Megalodón: ‘jawsploitation’ para echarse unas risas

Megalodón es una película de Warner Bros dirigida por Jon Turteltaub.
/ 14 diciembre, 2018

Los fans de las películas cutres de animales gigantes o genéticamente manipulados están de suerte con ‘Megalodón’. Aunque en este caso no se trata de una película ni de serie B ni de animales mutantes. Es una superproducción de 150 millones de dólares con un tiburón gigante que existió hace millones de años. Ingredientes perfectos para despertar nuestra curiosidad y no esperar más que unos cuantos diálogos (no precisamente sesudos) con los que echarnos unas risas.

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Y es que ‘Megalodón’ no ofrece, realmente, grandes cosas. Ni espectaculares escenas de acción ni un humor hilarante. Más bien parece una película de sobremesa en la que se han pasado de presupuesto. Pero si, como a nosotros, lo que te gusta es precisamente ese quiero y no puedo, puede que sea tu película. Repasamos algunas de las claves de ‘Megalodón’ (por supuesto, con spoilers).

Desafíos científicos y tecnológicos

La película parte de un gancho para llamar nuestra atención. ¿Y si realmente el fondo de las Fosas Marianas no fuese más que una capa de hidrógeno que separa el océano que conocemos de otra zona mucho más profunda? Desde la estación de investigación submarina Mana One envían una misión de exploración que consigue, efectivamente, atravesar esta capa, encontrando un nuevo ecosistema submarino. Lo que sorprende es que consiguen alcanzar semejantes profundidades sin aparente esfuerzo y con un equipo bastante reducido. Y sin miedo ni sobresaltos. Hasta aquí nada de drama.

Una vez allí ocurre el primer accidente y la expedición se salda su primera víctima mortal. Pero, además, se da otro extraño fenómeno científico: al atravesar la capa de hidrógeno, se genera una especie de túnel de agua caliente que comunica ese ecosistema recién encontrado con las aguas más superficiales, atravesando los kilómetros de agua fría de las Fosas Marianas. Un túnel que aprovecha para cambiar de dimensión el megalodón.

El héroe, la heroína y muchos candidatos a una muerte segura

Otra de las cosas que permiten relajarse durante las casi dos horas que dura ‘Megalodón’ es su previsibilidad. Realmente ya sabemos lo que va a pasar. Y por supuesto, el rol de cada personaje desde el principio (ingrediente fundamental de este tipo de películas).

El héroe está protagonizado por Jason Statham. Y no podría haber un actor mejor. Su personaje, Jonas Taylor, ya se había topado con una criatura submarina gigante en el pasado, pero todos le habían tomado por loco. Tras este episodio, vive atormentado (o feliz) dando rienda a sus problemas de alcoholismo en un pueblo de Tailandia. Cuando le piden ayuda, se hace de rogar, pero accede en cuanto sabe que está en peligro su exmujer. Realmente, tenía que hacerlo: es el mejor en su campo. Recuerda, en el concepto, a ‘Armageddon’.

'Megalodón' o 'The Meg' en su título original está protagonizada por Jason Statham.

La heroína es la hija del jefe. Lista, guapa y valiente. Un personaje que no cae ni bien ni mal y que termina enamorándose de Jonas Taylor. Él también se enamora, en parte azuzado por la hija de ella. Ambas son asiáticas, un detalle que no debería tener mayor importancia, pero que sí esconde motivos detrás. ‘Megalodón’ es una producción chino-estadounidense y varias empresas del país asiático han colaborado con el presupuesto. Motivo por el que una parte importante del reparto es, también, oriental.

El resto de los personajes cumple todas las expectativas. Tenemos al friki, el rico, el gracioso que no sabe nadar, el mártir que se sacrifica por los demás y el que tiene la muerte más tonta. Y hasta un niño gordito que continúa chupando tranquilamente su helado segundos después de que casi le coma el megalodón.

El protagonista: un gran tiburón gigante (¡o varios!)

El escualo que les atormenta es un animal prehistórico que en la vida real se extinguió hace más de dos millones de años. Aunque las técnicas para estimarlo son imprecisas, se cree que llegó a medir unos 20 metros y que pesaba entre 50 y 60 toneladas. Según el zoólogo australiano Stephen Wroe, el megalodón podía cerrar su boca, de unos dos metros de ancho, con una fuerza de más de 18 toneladas.

Esto lo convertía en un gran depredador que, además, nadaba el doble de rápido que un tiburón blanco. Aunque para muchos esto no ha sido explotado en la película. Entre ellos, el mismo Statham, que señaló que “el resultado final de Megalodón no tiene toda la sangre que habían prometido”. Y la verdad es que la película no tiene ningún momento demasiado gore o terrible. Lo que sí permite la cinta es vivir varios momentazos “Statham vs tiburón”. Ya por eso merece la pena.

La adaptación del best seller ‘Meg’ de Steve Alten no brilla como las primeras películas de la saga ‘Tiburón’. Tampoco es tan graciosa como ‘Sharknado’, ‘Zombeavers (Castores zombies)’ o la muy absurda ‘Megapirañas’. Pero tiene su aquel y puedes verla en el Videoclub de Orange TV.

Imágenes | Warner Bross

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