Kim Basinger es una de tantas artistas que han llegado a lo más alto y también a lo más bajo, para terminar llevando una vida tranquila y alejada de las cámaras.
Te contamos cómo ha sido su vida, cuáles son sus películas más destacadas y que llevó a la actriz a terminar en bancarrota después de conquistar al mundo con títulos como ‘Nueve semanas y media’.
Sus primeros años
Kim Basinger nació en Athens, una ciudad de Georgia (Estados Unidos), en 1953. Desde muy pequeña se interesó por la danza y el ballet y cuando consiguió superar sus problemas de timidez, empezó a presentarse a concursos de belleza. Con 16 años fue elegida Miss Georgia, un premio que le llevó a conseguir un contrato como modelo de fotografías en Nueva York (Estados Unidos).
Tras varios años compaginando este trabajo con clases de canto e interpretación, decidió mudarse a Los Ángeles (Estados Unidos) para buscar oportunidades en el mundo del cine y la televisión. Y las encontró. Sus primeras apariciones en la pantalla fueron en series como ‘McMillan & Wife’ y ‘Los ángeles de Charlie’. En 1981 hizo su debut en el cine con ‘Hard Country’.
Por aquel entonces, empezaba ya a ser conocida como sex symbol, tanto en Estados Unidos como fuera de sus fronteras, y su nombre se encontraba entre los favoritos para participar en varias películas. De esta época data también su primera (y recordada) sesión en la revista ‘Playboy’.
Las películas más taquilleras de Kim Basinger
En la década de los ochenta Kim Basinger rodó algunos de sus trabajos más conocidos. En 1983 dio vida a Domino Petachi en ‘Nunca digas nunca jamás’, una película de James Bond rodada por una productora independiente.
En 1986 le llegó el turno a ‘Nueve semanas y media’. En esta película erótica da vida a Elizabeth, una mujer que trabaja en una galería de arte y comienza una apasionada relación con John Gray, interpretado por Mickey Rourke. Este film sirvió para situar a estos dos actores, que no se llevaban muy bien en la vida real, como símbolos sexuales.
El punto más álgido de la carrera de Kim Basinger tuvo lugar en 1997, cuando su interpretación en ‘LA Confidential’ le llevó a conseguir un Óscar y un Globo de Oro a mejor actriz de reparto. Por aquel entonces tenía 44 años y el papel de Lynn Bracken, una prostituta fundamental en esta trama de suspense neo-noir, conquistó a la crítica y al público.
La actriz ha participado también en otras películas como la versión de Batman de Tim Burton, en la que interpreta a la reportera Vicky Vale, y ‘8 millas’. Otros títulos interesantes de su filmografía son ‘Lejos de la tierra quemada’ y ‘La bendición’, disponibles en Orange TV.
Su último trabajo ha sido ‘50 sombras más oscuras’, la secuela de ‘50 sombras de Gray’ que se rodó en 2017. En ella interpreta a la mujer que introdujo a Christian Grey en el mundo del sadomasoquismo.
Kim Basinger tras las cámaras: del éxito a la bancarrota
La vida privada de Kim Basinger nunca fue un secreto en Hollywood. La actriz, vegana desde muy pequeña, ha sido y sigue siendo una reconocida activista en defensa de los derechos de los animales. Posó para anuncios en contra de las pieles e incluso estuvo involucrada en la creación de una ley para aumentar la protección de los animales de granja enfermos.
Aunque, como no podría ser de otro modo, esta faceta animalista ha tenido menos repercusión que su lado más excéntrico. Durante los mejores momentos de su carrera, solo se lavaba el pelo con agua mineral de marca Evian y llegó a comprarse un pueblo entero para montar unos estudios de cine y un parque de atracciones. Un capricho que se tomaron también otros artistas como Dolly Parton y Michael Jackson, con Dollywood y Neverland, respectivamente.
La actriz gastó 20 millones de dólares en este movimiento, que realizó junto a otros inversores en 1989. Sin embargo, su proyecto fracasó y al cabo de un par de años tuvo que venderlo por solo dos millones.
El segundo de sus divorcios también contribuyó a la ruina de la actriz: Basinger se casó en 1980 con el maquillador Ron Snyder, al que conoció durante el rodaje de ‘Hard Country’, y de nuevo en 1993 con el actor Alec Baldwin. Cuando la pareja (que tuvo su cameo en ‘Los Simpson’) se separó, comenzó una larga serie de litigios que costaron a la actriz 3,5 millones de dólares en abogados.
Ese mismo año, Basinger se vio obligada a pagar más de siete millones de dólares por incumplimiento de contrato cuando se arrepintió de su compromiso de filmar la película ‘Mi obsesión por Helena’. El golpe fue definitivo: la actriz había perdido sus ahorros y se declaró en bancarrota. Fue por aquel entonces cuando rodó el anuncio de Freixenet en España. Es muy probable que la actriz aceptase este trabajo agobiada por sus deudas, aunque esto nunca ha sido confirmado.
Hoy, Kim Basinger lleva una vida discreta y alejada de las cámaras con su pareja, el estilista Mitch Stone.
Imágenes | NBC Universal