‘Cómo defender a un asesino’ ha conseguido que nos enganchemos de nuevo a una serie de abogados. Profesionales que investigan hasta los detalles más ocultos de cada caso y se sacan de la manga, en el último momento, las pruebas más insospechadas para ganarlos.
Annalise Keating es una de las mejores. Fuerte, inteligente, intuitiva e incluso despiadada, no duda en sobrepasar cualquier límite para conseguir su objetivo: defender a su cliente. Aunque se trate de un asesino.
Pero, ¿qué hay de realidad tras la historia que nos muestran las cámaras? ¿Sería posible contarla en nuestro país? Analizamos las diferencias entre el derecho penal estadounidense y el español para imaginar cómo sería ‘Cómo defender a un asesino’ si se hubiese grabado dentro de nuestras fronteras.
El abogado desde otro punto de vista
En las películas norteamericanas el éxito de muchos casos parece depender casi exclusivamente del abogado y de cómo haya preparado la defensa. Al final, el más elocuente y perspicaz es el que consigue convencer al juez y al jurado. Algo que, en España, es un poco más complicado.
En la versión española de ‘Cómo defender a un asesino’ tendríamos a una Annalise Keating vestida de toga y sentada en una silla
“Una de las principales diferencias es que, en los procedimientos con tribunal de jurado en España, los abogados están sentados”, explica Renzo Arca, abogado del bufete Arca & Abogados. “En Estados Unidos están de pie, lo cual les da muchas más posibilidades para la oratoria: pueden desplazarse o usar los brazos con más libertad. Incluso se acercan a los testigos, al jurado, al acusado o al juez”.
Su éxito tampoco depende tanto de su aspecto físico, como dan a entender algunas series y películas norteamericanas. Para dar un mayor grado de igualdad, tanto fiscales como abogados se ven obligados a comparecer en el juicio vestidos con una toga.
“Imagina una persona muy poderosa, con mucho poder económico, enfrentándose a otra de capacidad económica modesta, mucho más humilde. No existe un plano de igualdad, ni siquiera en cómo van vestidos. Esto sucede en Estados Unidos, por eso vemos cómo en las series y las películas los abogados van de traje y corbata», explica Renzo Arca. “En España no es así, porque se busca el equilibrio”.
En las películas el abogado llama a su testigo y este viene como si nada. Parece que hasta entra por sorpresa
Renzo Arca / abogado de Arca & Abogados
Por lo tanto, en la versión española de ‘Cómo defender a un asesino’ tendríamos a una Annalise Keating vestida de toga y sentada en una silla. No podría levantarse, andar por la sala o acercarse a aquellas personas a las que quiere interrogar. En otras palabras, no sería Annalise Keating.
Un juicio con menos sorpresas
En la televisión, es habitual que los abogados se guarden un as en la manga. Y llamen, en el momento más inesperado, a un testigo con el que nadie contaba. Estas apariciones, que dan un giro de 180 grados al caso y también a la trama, no tendrían cabida en la vida real. Al menos, no en España.
Tampoco es tan sencillo para los abogados reunir información. Se encuentran, en muchos casos, con leyes de protección de datos
“En los juicios siempre te piden que te identifiques, que lleves un carné. En las películas el abogado llama a su testigo y este viene como si nada. Parece que hasta entra por sorpresa”, indica el abogado. “En realidad, en material penal, las pruebas se recaban en la primera parte del proceso, la parte de instrucción. También se indica quién va a declarar y a aportar pruebas. Luego, una vez que empieza el juicio, no se pueden añadir testigos, salvo en casos muy extraordinarios”.
Tampoco es tan sencillo para los abogados reunir información. Se encuentran, en muchos casos, con leyes de protección de datos. La mayoría de las veces, según indica el colegiado de Arca & Abogados, el abogado depende de la voluntad del cliente, de que facilite la documentación o haga los poderes necesarios para conseguirla.
A la hora de defender a un asesino
Al igual que sucede en Estados Unidos, en España los juicios por asesinato cuentan con la presencia de un jurado. El trabajo del abogado, en estos casos, es convencer a sus miembros de su argumento. El juez, que por lo general tiene mayor poder en Estados Unidos que en España, e incluso facultades legislativas, dirige el interrogatorio y garantiza que las preguntas sean procedentes.
Sin embargo, la disposición de la sala cambia. En ‘Cómo defender a un asesino’ vemos a los abogados defensores, Keating o sus alumnos, dirigirse al juez de frente. A la hora de declarar, los acusados lo hacen a su lado.
Esto es algo que se olvida a veces en las series y las películas: la defensa no tiene que probar nada
Renzo Arca / abogado de Arca & Abogados
“En España no es así, depende de las salas, pero las partes están a los lados. La acusación, el fiscal o la defensa están a la mano derecha del juez y a la izquierda se sienta el jurado. Es el público el que está de frente al juez”, explica Renzo Arca. “En cuanto al acusado, en algunos procedimientos se pone al lado de su abogado. Es una forma de darle protección”.
Por otro lado, el trabajo de los abogados durante el juicio es muy similar en ambos países. Según explica Arca, en casos de asesinato no solo valen las pruebas recabadas, sino el alegato o la tesis que mantengan cada una de las partes. La acusación defiende que el acusado es culpable, mientras que la defensa debe basarse en el principio de presunción de inocencia: todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
“Hasta que se emita la sentencia, al acusado se le presupone inocente y es la otra parte la que debe que demostrar que es culpable. Esto es algo que se olvida a veces en las series y las películas: la defensa no tiene que probar nada. Solo tiene que mantener la fuerza de la presunción de inocencia. ¿Cómo? Discutiendo las pruebas. ‘Esa prueba no es contundente’. ‘Esa prueba es meramente circunstancial’», ejemplifica el abogado. “Mantener el grado de duda ya es suficiente para que el juez vea que las pruebas no son suficientes para condenarlo”.
Inocente o culpable
En los juicios por asesinato, es el jurado el que emite el veredicto: decide si hay o no delito. El juez da forma a la sentencia y aplica la sentencia correspondiente. Este proceso, que tan acostumbrados estamos a ver en las películas, es muy similar entre España y Estados Unidos. Sin embargo, las penas que se imponen son muy diferentes: en España, sin ir más lejos, no hay pena de muerte.
Todo parece indicar que el grupo formado por la profesora de derecho de Filadelfia y sus alumnos se encontrarían con una situación muy diferente a la hora de defender sus casos en España. Aunque su objetivo sería sin duda el mismo: hacer todo lo posible por declarar al presunto asesino inocente. Aprovecha estos y días: ‘Cómo defender a un asesino’ puede verse en Orange TV.
Imágenes | IMDb/ABC
