La carrera cinematográfica es una de las más sacrificadas del mundo y, por ello, son muchos los actores que se exponen a situaciones límite para bordar un papel.
Dietas extremas, entrenamiento diario e incluso ingesta de alimentos hiperproteicos para aumentar de peso son algunos de los ejemplos de hábitos a los que se someten nuestros artistas favoritos.
Shia Labeouf, un experto en caracterización
Si hay un actor conocido por su implicación durante la grabación de una película, ese es Shia Labeouf. Podría decirse incluso que tiene un método propio. El caso más conocido es el de su papel para ‘Corazones de acero’, largometraje que rodó junto a Brad Pitt, disponible en el Videoclub de Orange TV.
En esta ocasión, Labeouf decidió autolesionarse, ya que la caracterización de heridas en su cara no era demasiado real para él. Además, durante todo el rodaje estuvo un total de 28 días sin ducharse y se abría las heridas constantemente para que parecieran recientes.
No obstante, esta no fue la única barbaridad que realizó el actor para el papel de Biblia en ‘Corazones de acero’. También decidió ir al dentista para que le arrancara uno de los dientes delanteros, y así dar más dramatismo a su personaje.
Natalie Portman, un ‘Cisne negro’ en todo su esplendor
La actriz israelí se preparó a conciencia el papel de Nina para ‘Cisne negro’. Hablamos de una interpretación que conllevaba varias escenas de baile profesional y, muchas de ellas, no podían ser filmadas por una doble.
Por esa razón, Portman se sometió a un entrenamiento de ballet muy intenso. Trabajaba durante 15 o 16 horas seguidas, tres de ellas bailando. Tal fue la dedicación de la actriz que terminó con una lesión en la costilla.
Sin embargo, gracias a su disciplina, Natalie no solo consiguió bailar a la perfección varios fragmentos del ballet ‘El lago de los cisnes’, sino que también esculpió su cuerpo como el de una bailarina profesional a base de duros entrenamientos y dieta.
El método que utilizó fue el conocido como ‘Power Plié’, una rutina desarrollada por el English National Ballet y con la que entrenan para obras como ‘El cascanueces’ y ‘Romeo y Julieta’.
Adrien Brody, ‘El pianista’ que nos dejó helados
Roman Polanski nos regaló en 2002 una de las películas más duras que hayamos podido ver en la historia del cine, ‘El pianista’. El actor que eligió para la interpretación del papel protagonista fue Adrien Brody y, casi 20 años después, podemos decir que no se equivocó.
Brody elevó a la gran pantalla la historia de Wladyslaw Szpilman, un pianista judío que vivió en primera persona el Holocausto en la ciudad de Varsovia. Para mostrarnos de la manera más realista posible aquel horror, el artista tuvo que llevar a cabo una considerable pérdida de peso.
Durante los meses previos a la grabación, el actor comenzó una transformación física brutal y llegó a perder 15 kilos en poco más de seis semanas. Su dieta fue básicamente no comer. Adrien se alimentaba a base de huevos duros, té y algo de proteínas a la hora de comer.
No obstante, el intérprete quiso ir más allá y decidió privarse de todo lo que hasta el momento constituía su vida normal. Además de hacer una inmersión total en soledad, practicaba con el piano varias horas al día y visualizaba documentales sobre pianistas de la época. Sin duda un sacrificio que dio sus frutos con un largometraje sublime y el galardón de un Óscar al mejor actor.
Christian Bale, veterano en cambios de peso radicales
Entre los actores que llegaron demasiado lejos para bordar un papel está Christian Bale. Hablamos de otro de los actores más conocidos por los cambios drásticos a los que somete su cuerpo entre rodaje y rodaje. Sus papeles más famosos son los de Batman en ‘El caballero oscuro’ y Trevor Reznik en ‘El maquinista’.
Para representar a un personaje prácticamente famélico, Bale tuvo que adelgazar más de 30 kilos en cuatro meses aproximadamente. Evidentemente, esa pérdida de peso estuvo monitorizada en todo momento por especialistas en dietética.
Ahora bien, su gran capacidad de transformación se volvió a demostrar poco tiempo después del rodaje de ‘El maquinista’ para convertirse en Batman. En este caso tuvo que recuperar su masa muscular anterior y aumentarla apoyado por una dieta hipercalórica y entrenamiento diario. Pasó de 50 a 90 kilos en tiempo récord.
Como último ejemplo, tenemos su interpretación en ‘The Fighter’, película rodada en 2010. En esta ocasión, engordó más del doble de su peso habitual y llegó a pesar 103 kilos. Sin duda una de las rutinas más extremas de la andadura cinematográfica del actor.
Imágenes | Twentieth Century Fox France, Bac Films, Sony Pictures, Paramount Vantage
