Aunque antes de su llegada, Karlos Arguiñano y compañía ya campaban a sus anchas en televisión, no lo hacían en territorio de máxima audiencia. Por ello se puede considerar a Alberto Chicote como un pionero: fue el primer cocinero que se coló en el prime time televisivo español. Lo hizo con ‘Pesadilla en la cocina’, un programa que La Sexta estrenó con éxito en 2012 y que ya va por su temporada número seis. Analizamos el efecto Chicote: ¿cómo ha conseguido el cocinero más cascarrabias de la tele meterse al público en el bolsillo?
‘Pesadilla en la cocina’, su trampolín mediático
Acostumbrados al buenrrollismo y simpatía de Arguiñano, los espectadores no daban crédito al ver cómo un chef de ceño fruncido y fuerte carácter se colaba en sus televisores en horario de máxima audiencia. Su nombre: Alberto Chicote.
Esta vez no había un cocinero contando chistes mientras hacía un bacalao al pil-pil o jugaba a ser ventrílocuo poniendo voz a un mero. En la adaptación del formato internacional ‘Kitchen nightmares’, La Sexta sustituía el impoluto decorado televisivo de los programas culinarios por la realidad de los restaurantes más caóticos.
Alberto Chicote no era un chef al uso: no vestía de blanco, sino que aparecía ataviado con estridentes y coloridos chaquetillas diseñadas por Ágatha Ruiz de la Prada. Tampoco se le veía preparar suculentas recetas. Él no estaba ahí para cocinar, sino que tenía otra misión: la de ejercer de coach hostelero.
Cada capítulo de ‘Pesadilla en la cocina’ presenta el caso de un restaurante fuera de control. Chicote llega, detecta qué es lo que falla, se sorprende, aconseja, no le hacen caso, se enfada, mete caña, se rebotan con él, se cabrea aún más, intenta conocer a fondo a los protagonistas para entenderlos, conecta con ellos y ambas partes logran congeniar. Finalmente, el desastroso establecimiento da un espectacular giro gracias a los consejos del experto.
La quinta temporada de ‘Pesadilla en la cocina’, programa producido por Warner Bros IPTV-España, superó con una de sus entregas el 14% de share en la franja de máxima audiencia en La Sexta. No es el único mérito del formato, que ha llegado a convertirse en viral con episodios como el dedicado al Café Zamora. El comportamiento de la dueña hizo que Chicote acabase abandonando el establecimiento, algo insólito en su trayectoria en ‘Pesadilla en la cocina’.
Así se ha ganado Chicote al público
Podría decirse que Chicote es el Risto Mejide de los fogones. Tiene un carácter fuerte, se enfada y dice verdades como puños sin dar ningún rodeo. ¿Cómo ha conseguido un cocinero con papel de gruñón ganarse el cariño de la audiencia? Bajo su fachada de tipo duro, hay alguien sensible, sensato, cariñoso y tierno. El cocinero sabe comunicar, da consejos y se emociona con las historias que se muestran en su programa.
El famoso chef ve grasa por las paredes, comandas atrasadas, camareros dispersos y explota porque no puede más. Chicote se convierte en una especie de demonio de Tasmania de los Looney Tunes y recorre el restaurante metiendo prisa y regañando a todos envuelto en su estrafalaria chaquetilla. El espectador se identifica con él porque a nadie le gusta comer en un local donde la cocina está sucia, la comida está mal hecha y el servicio es un desastre.
Chicote es visceral y enseña los dientes, pero no muerde. Con su experiencia y conocimientos relacionados con el negocio de la gastronomía, intenta sacar lo mejor de los protagonistas que pasan por ‘Pesadilla en la cocina’. Salta del enfado a la carcajada, de la bronca al abrazo. Al final, Chicote resulta entrañable y eso hace que el espectador conecte con él. Su sentido del humor, patente en sus comentarios llenos de ironía y sarcasmo, no pasa desapercibido al gran público.
Estrella de la tele con el talent ‘Top Chef’, especiales y campanadas
Los buenos datos de audiencia de ‘Pesadilla en la cocina’ y la simpatía que Chicote despertó entre el público no pasaron desapercibidos para los programadores. Antena 3 confió en el cocinero para la conducción de ‘Top Chef’, un talent show culinario similar a ‘Masterchef’ donde en lugar de concursantes amateurs son profesionales de la cocina quienes compiten por hacerse con el premio.
Pero Chicote no solo ha hecho formatos relacionados con el espectáculo. En Atresmedia también confiaron en él para hacer varios programas especiales relacionados con el mundo de los alimentos y las dietas. En ellos podíamos ver al cocinero convertido en un reportero todoterreno. Quedaban demostradas las dotes de comunicador de Alberto Chicote, en quien los espectadores siempre han visto a alguien cercano con el que han empatizado.
El cocinero ha dado las campanadas hasta en cuatro ocasiones. Primero lo hizo en La Sexta y luego saltó a Antena 3, donde ha estado al pie del cañón en Nochevieja junto con Cristina Pedroche en los últimos dos años. Teniendo en cuenta que son los rostros más influyentes de la televisión los encargados de presentar semejante evento, es evidente que el público quiere a Chicote.
Pionero de la cocina fusión en España
Todo el mundo conoce al personaje televisivo, pero son pocos quienes saben cuáles son los orígenes del mediático cocinero. Alberto Chicote se crió en el madrileño barrio de Carabanchel Alto y desde muy joven comenzó a formarse para llegar a ser un gran chef. Con 17 años entró en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid. Poco después empezó a hacer sus pinitos en prestigiosos restaurantes de la capital. Pero su hambre de aprender no había quedado saciada y decidió irse a Suiza para continuar su formación como cocinero.
Regresó a España, siguió trabajando y empezó a despuntar por su buen hacer en los fogones. Fue a finales de los 90, en el prestigioso restaurante NODO, donde destacó al mezclar la gastronomía española con la japonesa. Esto le convirtió en uno de los pioneros en España de la cocina fusión. El reconocimiento a su labor llegó en 2005 al recibir el premio al mejor cocinero del año en Madrid Fusión.
Pan de Lujo fue el restaurante de cocina alternativa en el que Alberto Chicote trabajó antes de su salto a la televisión. Además, participaba en jornadas gastronómicas e impartía clases magistrales. Con ‘Pesadilla en la cocina’ se centró en el mundo de la pequeña pantalla, donde alcanzó una fama que le impulsó a montar su primer restaurante.
Los restaurantes de Chicote en Madrid
Yakitoro es el nombre que el cocinero le puso al establecimiento que abrió en Madrid dos años después del estreno de su programa. El restaurante, con un menú que reinterpreta la comida japonesa, fue todo un éxito. La gente quería ir a comer los originales platos de la estrella televisiva y, de paso, intentar saludarle y fotografiarse con él. Poco después, Alberto Chicote decidió abrir otro Yakitoro, también en la capital. La ‘Chicotemanía’ era tal que había que aprovechar el tirón: en 2016 el cocinero inauguraba la taberna de cocina española Puertalsol junto a la mismísima Puerta del Sol de Madrid.
Está claro que Alberto Chicote es una marca propia que va más allá de los fogones e incluso de la televisión. El chef cuenta con un aceite de oliva que lleva su nombre y ha tenido hasta su propia revista de cocina en los quioscos. Chicote no tiene ninguna estrella Michelin, pero parece no hacerle falta porque cuenta con otra cosa más valiosa: el cariño de un público que incluso podría denominarse fan.
Imágenes | La Sexta, Antena 3, Instagram, Youtube, Yakitoro
