¿Cuáles son tus actores americanos favoritos? Estos son los nuestros

/ 13 marzo, 2018

¿Quién decide qué actores americanos son mejores que otros? ¿Sus premios llenos de polvo en las vitrinas? ¿Contar con un agente con olfato de sabueso que te garantice los papeles más jugosos? No tenemos ni idea, pero sí abogamos por los eternos secundarios.

En PopTV —y especialmente a través de la oferta cinematográfica que propone Orange TV— disfrutamos como el primer día revisando los trabajos interpretativos de estos maestros. Y te invitamos a hacer lo mismo.

Hemos dejado a cientos fuera —desde Clive Owen o Robert Duvall a Michael Douglas— porque ya se sabe cómo es esto: no están todos los que son, pero sí son todos los que están.

Jack Nicholson

¿Qué podemos decir del motero más yonki en Easy Rider (1969), el icónico rostro del terror (Jack Torrance para más señas), el mejor Joker con permiso de Heath Ledger o ese señor que no cree en el amor bajo ninguna circunstancia hasta que el propio amor derriba su muro de cemento (en Mejor… imposible)?

Sí, John Joseph «Jack» Nicholson (Neptune City, Nueva Jersey, 1937) no posee tres Oscars y seis Globos de Oro por nada. Sus éxitos son tantos y tan plurales que costaría enumerarlos en un artículo. Nos quedamos con esa ceja de pico tan característica.

Tom Hanks

Buen actor, mejor persona. Parece una frase manida pero las anécdotas hablan por sí solas: rodar con él es un orgullo. Y ya dijimos que su hijo Colin Hanks va por el mismo camino en eso de ser un ser de luz. Nos sentiríamos muy decepcionados si se destapara una noticia que descubriera que es un monstruo.

Quedémonos con sus interpretaciones, con esos pantalones pesqueros en Forrest Gump (1994), su barba torturada en Náufrago (2000) —y Captain Phillips—, su romance imposible en el mundo de “los mayores” a través de Big (1988) o esa barbilla arrugada cuando la tormenta se ciñe sobre su cabeza —en cualquiera de sus éxitos, desde Salvar al Soldado Ryan hasta Camino a la Perdición—.

Y si te parecen pocos éxitos, tal vez deberías redescubrir a través del Canal Hollywood en Orange TV su mirada afilada como poli enfadado en Atrápame si puedes (2002) –o mucho más tierna en La milla verde (1999)—. No tendrá muchos “recursos”, pero sin duda son infalibles.

Samuel L. Jackson

Nacido el 21 de diciembre de 1948, la de Samuel Leroy Jackson es una verdadera historia de superación. Un simple extra de ‘El planeta de los simios’ se ha convertido en uno de los actores más carismáticos de la historia. Tildado de eterno secundario, no aceptamos que no poseer una estatuilla dorada lo deje aparcado junto a los olvidados.

Porque sus interpretaciones en Django Desencadenado (2012) bien valdrían el galardón de sus colegas, su némesis en El Protegido (“el hombre de cristal”) encoge el corazón, su indestructible Shaft —donde se enfrentaba a un yuppi asqueroso interpretado por Christian Bale—, sus papeles en Jackie Brown (1997) o Pulp Fiction (1994)… Por ser fue hasta Mace Windu, el maestro Jedi más contundente del Consejo (Star Wars).

Jake Gyllenhaal

Hijo de director y guionista, Jacob «Jake» Benjamin Gyllenhaal se dio a conocer con Donnie Darko (2001). Se se convirtió en estrella con Brokeback Mountain (2006) y se hizo de oro con blockbusters de saldo mientras, a ratitos, hacía dramas románticos.

Pero si nos fijamos en cu edad —apenas 37 años— nos quedamos de piedra cuando recordados su nuevo período dorado: en Zodiac (policía o asesino) y Jarhead (héroe o villano), en Prisoners (2013) en modo padre coraje, en Enemy (2013) duplicando interpretación y dimensión, en la desquiciada Nightcrawler (2014) como reportero visceral o en Animales Nocturnos (2016) como marido imposible.

Todos y cada uno de sus últimos papeles bien valen un estudio concienzudo. Algunos usarán la manida frase “actor de raza”. Lo único que sabemos es que es un mutante. Y sí, también estamos guiñando el ojo a una interpretación suya para el Moon Knight de X-men.

