Canal Cocina estrena agosto con Supera esto! un nuevo programa que fue grabado durante el confinamiento.
Estar en casa tantas horas y durante tantos días seguidos nos permitió dar rienda a la creatividad y aprovechar para sacar nuestros dotes culinarios.
El nuevo formato por el que apuesta Canal Cocina, disponible en Orange TV, consiste en diez capítulos en el que participan ocho cocineros, tres en cada capítulo. Desde sus respectivas casas deben elaborar un plato con un ingrediente concreto como protagonista, cada día uno diferente: pollo, coliflor, atún, gambones, huevos…
Sergio Fernández, Rocío Arroyo, Juan Pozuelo, Johann Wald, Julius Bienert, Elena Aymerich, Loleta Bernabé y Blanca Mayandía son los cocineros que se enfrentarán a este reto gastronómico, siempre con un clima de entretenimiento y sana competición.
https://www.youtube.com/watch?v=oSjQRt5T2KU
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Johann Wald, presentador de ‘Muy Johann’. Tras una sólida carrera en televisión durante 10 años en los que trabajó para MTV, Cuatro y TVE, Johann decidió darle un giro a su carrera y adentrarse en el mundo de la cocina. Se tituló como cocinero en la Escuela Bellart de Barcelona y desde entonces, ha desarrollado su carrera como chef en restaurantes tan prestigiosos como Arzak o Calima de Dani García. En 2013 fundó Plateselector, un portal online dedicado a la cultura gastronómica más urbanita con una guía alternativa de restaurantes.
Ahora, unos meses después del confinamiento y del rodaje de ‘Supera Esto!’, le preguntamos a Johann un poco más acerca de este nuevo formato.
En el confinamiento todos nos hemos enfrentado a nuevos retos y nuevas formas de hacer las cosas para sacar los proyectos adelante. ¿Cómo fue la experiencia de grabar desde casa?
Afortunadamente yo ya había empezado a grabar mis propias recetas para Instagram. Teníamos tanto tiempo que, intuitivamente, me puse a grabar mis vídeos, sobre todo porque como ya tenía mi experiencia grabando mis programas tanto en ‘Muy Johann’ en Canal Cocina, como para otros clientes, sabía cuál era la esencia de lo que hacía falta para grabar una receta. Me lancé a auto grabarme, ideándomelas para grabar con los mejores ángulos, la luz… Cuando me llamó Canal Cocina contándome este nuevo proyecto dije: “Qué bien, por una vez he hecho los deberes”. Así que ya me sabía los impedimentos, los problemas que podían surgir, los ruidos que no puedes controlar…
Todos habíamos hecho ya vídeos y los deberes. Nos sentíamos cómodos en nuestro propio plató, que esto también es muy importante porque nunca vamos a cocinar en ningún lado como cocinamos en nuestras casas. Es un hito porque ya no estamos falseando comida casera desde un plató de televisión, y eso que los platós de Canal Cocina tienen todo con lo que uno puede soñar. Mi sueño profesional como cocinero televisivo siempre ha sido poder hacerlo desde mi casa.
¿Y grabar con el equipo desde casa y en remoto?
Ha sido la lotería con la que más he soñado. Ahora que he visto todo lo que hemos tenido que hacer técnicamente para poder llevar a cabo el proyecto de una manera profesional, me parece increíble. Hicieron todo lo que podía hacer un equipo con tantos recursos y tanta gente; todo el mundo ha tenido que diversificarse, investigar cómo tener buenas conexiones para poder recrear el trabajo que se hace normalmente cuando juntas a persona bajo una nave para que ahora, lo pueda hacer cada uno desde su casa. Hemos demostrado con Supera esto! que lo hemos superado esto con creces. Además, creo que las calidades de mis recetas han mejorado notablemente gracias a que he estado en mi espacio habitual de trabajo y sin ese estrés del plató. Daba igual si tardabas 5 minutos más o menos.
¿En qué momento os enterabais del ingrediente principal a cocinar? ¿Teníais tiempo para pensar la receta o ir a la compra?
Teníamos el tiempo necesario para poder crear recetas originales y, además, eran ingredientes muy sencillos. En mi caso dos de ellos fueron vegetales, y yo que los últimos años he estado enfocando mis esfuerzos a buscar maneras de potenciar una cocina vegetal que sea tan sexy como la cocina de la proteína animal, fue fácil.
¿Alguna vez te pasó que pensaste en una receta y no tenías ese ingrediente? ¿Cómo lo afrontaste?
