El pasado 17 de septiembre se estrenó en Netflix, disponible a través de Orange TV, ‘El juego del calamar’, una miniserie que pocos pensaron que fuera a convertirse en el gran éxito que es ahora.
Analizamos por qué ha sido un bombazo y ofrecemos al lector unas cuantas anécdotas y curiosidades sobre la ficción.
La premisa de la serie es muy simple y efectiva: un grupo numeroso de desarraigados, endeudados hasta las cejas y con problemas con la justicia, son tentados por una figura misteriosa e invitados a que acudan a un lugar y hora determinados. Allí son trasladados a un lugar desconocido, anclado en una isla, donde acaban los protagonistas de un juego maquiavélico en el que solo uno quedará con vida y acabará convertido en multimillonario.
A la caza del pobre: claves del éxito de ‘El juego del calamar’
A muchos les ha pillado por sorpresa el éxito descomunal de ‘El juego del calamar’. Lo que a priori parecía un estreno más de Netflix proveniente de Corea del Sur, que se unía a otras propuestas de la plataforma tan interesantes como ‘Alice in Borderland’, se ha convertido al final en la serie más vista de todo su catálogo. En su primer mes de emisión llegó a acumular 111 millones de visualizaciones en todo el mundo.
Una vez visto ‘El juego del calamar’, podemos sacar algunas conclusiones e intentar averiguar por qué ha arrasado.
Corea triunfa allá donde va
Con una industria más pendiente en llevar al cine al último superhéroe de moda como es la hollywoodiense, el público adulto (y no tanto) está ávido de nuevas propuestas que lo sacudan, que lo lleven a lugares poco transitados. Y Corea, junto con otras cinematografías asiáticas como Japón o China, son las que ofrecen en bandeja este tipo de productos.
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Precisamente fue Hollywood la que recibió con los brazos abiertos al cine coreano, otorgando el máximo premio posible, el Óscar a la mejor película, a ‘Parásitos’, otro éxito indiscutible. La película de Bong Joon-ho se llevó a casa, en total, cuatro estatuillas. De este modo, las puertas del mainstream se abrieron de par en par a los productos coreanos.
Un apartado visual que engancha
Escaleras de colores que remiten a la obra de Escher y espacios que simulan ser el patio de recreo de un colegio o un gimnasio (dardos directos a la infancia de muchos de nosotros) son elementos que hacen que el espectador apenas parpadee mientras ve un episodio de ‘El juego del calamar. Además, como bien sabe ‘La casa de papel’, si queremos que nuestra serie sea un éxito, hagamos que algunos de sus personajes lleven disfraces vistosos y fáciles de emular por los espectadores.
El poder de los iconos
Un apartado que enlaza directamente con el anterior. ‘El juego del calamar’ está repleto de elementos susceptibles de convertirse en virales. Por un lado, el leitmotiv del concurso son juegos infantiles que muchos conocemos como el escondite inglés; por otro, la utilización de símbolos geométricos y elementos tan llamativos como muñecas gigantes.
Todo ello, además, es fácilmente replicable. Y a la vista está que lo es: streamers tan populares como El Rubius han trasladado la fórmula de la serie a competiciones en sus directos. Incluso los ataúdes que se muestran, con ese lazo rosa característico, han llegado a la vida real y hay funerarias que los ofertan.
La fórmula ‘Battle Royale’
¿Qué tienen en común ‘Fortnite’, ‘Fall Guys’ y ‘Los juegos del hambre’? Todos ellos basan su premisa en ‘Battle Royale’, una novela publicada en 1999 que tuvo una adaptación al manga y al cine con el mismo nombre y que acabó siendo una obra de culto. Como suele pasar con este tipo de películas, su fórmula en apariencia limitada para un nicho de espectadores acaba fagocitada por el mainstream: primero fueron ‘Los juegos del hambre’ y luego videojuegos como los ya citados. Y es que la fórmula ‘solo puede quedar uno vivo’ se presta mucho a este último formato.
Todo producto de éxito masivo a veces va acompañado de polémica. Y la polémica atrae a espectadores que, a priori, no son el target final de la serie. El efecto ‘Battle Royale’, junto con la utilización en la serie de juegos infantiles, ha provocado que muchos niños accedan a la serie. Una serie, recordemos, calificada por Netflix para mayores de 16 años y que es, por lo general, bastante violenta.
‘El juego del calamar’: curiosidades y anécdotas
- En un momento de la serie, aparece un número de teléfono que, añadiendo el prefijo de Corea, resultó existir de verdad. Su dueño recibió más de 4000 llamadas en un día y Netflix tuvo que modificarlo a posteriori.
- El creador de la serie tardó 10 años en conseguir que llegara a buen puerto tras ser rechazado por productoras y actores.
- La trama del detective no estaba incluida en el guion original, sino que fue añadida por el creador de la serie cuando el proyecto se convirtió en realidad para la plataforma de Netflix.
- Se decidió crear un uniforme para los trabajadores de la isla y así transmitir un sentimiento malsano de colonia. De hecho, la máscara pretende emular la cara de una hormiga.
- El diseñador de producción, Chae Kyung-Sun, creó los ataúdes como si fuesen regalos para mostrar cómo el creador del maquiavélico juego se creía un dios que ‘regalaba’ su plan a la gente.
- ¿Qué significa el código de las máscaras de los funcionarios de la isla? Triángulo para los soldados, cuadrados para los superiores y círculos para los trabajadores rasos.
Imagen de portada | Netflix