Pedro Almodóvar, el personaje no se improvisa

/ 7 febrero, 2020

De agitador iconoclasta y transgresor de la Movida a convertirse en el director más importante de la historia de nuestro cine (con permiso de Buñuel). En su palmarés no falta el Óscar a la mejor película extranjera, cosechado con ‘Todo sobre mi madre’, la cual puedes ver en Orange TV a través del canal TCM. La filmografía de Almodóvar cuenta con 21 obras que han desembocado en la película de su vida, ‘Dolor y gloria’. Pero hoy hablamos de la otra película de la vida de Pedro, más pegada a la realidad, en un trabajo descomunal de investigación realizado por el periodista Ladis García.

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Pedro Almodóvar

Autor de la biografía no autorizada de Pedro Almódovar La película de su vida, repite varias veces una frase que define la figura del cineasta manchego. Y dicha por él mismo: «El personaje no se improvisa». Un personaje que tiene mucho de persona. Un puchero hondo en pasiones y también henchido de ego. Un director que sufrió durante años el ninguneo de la Academia de cine de su propio país. Además, padeciendo las (aparentes) envidias de quienes no soportaban verle copando informativos a raíz de sus estrenos. Unos estrenos que más que eso, eran auténticos acontecimientos.

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Pedro Almodóvar

No, el personaje de Pedro Almodóvar no se improvisa. Un personaje que es, además, rey de su propio universo. Protagonista de una vida que comenzaba el 25 de septiembre de 1949 en un pequeño pueblo de Ciudad Real, Calzada de Calatrava. Una infancia dedicada a ayudar, como hemos podido ver en su última creación, a los jóvenes que trabajaban en el campo, a aprender a leer. Mientras, observaba cómo su querida madre, una figura capital en la forja de su personalidad, le leía las cartas a sus vecinas, inventándose aquello que ellas deseaban leer. La mecha que encendió el brillo en los ojos de Almodóvar y le hizo querer dedicarse a, eso mismo, contar historias, sus historias, y conmover a los demás.

El libro ‘La película de su vida’ lleva la coletilla de ‘biografía no autorizada’, pero es un trabajo de todo menos escabroso o amarillista. García ha llevado a cabo «un trabajo de documentación por encima de todo, hay mucho curro detrás de esto. Había bastante escrito sobre Almodóvar, incluso por él mismo». Además, como admirador de la filmografía de Almodóvar y sabiendo que nunca va a haber una autobiografía, decidió que era imprescindible que alguien recogiese todo el material escrito sobre él y por él. Darle forma, cronología y entregar una biografía en español completa y amena, necesaria para todo cinéfilo.

Mil y una anécdotas que superan a la ficción

«Lo más importante de todo a la hora de ordenar el material disponible es que no fuese un peñazo». Escuchando estas palabras, hay que decir que García lo ha logrado. El libro se lee solo. Está trufado de anécdotas impagables, destacando «el momento en que aterriza en Japón y le piden «el teléfono de la Movida (madrileña)»; la historia real que hay detrás de la anécdota que es, a la vez, detonante de la trama de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, en la que María Barranco se enamoraba de un terrorista chiíta. «Una amiga de Pedro, Blanca Sánchez, se liaba con un terrorista pero, claro, un etarra», con tal mala suerte que lo aloja en su casa sin saberlo, y acaba en la cárcel.

La historia concluye con Pedro Almodóvar regalándole a su cuñado, guardia civil, los turrones que Blanca guardaba en su casa y que los terroristas habían comprado para dárselos a sus familiares.

Ladis también recuerda que «en el festival de Moscú había un tipo en directo poniendo las voces a los protagonistas de su película» porque el doblaje se hacía así. «Pedro puso una evidente cara de póker». Escuchando esta anécdota del propio Ladis, no podemos más que recordar que el propio realizador hacía lo mismo en sus obras inventándose, micrófono en mano, los diálogos de sus primeras películas rodadas en Super 8. Igual que su madre con las cartas de las vecinas.

A través de las más de 300 páginas que componen ‘La película de su vida’, el lector puede hacerse una idea de cómo Pedro Almodóvar ha ido forjando su propio personaje. Comprometido con la izquierda, manifestante visible en causas pacifistas y en pro de la cultura, su implacable verborrea le ha ocasionado más disgustos que parabienes. Se considera una persona anticlerical -llegó a decir que «los acosos sexuales ocurrían con mucha frecuencia»- y declaró que la política anticondón del Papa lo convertía en «un asesino múltiple».

Los Goya y los Óscar: crónica de encuentros y desencuentros

Con 17 años llegaba a la capital madrileña tras una monumental bronca con sus padres y pocos saben que, en realidad, a él le descubrió Carmen Maura y no al revés. Una amistad que se vio saboteada por el extenuante trabajo de Pedro, que exprimía a sus actores y actrices hasta sacarles todo y no dejarles dentro apenas nada.

De aprendiz de cantante de bata de boatiné junto a Fabio McNamara a ganador del Óscar a mejor película extranjera por ‘Todo sobre mi madre’, primero, y a mejor guion original por ‘Hable con ella’ después -«Yo creo que a mí nunca me darán un Óscar», llegó a declarar-; agotadoras sesiones de promoción en Los Ángeles, cenas con George Lucas y Steven Spielberg; decenas y decenas de galardones en todo el mundo, en especial en Francia, su amada Francia, que en primera instancia se le resistía y con la que ahora mantiene un consolidado romance.

España, sin embargo, ha sido un hueso duro de roer para el manchego. Para la historia, quedan sus desavenencias con los Premios Goya. Estas comienzan, sobre todo, con ‘Átame’, con la que se fue de vacío absoluto a pesar de contar con 13 nominaciones. Sus siguientes obras corrieron similar suerte. La guinda del (amargo) pastel la puso ‘Hable con ella’. Una película que no fue seleccionada por la Academia española para competir en la carrera de los Óscar a mejor película extranjera. ‘Los lunes al sol’, en cambio, fue la elegida.

Almodóvar saboreó las mieles del éxito y la revancha más tarde. Acabó llevándose a su casa el Óscar a mejor guion por aquel filme, además de ser nominado a mejor director.

Una historia que había que contarla

«Pedro ha dicho, por activa y por pasiva, que no va a escribir nunca una biografía ni quiere que nadie lo haga. Incluso, después de que él haya muerto», apunta García. El autor es consciente de que se ha sacado de la manga la única forma de poder hacer una sin que los tribunales se le echen encima. Leyó todo lo que Pedro ha dicho de sí mismo y todo lo que se dijo de él. Siempre acudiendo a más de una fuente, descartando las anécdotas jugosas con olor a noticia falsa.

Desde El Deseo, su productora, se han mostrado solícitos con el autor y le han permitido usar imágenes de sus películas. Ladis no conoce a Pedro personalmente. Ha pasado más de un año en la Biblioteca Nacional dando forma a la historia de un personaje que no se improvisa. No ha dejado ni una sola anécdota que se haya hecho pública en el tintero. Un personaje único que, esperemos, aún tenga mucho que contar.

Imágenes | IMDb

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