta compartir con el mundo.
También es el que escribe todas las fórmulas en las pizarras de Leonard y Sheldon. No, no son símbolos sin sentido, son clases maestras de Física Teórica. Amy no necesita asesor para hablar de Neurobiología, gracias al doctorado en Neurociencia de Mayim Bialik.
Las referencias techies
Cuando comenzó la serie en 2007, la realidad tecnológica era muy distinta a la de ahora. Para empezar, Sheldon tenía una cuenta en MySpace. Durante estos 12 años hemos visto nacer aplicaciones, webs y todo tipo de avances tecnológicos. Hemos visto cómo Facebook o las páginas de citas crecían en popularidad; en el mundo real pero también en la serie.
Pero sobre todo, los hemos visto usar y crear todo tipo de inventos y gadgets, como el ajedrez en 3D, el detector de emociones (muy útil para alguien como Sheldon, que parece padecer Asperger), la mano robótica a la que Howard encuentra un interesante uso, el Mars Rover, el sistema de comunicación secreto que desarrollan para el ejército o el intento de Sheldon por crear algo parecido a un robot.
Las risas
https://twitter.com/CollinMurr/status/1032343561541435392
No las enlatadas. Esas no vamos a extrañarlas. Pero sí las que nos sigue provocando la serie. Aquí el problema principal es la subjetividad del humor. Hay quien cree que Joaquín Reyes no sabe imitar y quien entiende perfectamente esa idiosincrasia manchega que aplica a sus personajes. Y que ahí, y no en imitar bien, reside (la) su gracia.
Del mismo modo que hay quien no encuentra estimulante el humor basado en la ciencia que practica ‘The Big Bang Theory’. Pero son muchos los que se siguen riendo (a carcajadas, sí) con sus brillantes diálogos, sus gags recurrentes y todo esa cosmogonía que rodea a una serie única en su especie: divertida y didáctica. En la que el humor nunca es vacío, previsible o gratuito.
La madurez televisiva de sus personajes permite que lleguen a transmitir de verdad. Por eso nos hacen reír e incluso nos han llegado a emocionar. Como aquel día en el que Sheldon, por primera vez, necesita un abrazo.
La prueba definitiva de que sigue gustando es su audiencia en EE.UU., el reino de las series: de 8,4 millones de espectadores durante la primera temporada hasta los 18,63 millones de personas (media por episodio) en la temporada 11.
Los personajes
Sheldon intentando perfeccionar su sarcasmo. Stuart y su patética vida. Las canciones de ‘Footprints in the Moon’. Amy Farrah Fowler (nos faltan temporadas para ahondar en el pasado de Amy después de conocer a sus padres). Los gritos de Bernadette. La inocencia perdida de Penny, que dejó de ser “una rubia tonta” hace ya muchas temporadas para ganar en mala uva e ingenio. Sheldon y Amy presentando ‘Fun with flags’.
‘The Big Bang Theory’ ha conseguido mantenerse en una misma línea: sus personajes han evolucionado en la vida conquistando otras etapas, pero no se ha modificado su esencia, que han defendido hasta el final. Todos son «excéntricos» (cada uno a su manera) y siguen siéndolo.
Y especialmente, ellas
Muchos criticaron, precisamente, que con el mayor protagonismo de las mujeres en el grupo la serie perdió su razón de ser. Sin tener en cuenta que ellas han contribuido al reconocimiento de la mujer en el campo de la ciencia y que, seguramente, han inspirado a más de una estudiante.
Les debemos también la evolución de los personajes. Sheldon ha pasado de querer engendrar un hijo en un tubo de ensayo a comprometerse de por vida con Amy. Y seguro que ellas han inspirado a más de una estudiante.
Con Penny, han echado por tierra su propio estereotipo. Si durante las primeras temporadas la presentaron como la típica rubia tonta (el doblaje en castellano contribuyó especialmente a ello), han dejado que el personaje vaya tomando el control. E incluso que se empodere. Y es difícil cuando eres la única no científica del grupo.
Los debates sobre cómics
Si eres aficionado a las novelas gráficas, seguramente disfrutarás con las constantes referencias (aquí puedes verlas todas) que los cómics protagonizan en ‘The Big Bang Theory’. Para su público, Sheldon y sus amigos son unos auténticos gurús. Nadie conoce tan bien ambos universos (DC y Marvel) como ellos.
Quizás tampoco haya quien se plantee este tipo de dudas ‘existenciales’ sobre los superhéroes como esta de Raj:
Hay algo que siempre me he preguntado sobre Aquaman. ¿Donde hace caca? ¿Cómo serán los wáteres en Atlantis? ¿Tienen cadena? ¿Y si tiras de la cadena, a dónde va la caca?
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Además de ser los más envidiados por los fans de los cómics por su valiosa colección de objetos de merchandising y libros, han conseguido popularizar una cultura que siempre se ha identificado con el perfil de freak. Además, si algo ha demostrado esta serie es que, en cierto modo, todo el mundo es freak de algo.
No veremos crecer a sus hijos
De todas formas, nunca nos hubieran dejado ver a Halley (un guiño de los guionistas a la desaparecida madre de Howard). Pero ¿qué hay del fruto de ‘Shamy’? Sería interesante ver las discusiones sobre el nombre (imagina las propuestas de Sheldon), por qué tipo de crianza optan y si esta es un reflejo de su vida real. Porque Mayim Bialik también es autora de un blog y de un libro sobre crianza, como descubrimos cotilleando su cuenta de Instagram.
Tampoco podremos comprobar, a no ser que nos regalen un flashforward para el cierre de la serie, si los hijos de Leonard y Penny serán “guapos y listos”; una idea con la que él ya fantaseaba en el primer capítulo, cuando ella se muda al edificio, dando una excusa a Chuck Lorre para desarrollar esta gran historia.
Abandonar la zona de confort
Cuando algo es tan conocido, se convierte en algo propio. Y cuando lo sientes como propio, eso te aporta confort, comodidad. Seguir una serie durante tantos años y tener que buscar otra que la reemplace es abandonar la zona de confort. Quizás sea esta la razón que resuma todas las demás.
Si eres de los que aún la ama, con su marcha te verás en la situación de tener que enfrentarte a ese inmenso mundo de series y encontrar otra comedia que encaje en el perfil y que aporte lo mismo a tu vida. ¡Buena suerte!
Fotos | IMDb/The Big Bang Theory (1), (2), (3), (4), (5) y (6)