El nombre de Chuck Wepner puede que no sea demasiado conocido por el gran público. Pero si decimos “Rocky Balboa” la cosa cambia. El espectador puede disfrutar en Orange TV de toda la saga del púgil más famoso de todos los tiempos. En este artículo te contamos cuál fue la historia real de Rocky Balboa, o Chuck Wepner.
Efectivamente, Rocky Balboa, el personaje que elevó al estrellato al actor de origen italoamericano Sylvester Stallone, que empezó haciendo películas eróticas de dudosa calidad, está basado en el boxeador Chuck Wepner, que llegó a batirse sobre la lona con nada menos que Muhammad Ali en 1975.
¿Qué licencias se tomó Sylvester Stallone a la hora de confeccionar el guion de ‘Rocky? ¿Todo lo que se cuenta en la saga es verdad? A continuación, la historia real de Chuck Wepner, un boxeador que no se caracterizaba, precisamente, por su imbatibilidad, sino por ser un auténtico tipo de barrio, curtido en las calles y resistente ante los más grandes.
Chuck Wepner, un obrero de los golpes
Wepner nació en la ciudad de Bayonne en Nueva Jersey el 26 de febrero de 1939. De ascendencia judía, su juventud la pasaría en la ciudad del juego, Atlantic City. Unos años curtidos a base de golpes en las calles, formando parte de pandillas y con la mirada puesta en su padre, Charlie Wepner, también boxeador. Aunque, al principio, Chuck tenía puestas sus esperanzas en otro deporte, el baloncesto.
No fue hasta la década de los 50 cuando a Wepner le entró el gusanillo del boxeo. Y aunque su vida familiar no se lo permitía, sí que sacaba a pasear los nudillos gracias a un trabajo como guardia de seguridad a las puertas de un club nocturno de strippers. No obstante, ya comenzó a ganar títulos en torneos regionales como el Golden Gloves de Nueva York. Debutó como profesional en 1964, cuando ya contaba con 25 años.
Un punto y aparte en su trayectoria pugilística ocurrió en su enfrentamiento con Sonny Liston, excampeón de los pesos pesados. Wepner encajó tantísimos golpes que llegó a recibir 70 puntos de sutura. Sangró tan copiosamente, tiñendo la lona de rojo, que pasó a ser conocido como ‘el Sangrador de Bayonne’ (The Bayonne Bleeder).
Su enfrentamiento con Ali, punto y aparte en su carrera
Wepner ya era conocido de sobra en el mundo del boxeo gracias a su feroz combinación de dar y recibir. El célebre promotor Don King aprovecharía dicha don para acordar una pelea contra George Foreman. Pero no llegó a ocurrir: Muhammad Ali, en la mítica pelea de Kinshasa (Zaire), destrozó a Foreman de tal manera que lo dejaría inhabilitado para el combate contra Wepner.
Contra todo pronóstico, Ali cogió el relevo de Foreman y se subió a la lona para batirse con Wepner. David contra Goliat. Un combate que Wepner aceptó por una cantidad de 100 000 dólares. Tenía 35 años. Hasta dicho encuentro, Wepner se dedicaba a pelear en clubes de aficionados en tugurios de baja estofa.
Stallone siempre fue un gran aficionado al boxeo. Y la noche del enfrentamiento Wepner-Ali se encontraba en un teatro de Los Ángeles dispuesto a disfrutar de una velada de boxeo un tanto atípica: el rey de los guantes Ali se las veía con un modesto luchador de raza y carácter, capaz de teñir la lona con el rojo de su sangre sin caer en el desaliento. Un combate decisivo que inspiró a Sylvester Stallone a crear su propia historia, la de su alter ego, un Rocky Balboa siempre frente a la adversidad, que aunque sonara la campana y su cara estuviese llena de sangre, no besaría la lona de la derrota.
En el combate, la suerte parecía echada. Las apuestas eran de 30 contra 1. Wepner, no obstante, quería dar la sorpresa. Se entrenó como nunca, llegando a dejar su trabajo de distribuidor de bebidas.
Por su parte, Don King se dedicaba a publicitar la pelea como el acontecimiento del siglo, un gigante contra la encarnación del eterno luchador inapelable al desaliento. Por su parte, Wepner asistía con una triste sensación de humillación por lo dicho sobre él en la prensa. Su dignidad estaba por encima de todo. Y así lo demostraría en el ring.
El duelo ocurrió frente a 14 847 espectadores en el Richfield Coliseum de Ohio. James Brown calentó al personal interpretando el himno nacional que precedió al combate. Sonó la campana y Ali se dedicó a enseñar al mundo su corona de nudillos. Durante los ocho primeros asaltos fue el rey: Wepner mostraba su debilidad y se sentía incapaz de conseguir acertar golpes rotundos que hicieran caer a su oponente.
Fue en el noveno asalto cuando ocurrió lo inesperado: un derechazo a las costillas y un pisotón que pasó inadvertido tuvieron la culpa de que Ali se desequlibrara y cayera a la lona. Solo tres luchadores habían logrado derribar al púgil. Wepner se colocaba la medalla de ser el cuarto en la historia.
La caída a la lona despertó el ego enfurecido de Ali, hasta entonces dormitado por un, seguramente, exceso de autoconfianza. Durante los siguientes seis asaltos, el boxeador descargó su furia contra Wepner que a esas alturas del combate se encontraba agotado y herido. A solo 19 segundos de que sonara la campana final, el árbitro Tony Pérez paró el combate. Este declaró que no había visto jamás a un ser humano aguantar 15 asaltos de tal magnitud.
Wepner y Stallone, encuentros y desencuentros
Stallone, tras ver la pelea, sabía que debía llevar la historia de Wepner a la gran pantalla. O, al menos, ese momento de su vida, que tantos paralelismos había encontrado con la suya propia.
‘Rocky’ se estrenó en 1976 y ganó tres Premios Óscar: mejor película, mejor dirección y mejor montaje. Stallone fue nominado por su guion e interpretación pero se fue de vacío. La relación entre Stallone y Wepner no se rompió en esa película: el actor lo quería para que interpretara a un entrenador en ‘Rocky 2’ pero la adicción al alcohol (y otras sustancias) de Wepner malograron el intento.
Tras un tiempo con problemas con la justicia por tráfico de drogas y ya en 2003, Wepner decidió demandar a Stallone por haber utilizado su nombre “para promocionar la franquicia de ‘Rocky”. Y no solo eso, sino que detalles de su vida estaban calcados, como el mítico entrenamiento de las escaleras. Finalmente, los abogados de ambas partes llegaron a un acuerdo por una cifra no revelada.
Ahora, el espectador tiene la oportunidad de revivir la saga de ‘Rocky’ y acompañar a un púgil que, si bien no ha sido el mejor del mundo, sí ha demostrado tener las agallas suficientes para pasar a la historia del boxeo.
Imágenes | Portada: Wikimedia Commons (Towpilot) y Wikimedia Commons (Igel B TyMaHe) TMDB