Para los cumpleaños, para las primeras citas, para las frías mañanas de invierno en las vacaciones de Navidad, para las calurosas tardes de esos veranos eternos —quién se negaría ahora a unas vacaciones de casi tres meses sin preocupaciones, como las de los tiempos escolares— y para cualquier día sin más planes que disfrutar. Ir al cine era, en nuestra adolescencia, uno de los planes predilectos.
Y puede que aún lo siga siendo, pero es muy probable que tus gustos hayan cambiado y ahora mires con otros ojos a las películas que, entonces, te emocionaron. Porque hemos crecido y ahora somos más de cintas candidatas a los Óscar, de filmes independientes y de sagas que comienzan a despertar nuestra nostalgia infantil.
Pero hay una parte de nuestra alma cinéfila que disfruta volviendo a ver aquellas películas de nuestra adolescencia. Aunque nunca vayamos a reconocerlo en público, revisionar sagas de amoríos e historias de instituto es nuestro placer culpable. Y este verano, con el ciclo teen de Orange TV, lo tenemos muy fácil. ¿Te apuntas? Prometemos no chivarnos…
‘Crepúsculo’
El universo de los vampiros siempre ha despertado la curiosidad del cine. No vamos a comparar ‘Crepúsculo’ con clásicos de la gran pantalla como la fabulosa ‘Nosferatu’, pero tampoco podemos negar que esa saga nos hizo hincar el colmillo a los libros escritos por Stephanie Meyer que la inspiraron.
https://www.youtube.com/watch?v=UBbpGSszXtU
Vampiros afables que habían vivido la gripe española y que aparecían en un instituto en los años 2000 con aspecto de quinceañeros. Chicas que se quedaban prendadas del magnetismo de estas criaturas —los parámetros del tan cuestionado amor romántico también hacían aquí su aparición— al verlos llegar al aula. Hombres lobo que entraban en escena para romper los esquemas de los protagonistas y complicar la historia… ‘Crepúsculo’, en aquella época, lo tenía todo.
Si tú también tuviste un crush con los personajes de Robert Pattinson o Kristen Stewart (aunque ahora te parezcan los dos el súmmum de la sangre de horchata), pásate por nuestro videoclub y revive viejos tiempos.
‘Las crónicas de Narnia’
Desde que Harry Potter llegó a nuestras vidas para cambiarlas —es otra de las sagas de las que puedes disfrutar en nuestro videoclub—, el universo de la fantasía tiene un hueco reservado en nuestro corazón cinéfilo. Luchas entre el bien y el mal, un territorio ficticio, seres mitológicos, magia, imaginación, giros de guion, reyes y reinas… ‘Las crónicas de Narnia’ nos enganchó entonces como lo hace hoy ‘Juego de tronos’.
https://www.youtube.com/watch?v=5kFXBcLnqxk
‘Hermosas criaturas’
Un adolescente vive en un pequeño pueblo. Allí empiezan a suceder cosas extrañas desde el momento en el que se suma a la acción una chica por la que el protagonista siente algo más que simpatía. ¿Alguien ha dicho ‘Stranger Things’?
Coincidencias aparte, ‘Hermosas critaturas’ mezclaba amor juvenil con intriga, poderes sobrenaturales y una maldición que ponía a la joven de la historia en la tesitura de inclinarse hacia el lado oscuro o el de la luz. Si no recuerdas cuál elegía, este ciclo que te proponemos te dará la respuesta.
‘Ponte en mi lugar’ y ‘Chicas malas’
Lindsay Lohan, antes de ser la Lindsay Lohan actual y después de ser la Lindsay Lohan de ‘Tú a Londres y yo a California’, fue una musa adolescente. Y todo gracias a clásicos del cine juvenil como ‘Ponte en mi lugar’ o ‘Chicas malas’.
https://www.youtube.com/watch?v=IWN4SFARL0s
Esta última fue la catapulta de otras actrices como Amanda Seyfried o Rachel McAdams, a las que hemos visto posteriormente en ‘Mamma mia!’ o en ‘Medianoche en París’. ‘Chicas malas’ es una fuente estupenda de referencias pop y memes en las redes sociales. Cuenta con su propia cuenta de Twitter y hasta un musical en Broadway basado en la cinta. ¡Orgullo teen! Puedes volver a ver ambas cintas en Netflix, un refugio estupendo para las almas ávidas de relatos juveniles como estos.
‘American Pie’
Esas dos palabras hablan por sí solas. ‘American Pie’ es el epítome de las comedias de adolescentes centradas en el desmadre. No vamos a juzgar su calidad cinematográfica —para gustos, colores—, sino simplemente a recordarte que está disponible en Netflix. Por si tienes una tarde nostálgica y te apetece un placer (muy) culpable.
Imagen | IMDB