Como hice mi propia compra y no a través de ningún ayudante de producción, fue más fácil. Cuando te la hacen siempre se te olvida decirles algo: esa pequeña especia que te da el toque de distinción o algo que justo hay que ir a una tienda de productos especializados y que solo tú sabes dónde está. Con este nuevo programa y organización, estos problemas no surgen.
Queremos que nos hagas la boca agua ¿Cuál de todos tus platos estás más orgulloso?
Las berenjenas con miso. En el primer boceto que hice estaba prácticamente plagiando una manera japonesa se servir la berenjena. He usado los mismos ingredientes, haciendo como una carta de amor a Japón, un país al que he podido visitar en varias ocasiones y que me fascina. Japón para mí es la utopía, la perfección después de la cocina vasca. En cuanto a condimentos he hecho un buen homenaje a Japón y estoy muy orgulloso.
Entramos un poco en la competición. ¿Cómo se valora quién es el ganador?
En la cocina no se trata del premio ni el final sino del trayecto. Es más el tipo de pique que puede haber. Cuando cocinas con cocineros no hay nada más bonito que esa conversación que se tiene a través de la cocina. Ahí es cuando nos enriquecemos todos y aunque intentamos provocar un poco de competitividad, es solo pique amistoso. Compartimos Canal Cocina y nos tenemos mucho cariño, aunque no todos nos conozcamos personalmente. De hecho, diría que los directores son los que más nos animan a que nos piquemos.
¿Quién de los compañeros es el cocinero más competitivo y por qué?
Yo entré a fuego, como si me estuviese jugando un premio de 60.000 €. Más que nada porque competía conmigo mismo. Llevaba un tiempo que no estaba contento con las recetas, no había inventado nada.
Las recetas de Canal Cocina quedan ahí para siempre y lo bonito que tiene es que nuestros programas los siguen reponiendo. Por eso quería dejar recetas que quedasen para toda la vida, que no pasasen de moda.
Dicho esto, el que más miedo me daba y me hacía querer llegar a su altura, es el gran Julius, es uno de mis favoritos. Me encanta como cocina, su sencillez, como eleva una merluza a un nivel estratosférico. Además, pude ver un poco su receta y me temblaban un poco las rodillas. Dije: “Wow, aquí ni medias tintas, vamos a fuego”.
«En este caso, la esencia no solo se mantiene, sino que mejora. Enseñamos a la gente a cocinar en sus casas y qué mejor que enseñarlo desde nuestras propias casas.»
Johann Wald /
¿Qué has echado en falta de tu set de rodaje?
Todo el equipo de Canal Cocina y no exagero, es una familia. Llevan trabajando juntos muchísimos años y todos se conocen. Esto se notaba en el detalle de los descansos. Jaime Ávila, nuestro jefe de producción, siempre pone una mesa con buenos productos y de calidad: embutidos, panes, galletas… No es un apañado. La palabra cutre no existe en Canal Cocina, se cuidan como una familia y saben que ese buen rollo va a ser mejor si se cuidan todos esos detalles. He echado mucho en falta la camaradería, las bromas… En los rodajes nos lo pasamos muy bien. A veces se dicen burradas, pero siempre desde el respeto y el cariño, como cuando estás con tus hermanos y primos. Ese espíritu familiar de Canal Cocina es lo que más he echado en falta a pesar de que todos estaban al otro lado del altavoz. Es una explosión de cariño humano y compañerismo. Buen rollete real.
Y ya para terminar. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de vivir esta nueva experiencia?
Desde un punto profesional, que todos los impedimentos físicos los podemos superar y que el público está reaccionando bien a todas estas iniciativas para distraer a la gente con contenido de calidad.
He flipado con lo rápido que todos hemos sabido adaptarnos e incluso, en mi caso, se ve una versión más fiel de quién soy yo y lo que hago que cuando estás en el set, con los nervios, las inseguridades, el estrés que generan los horarios…
Firmo por una nueva normalidad en la que los que nos dedicamos a esto podamos seguir haciéndolo con combinaciones de trabajo remoto y presencial. La vida feliz y la armonía es encontrar ese equilibrio, la conciliación con nuestros seres queridos, familias y tiempo personal con nuestra capacidad de producir lo mejor que podamos producir por eso por lo que nos pagan.
Además, en este caso, la esencia no solo se mantiene, sino que mejora. Enseñamos a la gente a cocinar en sus casas y qué mejor que enseñarlo desde nuestras propias casas.
Imágenes I Canal Cocina