Matthew McConaughey

Durante demasiados años ha sido un guaperas desafortunado, tipo duro en comedias de baja estofa como Novia por contrato (2006) o Cómo perder a un chico (2003). Todo cambió al alcanzar su cénit de chico para portada de carpeta en Conquistando las olas (2008).

Por suerte, algún día debía dejar esa pose de chulo de playa aparcada. Dicha faceta quedó enterrada en la siguiente década, acompañada a su vez de un SAG, un Globo de Oro y un Óscar. Cowboy en Dallas Buyers Club (2013), detective funesto y oscurantista en True Detective (2014), padre atormentado en Mud (2012), sus papeles han desarrollado un método que va muy lejos de su Texas natal: hoy día permanece entre los primeros puestos de cualquier agenda.

Morgan Freeman

El hombre que conocía Zihuatanejo mejor que nadie —preso eterno en Cadena Perpetua (1994)—, el policía veterano de Seven (1996) o el mismísimo Dios (donde puso algo más que su voz). También fue el chófer más elegante del cine, en Paseando a Miss Daisy (1990) y el vaquero más extraño en Sin perdón (1992).

Morgan Freeman nació el 1 de junio de 1937 —sí, dentro de poco cumplirá 80 añazos— y a lo largo de las últimas cinco décadas ha participado en telefilmes de dudosa calidad y nulo prestigio, pero también en algunas de las cintas mejor valoradas de todos los tiempos.

La de Freeman también ha sido tildada de “carrera de secundario” —ese fue el galardón que le concedieron en 2005 por Million Dollar Baby—. Sin embargo, si algo sabemos los devotos del séptimo arte, es que no hay secundarios, sino principales con menor presencia.

Robin Williams

Chicago, el hogar de Harrison Ford, nos ha dado a grandes actores pero uno mejor que todos: Robin Williams. Reivindicábamos hace unos días al Robin Williams de El Hombre Bicentenario, pero si hacemos memoria recordamos entre lágrimas a su profesor de El Indomable Will Hunting (1997) y El club de los Poetas Muertos (1990). También, entre risas, a su profesor chiflado en Flubber (1997).

La señora Doubtfire era un padre que buscaba reconquistar a su familia y no perder a su hijo. Y sabía lo que era ver a través de un niño, uno “roto” en Jumanji y otro “arreglado” de Hook. La voz del genio más carismático de la historia —en Aladdin— también nos arrebató un fragmento de alma como novio fatídico de Más allá de los sueños (1998). Lo echamos de menos, desde luego.

Philip Seymour Hoffman

También echamos de menos a otro de los actores más emblemáticos de las últimas décadas.

El Truman Capote más frágil (2005), el padre de la cienciología en The Master (2012), ese amigo raro de actor porno raro en Boogie Nights (1997), un audaz tirano en la trilogía de Los Juegos del Hambre (2013-2015), un cura descontento en La Duda (2008), un enfermero enfermo (en Magnolia, 1999) o un ladino violinista de cuarteto en El último Concierto (2012).

Y sólo estamos esbozando un pequeño fragmento de su intemporal talento. Hoffman se fue de este mundo el 2 de febrero de 2014 y, desde entonces, el cine ha sentido la deuda de sus virtuosas facultades.

Robert De Niro

Y nos despedimos con la que sea, tal vez, la figura más representativa del género. Y medio siglo de trabajo le avala. Robert Anthony De Niro Junior sigue siendo hoy el arquetipo de actor estadounidense. ¿Por qué? Por sus vidas difíciles, actuaciones febriles, dinero a espuertas, talento, reconocimiento tardío…

Todo lo que digamos sobra. El hijo de la noche en Taxi Driver (1976), el boxeador más famoso de la historia con permiso de Rocky (en Toro Salvaje, 1980), su pulso con Al Pacino compartiendo papel en Heat (1995), ese guerrero maniatado por las secuelas de la guerra en El cazador (1978), su intemporal y premiada labor en la trilogía de El Padrino… o en Uno de los nuestros (1990) o en Érase una vez en América (1984). ¡Y en El cabo del miedo (1991)!

Vale, ya paramos. Pero te animamos a revisar estos años de historia a través de sus rostros. Amarás un poquito más el cine. Y será gracias a ellos.

Imagen | IMDB

/
Subir