Más de treinta años de moda y estilos: el vestuario, otro gran motivo para ver ‘The Crown’

/ 15 enero, 2021

Desde que se emitió su primer capítulo hace ya más de cuatro años, ‘The Crown’ no ha parado de sumar premios por su ambientación y su vestuario. El último, el Premio Primetime Emmy a las Artes Creativas 2020 a mejores trajes de época. 

Y es que la producción más cara de Netflix (disponible a través Orange TV) ha prestado especial atención a la recreación del estilo de cada miembro de la casa real británica. En sus 40 episodios hemos podido ver pasar las modas a partir de su vestuario, entender el carácter de los personajes a través de sus gustos y observar los cambios sociales de más de tres décadas de historia.

Detrás del vestuario de ‘The Crown’ hay cientos de horas de trabajo e investigación, mucha simbología y guiños a momentos históricos. Los repasamos.

Isabel II y el Felipe de Edimburgo en 'The Crown'.

La realidad de los personajes de ‘The Crown’

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Décadas de historia recogidas en vestidos

La primera temporada de ‘The Crown’ nos sitúa en 1947. La reina Isabel II (interpretada por Claire Foy) acaba de casarse con el duque de Edimburgo, todavía no tiene las obligaciones propias de su futuro mandato y disfruta de un viaje por los países de la Commonwealth.

Sin embargo, pronto debe asumir el cargo y comenzar a gestionar los asuntos de la corona. Y así empieza, también, una sucesión de icónicos vestidos que quedaron reflejados en los archivos históricos y de la prensa de todo el mundo. Uno de los primeros conjuntos que la diseñadora de vestuario Michele Clapton replicó hasta casi la exactitud en la serie fue de la boda de Isabel II y Felipe de Edimburgo. Después, llegó el de su coronación y, varias temporadas después, el vestido de boda de Lady Di.

Sin embargo, tal y como ha señalado en numerosas entrevistas, Clapton solo replicó algunos vestidos clave. Para el resto, decidió reflejar los gustos de los personajes reales con diseños propios para dar más personalidad a la serie. Los vestidos más icónicos pueden verse en la exposición virtual The Queen and the Crown, de Netflix, que repasa algunos de los trajes más simbólicos de ‘The Crown’ y ‘Gambito de dama’.

La diseñadora (quien está también detrás del vestuario de ‘Juego de Tronos’) y su equipo trabajaron en cientos de vestidos y accesorios para cubrir a los personajes principales, los secundarios y también las decenas de extras que están presentes en cada capítulo de la serie.

La moda para caracterizar a los personajes

En una entrevista a ICON, el propio Tobias Menzies contó cómo el vestuario de la serie le permitió meterse mejor en su personaje. El actor, que interpreta a Felipe de Edimburgo en la tercera y la cuarta temporada, elogió el trabajo de la diseñadora Amy Roberts (la encargada del vestuario en la segunda parte de la serie) para darle el toque de elegancia que siempre caracterizó al duque.

Otro de los personajes que modela su imagen a partir del vestuario es la princesa Margarita. En la vida real, diseñaba su propia ropa y fue durante décadas una referencia en el mundo de la moda. A través de su personaje podemos ver la evolución de las tendencias a lo largo de la segunda mitad del siglo XX: faldas amplias y con vuelo en los cincuenta, con cortes más rectos en los sesenta y un tono más desenfadado en los setenta.

A principios de los ochenta entra en juego otro personaje que también destaca por su forma de vestir: la princesa Diana. En la cuarta temporada, su estilo más joven y alegre contrasta en muchas ocasiones con la seriedad de la reina Isabel o del mismo príncipe Carlos. Muchas de las prendas que lleva en la cuarta temporada, como jerséis con estampados o trajes de chaqueta azules, están inspirados en modelos reales de Diana.

De etiqueta y protocolos

Engancharse a ‘The Crown’ implica adentrarse en las rutinas y obligaciones de sus personajes. Y, la mayoría de las veces, su actividad determina en gran medida su vestuario. A lo largo de los 40 episodios vemos a los miembros de la familia real con trajes de gala, uniformes militares, con capas, con y sin corona e incluso con ropa de montar y cacería.

Entender cuándo se requiere un modelo u otro forma parte de su trabajo y de un sinfín de normas protocolarias que se arrastran desde otros siglos. Los que no las conocen corren el riesgo de quedar en entredicho, como sucede en la cuarta temporada cuando Margaret Thatcher acude con tacones y traje de chaqueta a la casa de campo. O, todavía peor, cuando llega vestida con ropa elegante a tomar el té.

Entre todos los estilos que han llamado la atención de los espectadores de ‘The Crown’ destaca, curiosamente, la ropa que la familia lleva a montar a caballo. Tras la emisión de la cuarta temporada, se dispararon las ventas de la clásica chaqueta Barbour. Una prenda impermeable que los diferentes miembros de la casa real británica han llevado durante décadas en sus vacaciones en el campo y que ahora vuelve a ser demandada por jóvenes que, sobra decirlo, no se codean con la casa real.

Imágenes | Netflix

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