Esto es lo que más (y lo que menos) nos ha gustado de la tercera temporada de Stranger Things

Repasamos lo mejor y lo peor de la tercera temporada de Stranger Things.
/ 12 julio, 2019

Han pasado ya tres años desde que Will Byers desapareció sin dejar rastro y la llegada de Eleven puso la vida del grupo de Hawkings patas arriba. 

Corre el año 1985 y el pueblo estrena centro comercial, el grupo de amigos se enfrenta a dramas adolescentes y (empiezan los spoilers) unos científicos rusos amenazan con acabar con la tranquilidad del pueblo de Indiana. Repasamos lo que más y lo que menos nos ha gustado de esta nueva temporada. Un pequeño adelanto: en realidad, nos ha encantado.

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Los nuevos fichajes

Para los que pensaban que era imposible mejorar el dúo entre Dustin y Steve, Netflix tenía preparada una sorpresa. Esta temporada de ‘Stranger Things’ nos ha presentado nuevos personajes femeninos que han dado otro toque de humor a la serie. La primera en nuestra lista es Erica Sinclair. La hermana pequeña de Lucas (interpretada por Priah Ferguson) ya nos había conquistado con sus breves apariciones en temporadas anteriores. 

Sin embargo, en esta hace algo más que entrometerse y llamar nerd a su hermano. Después de ponerse ciega a helado (sin pagarlo, claro) accede a introducirse por el conducto de aire acondicionado sin saber que acabaría pasando la noche atrapada en un ascensor. Erica es uno de los personajes más divertidos de esta temporada y, por la química que tiene con el resto del grupo, esperamos que repita protagonismo en la siguiente. Todo parece indicar que así será. Al menos, sus amigos le hacen entrega de su kit de entrenamiento para frikis

Otro gran nuevo fichaje es Robin. La vendedora de helado lo tiene todo para encajar en el grupo. Es lista, divertida y capaz de descifrar un código secreto ruso en menos de 24 horas. Verla escapar de los rusos junto a Steve, ambos drogados y vestidos de marineros es, sin duda, de lo mejor de la temporada. El personaje de Robin está caracterizado por Maya Hawke, la hija de Ethan Hawke y​ Uma Thurman. 

La tercera en la lista es Suzie (Gabriela Pizzolo). Sí, la novia de Dustin existe. Y aunque solo aparezca durante unos minutos, su interpretación de ‘The Neverending Story’ nos conquistó. 

Los clichés ochenteros

No es nada nuevo que Stranger Things convence por devolvernos a los 80. Pero, ¿rusos malísimos? ¿Un centro comercial? Esta temporada ha superado todas nuestras expectativas. 

Los hermanos Duffer han recuperado la esencia de los villanos favoritos de Hollywood durante décadas. Los rusos. Malvados que no dudan en campar a sus anchas por Hawkings, ser crueles incluso con sus propios trabajadores y optar por despiadadas tácticas para conseguir información. Aunque en este caso se decantan por drogas de la risa. 

El último capítulo parecía terminar con una triste despedida. Sin embargo, a veces disfrutar de los créditos tiene su recompensa

Mientras hacen de las suyas en el entramado subterráneo, los habitantes de Hawkings están demasiado entretenidos como para notar que algo anda mal. En el verano de 1985, el pueblo acaba de estrenar un centro comercial. Como no podría ser de otro modo, está lleno de tiendas, restaurantes de comida rápida, un cine (en el que estrenan ‘Regreso al futuro’) y adolescentes pasando el rato. Tiene hasta señoras haciendo aerobic con mallas de colores. Todo muy ochentero.

Otros escenarios que nos hacen retroceder en el tiempo son la piscina municipal y la fiesta del 4 de Julio. Esta última tiene todo lo que estamos acostumbrados a ver en las pelis americanas de aquella época: algodón de azúcar, una noria, familias y grupos de amigos que se divierten… Mientras se masca la tragedia

La ambientación de los 80 es de lo mejor de la tercera temporada de Stranger Things.

En contra: ¿y toda esa publicidad?

La llegada del centro comercial a Hawkings está estrechamente ligada a otra novedad en la serie: la presencia de las marcas. Esta temporada está llena de imágenes, alusiones e incluso conversaciones que giran alrededor de ellas. La primera, Coca-Cola. En 1985, la marca lanzó New Coke, uno de sus mayores fracasos comerciales. Se trataba de una versión más dulce que solo estuvo unos dos meses a la venta. En la serie, sin embargo, parece triunfar. Aprovechando el tirón, Coca-Cola ha lanzado una edición limitada de esta bebida con el mismo sabor que la de 1985. 

Levi’s, Burger King, Kellogg’s, Kentucky Fried Chicken y Eggo Waffles son otras de las 75 marcas que aparecen, con mayor o menor protagonismo, en esta temporada. Algunas de ellas, al igual que Coca-Cola, han aprovechado el tirón. Levi’s ha diseñado una colección especial inspirada en la serie y Burger King lanzó por tiempo limitado un menú Wopper UpsideDown. 

Lo peor de la tercera temporada de Stranger Things es la publicidad.

Otro punto a favor: la escena final

El último capítulo parecía terminar con una triste despedida. Sin embargo, a veces disfrutar de los créditos tiene su recompensa y esta vez es una de ellas. Las escenas finales nos trasladan a la península de Kamchatka, en Rusia. Dejan la puerta abierta al regreso de algunos personajes que creíamos perdidos y confirman que habrá una cuarta temporada. ¿Qué más podríamos pedir? 

Imágenes | Netlflix

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