Eurovisión 2018: los momentos más emocionantes de la noche

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/ 13 mayo, 2018

El Altice Arena de Lisboa estaba listo para vibrar. Eran veintiséis los países que soñaban con hacerse con el puesto número uno en Eurovisión 2018 y solo una iba a conseguirlo. Era uno de los favoritos y finalmente Israel fue el país ganador de la 63º edición del festival. El resultado no sorprendió: la cantante Netta Barzilai con su tema ‘Toy’ había estado sonando como favorita. Pero la noche dio para mucho, por eso hemos querido repasar los momentos más destacados de Eurovisión 2018.

Amaia y Alfred brillan sin efectos especiales

Eran los segundos en actuar, algo que a los eurofans no les daba buena espina. Según los expertos, cantar en esa posición en Eurovisión nunca ha traído buenos resultados a ningún candidato, así que los seguidores españoles del festival ya se temían lo peor. Al menos la actuación podría verse pronto. Pasaban pocos minutos de las 9 de la noche cuando Amaia y Alfred aparecían puntuales sobre el escenario para interpretar ‘Tu canción’ justo después de Ucrania. Los dos jóvenes que habían enamorado a media España en ‘Operación Triunfo 2017’ llegaban dispuestos a encandilar a Europa con su sensibilidad.

La actuación de Amaia y Alfred contrastó con el resto por la sencillez de su puesta en escena. No hubo fuegos artificiales, ni efectos especiales ni una gran escenografía. En definitiva, no había elementos que desviasen la atención. Solo estaba lo más importante: los dos artistas sobre el escenario. Amaia y Alfred no han necesitado nada más que la música, sus voces y su complicidad para brillar y llenar el escenario. Lo consiguieron con una actuación impecable a nivel vocal e interpretativo a la que no le hicieron falta muchos añadidos artificiales.

Amaia.y Alfred estuvieron impecables vocalmente y a nivel interpretativo, igual que en las galas de ‘Operación Triunfo’. Europa no parecía intimidarles. La química entre ambos se notó, estuvo presente en el escenario y esa complicidad traspasó las pantallas de toda Europa. El público eurovisivo, con las linternas de sus móviles, formó parte muy importante de la actuación, iluminando todo el Altice Arena y creando un ambiente mágico. A pesar de que Amaia y Alfred dieron la talla en su actuación, España solo recibió 61 puntos, quedando finalmente en el puesto número 23.

Un intruso salta al escenario cuando actúa Reino Unido

Aunque en las listas de las casas de apuestas la candidatura británica aparecía en los últimos puestos, las votaciones le llevaron al undécimo lugar, quizás como compensación a lo ocurrido durante el festival. Y es que el susto de la noche lo dio un espontáneo que saltó sobre el escenario en mitad de la actuación de Reino Unido. Europa se quedó estupefacta al ver cómo alguien le arrebataba el micrófono a SuRie y gritaba unas palabras que no se entendían. La cantante británica, que interpretaba el tema ‘Storm’, supo mantener el tipo sobre el escenario y, tras recuperar el micrófono, cantó aún con más fuerza.

Tras lo ocurrido, la organización dio la oportunidad a Reino Unido de volver a actuar, pero SuRie y su equipo dijeron sentirse muy orgullosos de su actuación y no quisieron repetir. Esta no era la primera vez que un intruso sube al escenario de Eurovisión en mitad de una actuación. Ya le ocurrió a Daniel Diges en el festival celebrado en 2010, cuando Jimmy Jump saltó al escenario y se colocó entre los bailarines que acompañaban al cantante.

Vampiros y piratas, la extravagancia eurovisiva

¿Qué sería de Eurovisión sin ese toque exótico que siempre tiene? En 2008 Irlanda eligió a un títere, el pavo Dustin, para representarle en el festival. La audiencia no creía lo que estaba viendo… y eso que ya estaba acostumbrada a ese toque bizarro que a veces tiene Eurovisión y que en 2006 vino de la mano de Lordi. Los componentes del grupo finlandés de rock duro sorprendían al aparecer disfrazados de monstruos. No solo dejaron perpleja a toda Europa, sino que se hicieron con la victoria.

En esta edición lo que encontramos fue un vampiro abriendo la gala. El ucraniano Melovin cantó ‘Under the ladder’ con una estética que recordaba a Drácula. De hecho, comenzó su actuación desde un ataúd. Había un piano y había fuego, mucho fuego. Melovin no dejó a nadie indiferente aunque no logró acercarse a los primeros puestos en el examen final, el de las votaciones del jurado y de la audiencia.

Si el momento vampiro no había sido suficiente, lo del representante de Dinamarca y su homenaje a ‘Juego de tronos’ y a ‘Vikingos’ puso la guinda. Rasmussen, con su estética y puesta en escena, hizo del tema ‘Higher ground’ una de las actuaciones más peculiares de la noche. Velas de barco, melenas, barbas y ventiladores. No faltaba de nada para transportar al espectador a un capítulo de la famosa serie protagonizada por Travis Fimmel.

