Hablamos con las protagonistas de ‘Cinco Lobitos’, un maravilloso viaje maternal de ida y vuelta

/ 20 mayo, 2022

Por Jaime Ramos

Tras su estreno en la Berlinale y después de convertirse en la gran triunfadora del pasado Festival de Málaga, ‘Cinco Lobitos’ ha aterrizado en las salas comerciales el 20 de mayo.  El ‘largo’ de Alauda Ruiz de Azúa, que ha contado con la participación de Orange, brilla como su Biznaga de Oro porque su puesta en escena consigue que nos olvidemos de que el cine es un artificio. El relato parte de una maternidad tan vertiginosa como auténtica

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“Estaba preocupada por el tono de la película, no quería irme hacia el melodrama o la épica. Quería un retrato que se pareciera a la vida real en la que te ríes, lloras, tienes sentimientos encontrados […]”, nos contaba con motivo del estreno Ruiz de Azúa. 

Esa autenticidad en los conflictos y relaciones entre personajes que destila el filme se debe a un tono trabajado, combinando humor y emociones. “Ella [Ruiz de Azúa] tenía muy claro el tono que quería, es una de las magias de esta película  […]”, señala Laia Costa, quien encabeza el elenco de actrices y actores, en ese orden de peso específico. Y es que, como cuenta Ruiz de Azúa, “debajo del mundo cotidiano pasan cosas emocionales muy potentes”.

Química emocional entre directora e intérpretes

De materializar esas emociones se encarga un reparto del que Ruiz de Azúa saca un gran partido sonoro. La dualidad entre hija y madre, entre Laia Costa y Susi Sánchez, entona un nivel interpretativo imponente. A la pareja le acompañan Mike Bustamante y Ramón Barea, representantes en cierto modo de dos generaciones entre el Madrid actual y el Euskadi natal, localización en la que la película eclosiona.

Aunque no lo parezca, estamos ante el primer largo de Ruiz de Azúa, reconocida cortometrajista. Al preguntarle por las diferencias entre rodar un corto y un largo, apunta que se trata de una labor muy diferente. En el largo “puedes profundizar en los temas, en las relaciones con los personajes y el trabajo con los actores. Es un viaje más intenso en el tiempo”.

Subtexto emocional en la raíz de la magia de ‘Cinco Lobitos’

“Nos teníamos que meter en un lugar emocional complejo”, cuenta Costa. La actriz reflexiona sobre la relación entre el rodaje y el resultado en imágenes. La magia lograda entre intérpretes contrasta con un trabajo intenso. “Ahora, cuando pienso en la película, pienso sobre todo en esa semana [final]. Creo que encontramos mucha magia en esas semanas pese a que ya era el final de rodaje y estábamos más cansados”.

¿En qué plasma esa complejidad que desafía a las protagonistas de ‘Cinco Lobitos’? Sánchez nos lo explica a través del principal reto que le plantea su personaje: “La dificultad que tiene para expresar el amor, su cariño, sus afectos. Tiene un mundo interior que es explosivo. Lo que ocurre es que, por su educación, el lugar donde vive, por una cuestión cultural, no se atreve, le cuesta muchísimo expresar sus emociones”. 

Ruiz de Azúa nos muestra el nexo material en los pequeños grandes detalles, como la canción que da título a la película. Sánchez nos confiesa que el trabajo para interiorizar el conflicto de su personaje le llevó incluso a derramar lágrimas. “Yo sentía mucha pena por ella. Me parece que hay un punto de sufrimiento en ella”. 

De esto, a la vez, se deriva un subtexto que a Sánchez le resulta muy atractivo como actriz. “Los personajes, cuanta más complejidad tienen, más atractivos son, porque los hace más humanos. Las personas no somos de una sola línea  […] Por eso la gente se siente tan identificada con ellos. Estamos mostrando un espejo de ellos mismos, con los claroscuros que tenemos todos”.

