Se puede afirmar con rotundidad que ‘La maravillosa Sra. Maisel’ es una de las mejores comedias en emisión. Y para quien solo se guíe por los galardones, así lo demuestra su currículum: tres Globos de Oro, 19 Emmy y cinco Premios de la Crítica Televisiva, entre otros muchos.
Después del obligado retraso provocado por la pandemia de COVID-19, Amazon Prime Video, disponible a través de Orange TV, estrenó el pasado 18 de febrero la cuarta temporada de la serie. Una comedia que ha crecido impulsada por el boca a boca de los espectadores, la mejor promoción que solo se pueden permitir las ficciones de calidad.
¿Por qué tienes que ver la cuarta temporada de ‘La maravillosa Sra. Maisel’?
‘La maravillosa Sra. Maisel’ nos lleva a la Nueva York (Estados Unidos) de finales de los años cincuenta. Entre los algodones del Upper West Side vive el feliz matrimonio Maisel, una pareja que parece tenerlo todo. Son guapos, jóvenes e inteligentes. Solo hay un problema. Él, Joel (Michael Zegen) sueña con convertirse en monologuista, a pesar del pequeño inconveniente de que no tiene ningún talento para ello.
Sus continuas frustraciones acaban afectando a un matrimonio que, de la noche a la mañana, ve rota su eterna luna de miel. Es en ese momento cuando Midge (Rachel Brosnahan) se da cuenta de que ya no puede vivir en esa superficial rueda de fiestas, viajes y compras y necesita empezar a ganarse un sustento. Entonces descubrirá que ella sí tiene madera de cómica, que es capaz de subirse a un escenario y provocar la carcajada en el público. Justo el mundo en el que Joel ha fracasado.
A lo largo de las tres primeras temporadas, hemos visto crecer a Midge como humorista. Empezó como una peculiar ama de casa que se desfogaba ante un micrófono para construir una cada vez más sólida trayectoria que la ha llevado a recorrer medio país. Hasta que llegó el final de la tercera temporada, un traspié provocó la pérdida de confianza de su jefe y pulverizó todo lo que tanto le había costado ganar. El mundo del espectáculo es fabuloso, pero tan inestable como una pompa de jabón.
En esta cuarta temporada, Midge deberá volver a reconstruir su carrera y, sobre todo, conseguir dinero para pagar ese apartamento de lujo que quizá no debió comprar. Para ello contará con la inestimable ayuda de Susie (Alex Borstein), la atípica mánager a quien, por cierto, tampoco le va demasiado bien en el aspecto económico. Y es que la ruinosa adicción al juego era lo que le faltaba a su ya caótica existencia.
‘Maravillosa’ es poco
‘La maravillosa Sra. Maisel’ encierra tremendas lecciones detrás de su aspecto de dulce comedia. El desarrollo del personaje de Midge es la clave. Cuando arranca la serie, ejemplifica la situación de muchas mujeres en aquella época. Alienada, su día a día parecía volcarse en tener las medidas perfectas, conjuntar zapatos y bolso y cuidar a su marido.
Midge desarrolló una voz propia mientras descubría que es posible ser independiente y fuerte. Que no necesitaba colgarse como un ‘llavero’ del brazo de ningún hombre, y que eso no significa que no pueda seguir combinando su vestuario de la forma más primorosa.
Y todo ello, en el fantástico Nueva York de los años cincuenta y sesenta. La ambientación es otro de los puntos fuertes de la serie, una armonía de colores, sonidos y escenarios que hace que el espectador se sienta muy cómodo. Casi como si también fuera protagonista de ese entusiasta sueño americano.
Además, recrea a la perfección el mundo de la comedia neoyorkino, cuando la televisión comenzaba a descubrir a las estrellas nacidas en el espeso ambiente de los locales de moda. Se hace eco de las circunstancias políticas de la época, de la invisibilidad en la que vivían las minorías y de la doble moral burguesa. Y, todo ello, desde una perspectiva fresca y muy atractiva.
Amy Sherman-Palladino, la culpable
Si ‘La maravillosa Sra. Maisel’ es tan deliciosamente original, se debe a su creadora, Amy Sherman-Palladino. Aunque había trabajado en series como ‘Roseanne’ y ‘Love and Marriage’, muchos descubrimos su sello único y personal con ‘Las chicas Gilmore’ y ese Stars Hollow de fantástica diversión al que todos queríamos mudarnos.
Ahora, esta ficción de época adapta esa fórmula. Es decir, un entramado de secundarios fabulosos, con un punto paródico y una entidad que les permitiría protagonizar su propia serie. Y un ritmo narrativo muy dinámico en el que se suceden los momentos chocantes y que utiliza con maestría la profundidad de campo. Más vale mirar con atención todo lo que ocurre en cada secuencia, porque mientras en primer plano los protagonistas tienen una acalorada discusión, en el fondo, los secundarios están haciendo de las suyas con una brillante aportación del género slapstick.
Y, sobre todo, el sello Sherman-Palladino se da en ese universo en que los personajes (y los espectadores) viven en una fiesta eterna. Las mil y una conmemoraciones, las escapadas a París (Francia), la gira por la costa, las vacaciones en el campo… Todo se convierte en un evento cargado de juguetonas pero sagradas tradiciones.
En resumen, si te gustan las réplicas brillantes, los escenarios preciosistas y los personajes que luchan por ser felices a pesar de todo, ‘La maravillosa Sra. Maisel’ es la serie que ya deberías estar viendo.
Imagen | Amazon Prime Video