Pirotecnia y fuegos artificiales

Eurovisión es un festival en el que la música es la protagonista, pero también es un espectáculo en el que los candidatos de los diferentes países tratan de hacer del evento un gran show. Las grandiosas puestas en escena no faltaron tampoco en esta edición. La pirotecnia, el fuego sobre el escenario y la escenografía más variopinta fueron grandes protagonistas de la noche. Las llamas de Chipre o el piano-ataúd de Ucrania son buenos ejemplos de ello.

El vestuario es otro de los elementos que más juego dan en Eurovisión. Si no que se lo pregunten a Elina Nechayeva, que lució un vestido valorado en 65.000 euros. La representante de Estonia, que parecía hacer un homenaje a la ópera con su canción ‘La forza’, llevó la técnica del videomapping a su propia vestimenta. Los espectadores pudieron ver cómo en el asombroso vestido de la cantante se proyectaban imágenes. ¿Quién dijo discreción? ¡Estamos en Eurovisión!

La presencia de los temas sociales

Si por algo se ha caracterizado esta 63º edición del festival de Eurovisión ha sido por la variedad de estilos y temáticas de las canciones de los representantes de los países. El evento europeo es una muy buena oportunidad para reivindicar y eso es algo de lo que, por fin, muchos parecen haberse dado cuenta. La canción de la ganadora y representante de Israel, Netta, tiene un importante mensaje feminista y antibulliyng. Pero hubo más.

Rasmussen, los daneses con estética vikinga, en realidad traían un trasfondo antibelicista con el tema que defendieron sobre el escenario. Italia, por su parte, decía un no rotundo al terrorismo y a la violencia con ‘Non mi avete fatto niente’. La canción de Ermal Meta e Fabrizio Moro era un homenaje a las víctimas de atentados terroristas de todo el mundo. Por su parte, Irlanda hacía un alegato a favor de la diversidad sexual con el ‘Together’ de Ryan O’Shaughnessy.

Israel VS Chipre: duelo entre favoritas

Los nervios estaban a flor de piel. La canción de Israel era una de las favoritas, pero también sonaba Chipre como posible ganadora según las casas de apuestas. Netta o Elena Foureira podían hacerse con el triunfo. Dos perfiles muy diferentes. La representante de Israel traía con ‘Toy’ un tema con aires feministas que reivindica la independencia de la mujer. Por su parte, la candidata de Chipre defendía con ‘Fuego’ una canción de lo más bailable, con una puesta en escena espectacular que hacía honores al más puro concepto de diva eurovisiva.

Foureira actuó penúltima, pero realizó una actuación sobre el escenario que recordaba a la mismísima Beyoncé y que puso a bailar a todo el mundo. A pesar del despliegue y de las ganas de la cantante, a la que se vio emocionadísima durante el reparto de votos, Chipre tuvo que conformarse con el segundo puesto. Fue Netta con el cacareo de ‘Toy’ la que voló hasta el primer puesto. Hacía 20 años que Israel no se hacía con la victoria eurovisiva, desde que Dana Internacional lo hiciera en 1998.

Cantantes que recuerdan a otros cantanes

Los espectadores de la 63º edición del festival de Eurovisión podrían haber pensado durante algún momento de la gala que en realidad estaban viendo ‘Tu cara me suena’. El parecido razonable de algunos de los concursantes eurovisivos con otros artistas consagrados era muy grande, sobre todo en dos casos. El más llamativo fue el de la segunda finalista. La representante de Chipre recordó a muchos a la mismísima Beyoncé. No solo su puesta en escena transportaba a un concierto de la artista, sino también su estética: peluquería, vestuario e incluso la forma de moverse.

Igual que Elena Foureira, el representante de Países Bajos, Waylon, recordaba a otro famoso cantante muy popular. Ya no tanto por su apariencia, sino en este caso más por su música, el artista se parecía a Bon Jovi. Waylon aparecía vestido de animal print, con sombrero, botas, guitarra eléctrica y su propia banda, cantando ‘Outlaw in ‘Em’, un tema rockero con aires country. El cantante participó en una de las ediciones del ‘Got talent’ holandés.

Salvador Sobral entrega el premio a la intérprete de la canción que criticó

Las polémicas en torno a Eurovisión, también conocidas como ‘Eurodramas’, ya se han convertido en un elemento habitual para los seguidores del festival. Esta vez el ganador de la anterior edición, Salvador Sobral, ha sido el protagonista de una de ellas. La semana en la que se celebraba el festival decía que la canción de Israel, una de las favoritas, le parecía horrible. ¿Quién le iba a decir al portugués que acabaría entregándole el premio a Netta, la joven representante de Israel tras ganar el festival? Pues así fue.

Sobral había dicho que solo conocía las candidaturas de Portugal y de Israel. Sobre esta última expresó: “Youtube me obligó a verla. Cosas de la tecnología. De repente, Youtube pensó que me gustaría la canción de Israel, y entonces abrí aquello y salió de ahí una canción horrible. Pensé: Youtube, muchas gracias, pero no”. Por su parte, la cantante israelí respondió al portugués desde su cuenta de Twitter lanzando un mensaje de lo más conciliador: “Enviando solo amor a Salvador, y a todos los artistas de todos los géneros”.

Imagen | Eurovision Song Contest

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