La parte masculina del filme, soportada por Barea y Bustamante, incide en la problemática generacional. Bustamente, por su parte, agradece y, al mismo tiempo, ve como un desafío la interrelación interpretativa entre adultos y bebés. “Da una veracidad enorme que los bebés fueran de verdad, pero recuerdo pasar un poco de angustia por no saber cómo cogerlos o atenderlos”, sonríe al recordarlo. “No podía pensar en otra cosa que en estar con el bebé, te olvidabas de tus frases, de tus marcas”.

De hecho, la labor de casting para dar con los bebés adecuados no fue sencilla. “Fue una convocatoria muy amplia y, al final, fueron apareciendo de sitios diversos”, rememora Ruiz de Azúa.

Identidad maternal, identidad universal

Las aristas de la maternidad, la crianza y los cuidados de los hijos a los padres son casi inescrutables. ‘Cinco Lobitos’ ahonda en esta tradición humana, base de nuestra capacidad para amar.

Lo hace con un tono propio, con una identidad que permite que los lugares comunes reluzcan al son de los cambios generacionales. De la lucha de tantas mujeres por escribir su propio guion y no ser protagonistas de una historia ya dada. De un doloroso abrazo que va desde el desprendimiento del seno materno hasta una convergencia entre ellas, cómplices y agradecidas, y en la que los roles de madre e hija se intercambian y confunden.

Ella tiene una segunda maternidad al convertirse en la madre de su madre  […] De hecho, ella hace el cambio, como el resurgir del ave fénix, ahí. No está en su primera maternidad, está en el cambio de roles con respecto a los padres”, nos revela Costa.

Así, la premisa de la película germina sobre la crianza y los cuidados. Ruiz de Azúa explica que quería “poner a una madre primeriza haciendo algo que su madre habría hecho en el pasado, como cuidar de la abuela, estar al cargo de la casa y con un marido un poco ausente”.

Las imágenes se acercan a la realidad de muchas familias, al tratarse de un trabajo que “está poco reconocido […] No se puede dejar de cuidar a un bebé, no se puede dejar de cuidar a una persona mayor o vulnerable y, sin embargo, es un trabajo al que no le hemos dado mucho valor. Hemos asumido durante mucho tiempo que lo hacían mayoritariamente mujeres”, medita la directora de ‘Cinco Lobitos.’

La película invita a una reflexión entre generaciones. La del pasado, sobre la que Sánchez apunta: “Eran esclavas las mujeres de mi generación. Se casaban para tener hijos, para cuidar del marido, de la casa y entregaban su vida a eso.”

Bustamente, en la misma línea, nos dice que ”la anterior generación está un poco cerrada y los de la nueva vamos evolucionando”. “No es lo mismo que antes. Antes los maridos querían que las mujeres se quedaran en casa […]”, añade Sánchez. 

Eso sí, todavía quedan muchos retos por superar, como bien se encarga de mostrarnos Ruiz de Azúa a través de la piel de Costa como protagonista: “No se puede maternar o paternar en calma. Siempre hay una precariedad”, admite Costa sobre la crianza y los cuidados. “Se considera que tienes que hacerlo y, además, trabajar ocho horas al día  […] Es un diálogo que cuesta mucho sacar adelante, por eso, celebro películas como esta”.

‘Cinco Lobitos’ contribuye a mantener este debate tan necesario en la esfera pública. Todos coinciden en el agradecimiento a Orange por su participación en este tipo de proyectos. Costa insiste en los últimos grandes éxitos del cine español y cómo han tenido pequeños presupuestos, invitando a imaginar el potencial fílmico si otras empresas siguen el ejemplo de Orange. Ruiz de Azúa, por su parte, ve el apoyo de Orange como un modo de “construir la industria desde otro sitio”, con buenos resultados internacionales. “Es una contribución bonita a una industria diversa y rica”, señala. 

Imágenes | Encanta Films, Sayaka Producciones Audiovisuales, Buena Pinta Media, RTVE, BTeam Pictures

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