Comedia, drama, thriller, ficción de época… ¿Hay algo que Javier Cámara no sepa hacer bien? El actor ha visitado el plató de ‘Los Felices Veinte’, el late night de Orange TV que se ha convertido en punto de encuentro del universo cultural español.
Alegre y extrovertido, Cámara no defraudó y supo sacarnos una sonrisa en su charla, demostrando por qué es uno de los intérpretes más queridos de nuestro país.
Inicios en la comedia
Este riojano nació en 1967 en Albelda de Iregua, un pequeño municipio de poco más de 3000 habitantes. Su amor por los escenarios le empujó a estudiar teatro, primero en Logroño y después en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. Para cubrir sus gastos, no dudó en ejercer como camarero o acomodador de cine, sin saber que, en poco tiempo, el público llenaría las salas para verlo a él.
Y aunque debutó en teatro con ‘El caballero de Olmedo’ y en cine con ‘Rosa rosae’ (1993), su primera gran oportunidad llegaría con la serie de televisión ‘¡Ay Señor, Señor’ (1994), en la que interpretaba a un inocente párroco que robaba el protagonismo de todas las secuencias.
Ese éxito precoz hizo que el productor de ‘Torrente, el brazo tonto de la ley’ (1998) no quisiera contar con él para la película, pues desconfiaba de los rostros televisivos. Pero Santiago Segura había descubierto a Cámara en 1992 en una representación teatral y desde entonces había querido trabajar con él. Así se materializó Rafi, el amante de las armas que admiraba profundamente a Torrente.
Por si alguien dudaba aún de su vis cómica, en 1999 fichó por una serie mítica de la televisión nacional. ‘7 vidas’, un formato sitcom y con público en directo, le catapultó a la fama. Fueron siete temporadas ‘sufriendo’ las collejas de la inolvidable Amparo Baró, su madre en la ficción.
Javier Cámara se pone serio
Su hambre profesional apenas había despertado. Quería colaborar con los mejores directores e interpretar personajes de calado. Participó en ‘Lucía y el sexo’ (2001) de Julio Medem y se convirtió en ‘chico Almodóvar’ gracias a ‘Hable con ella’ (2002). Con el director manchego repetiría en ‘La mala educación’ (2004) y ‘Los amantes pasajeros’ (2013).
También ha actuado para Isabel Coixet en ‘La vida secreta de las palabras’ (2005), con Pablo Berger en ‘Torremolinos 73’ (2003), con José Luis Cuerda en ‘Los girasoles ciegos’ (2008) y con Agustín Díaz Yanes en ‘Alatriste’ (2006). Películas que le han convertido en un clásico del cine contemporáneo. Siempre ha sabido conectar con los directores de sus filmes. De muchos de ellos, como Coixet o Trueba, habla con gran afecto.
Y, aunque se ha adentrado en el mundo del drama, nunca ha abandonado la comedia. Es un actor fetiche para el director Nacho G. Velilla, con el que ha colaborado en ‘Fuera de carta’ (2008), ‘Que se mueran los feos’ (2010) y ‘Perdiendo el norte’ (2015). Asimismo, ha intervenido en películas como ‘Fe de etarras’ (2017) y ‘Ola de crímenes’ (2018).
Por ello, no es difícil imaginar que atesora una buena colección de premios. En total, ha recibido ocho nominaciones a los Premios Goya, galardón que ha ganado en dos ocasiones por ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013) y ‘Truman’ (2015).
Salto internacional
El éxito de Javier Cámara ha traspasado fronteras. Su primera incursión en la ficción internacional fue con ‘The Young Pope’ (2016). A Paolo Sorrentino, el director, lo conoció en 2003 en un festival de cine. Conectaron desde el primer momento y, por ello, aunque habían pasado muchos años, se atrevió a pedirle una audición para el papel de monseñor Gutiérrez. Su amistad ha fructificado de nuevo en la continuación de la serie: ‘The New Pope’ (2020).
Además, ha trabajado en la tercera temporada de ‘Narcos’, ofreciendo un nuevo registro de interpretación con el personaje de Guillermo Pallomari, el contable que ayudó a la policía a detener al Cartel de Cali (Colombia).
Y también dirige
Los usuarios de Orange TV han podido ver a Javier Cámara hace muy poco en la serie del canal TNT España ‘Vota Juan’ y su secuela ‘Vamos Juan’. Dos ficciones de comedia política que no solo le han permitido explorar su lado más canalla como ese ministro de Agricultura que pretende convertirse en presidente del Gobierno, sino que han despertado una nueva vocación, la de director.
Los creadores de la serie estaban tan satisfechos con su implicación que le ofrecieron dirigir un capítulo de la segunda temporada. Un reto que Cámara aceptó con mucho respeto, pero también entusiasmo y ganas de aprender. Si hay una nueva temporada, el riojano está dispuesto a ponerse de nuevo a los mandos e incluso no descarta dirigir una película algún día.
Javier Cámara en ‘Los Felices Veinte’
A pesar de que son tiempos difíciles para el cine, Javier Cámara no ha parado de trabajar en los últimos meses. Ha participado en ‘Sentimental’ de Cesc Gay, otro de los directores con los que mejor se entiende, y está promocionando ‘El olvido que seremos’, de Fernando Trueba, en la que interpreta al médico colombiano Héctor Abad Gómez. De todo ello, habló con los chicos de ‘Los Felices Veinte’ en Canal Orange.
