Viggo Mortensen no sólo ama el cine, sino que la pasión del actor por el séptimo arte rompe cualquier molde. No solo se entrega con metodología de cirujano; también sobrevivió más de diez años al maltrato de cientos de castings que lo condenaron a ser ese eterno secundario, ese hombre a las puertas del éxito.
Ahora, con una carrera para enmarcar y 62 años a las espaldas, debuta como director en ‘Falling’, una cinta que un crítico acomodado podría tildar de indie, y no es sino el agridulce relato de una vida llena de miradas audaces. Actualmente, TCM, disponible en Orange TV, le está dedicando un especial donde podrás disfrutarla en primicia.
Una película que viene arropada, además, por el Premio Donosti recibido en el Festival de San Sebastián, distinción concedida a su impecable trayectoria profesional.
Una vida de cine
“Fue su manera de mirar el cine lo que más me ha influido”, relata el actor, recordando aquella infancia en la que su madre le arrastraba a cines al aire libre a ver grandes clásicos como ‘Los pájaros’, ‘Doctor Zhivago’, ‘Lawrence de Arabia’ o ‘Ben-Hur’. Allí, al salir del colegio, en su Argentina de infancia, pasaba las horas escuchando a su madre hablar de lo narrado y no sugerido, lo explicitado y lo velado. Esa forma de entender el cine le marcó.
En pleno 2020, Viggo Mortensen es mucho más que los galardones que acumula en su estantería. Y no solo por su actitud y cualidad como poeta, músico, fotógrafo y pintor —con catorce libros publicados a través de sus distintas disciplinas—, ni por su elocuencia en tantos idiomas y triple nacionalidad (estadounidense, danesa y argentina).
Casado con Ariadna Gil desde 2009, siempre sereno, Mortensen es una de las estrellas (o antiestrellas) más humildes de todo Hollywood, una voz reposada que puede entonar en cualquier escenario y que pasea de California a Esbjerg (Dinamarca), de Copenhague (Dinamarca) a Caracas (Venezuela).
Normal: sus padres se conocieron en Noruega, se casaron en Holanda, se mudaron a Buenos Aires (Argentina) para hacer fortuna y, tras un muy complicado divorcio, se mudó con su madre a Nueva York (Estados Unidos) —allí nació el 20 de octubre de 1958 y allí se graduó en Política y Español en la Universidad de Saint Lawrence en 1980—. Lo del cine llegaría una década después, tras pisar muchas tablas en teatro y muchas audiciones frustradas, siempre a punto de lograrlo.
Un debut inocente para un éxito en toda regla
Y su primer gran éxito viene avalado por dos pesos pesados, Peter Weir a la dirección y Harrison Ford en el papel protagonista. En ‘Testigo en peligro’ (1985) solo iba a ser ese granjero amish que se pasea durante cinco segundo al lado del protagonista, pero su forma de moverse gustó tanto al director que lo tuvo en el plató durante seis semanas.
Un papel pequeño que le valió otro montón de secundarios estelares, sin olvidar sus roles protagonistas en ‘American Yakuza’, disponible en Orange TV: en ‘Carlito’s Way’ (1993), la bomba de relojería ideada por Brian de Palma con Sean Penn y Al Pacino a la cabecera, y en ‘Crimson Tide’ (1995), junto a Denzel Washington y Gene Hackman, en uno de los thrillers más destacados de la década, bajo la dirección de Tony Scott.
La lista sigue: en ‘Retrato de una dama’ (1996) de Jane Campion, junto a John Malkovich y Barbara Hershey, haciendo de un enigmático Caspar Goodwood; en ‘GI Jane’ (1997), una de las películas más combativas de Ridley Scott con el famosísimo papel de Demi Moore interpretando a la teniente O’Neil, y en ‘Un crimen perfecto’ (1998), remake del gran clásico de Alfred Hitchcock, junto a Gwyneth Paltrow y Michael Douglas, que puedes ver en Orange TV.
Tras esta poderosa secuencia de éxitos llegó su momento del estrellato. Es imposible olvidar su montaraz transformado el rey de los hombres libres en la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’ (disponible en Orange TV). La epopeya de Tolkien en clave de Peter Jackson situó al guerrero Aragorn en las carpetas de miles de jóvenes. Y de aquí a las nominaciones al Óscar.
De la madurez a la dirección
Porque aquella trilogía no fue sino un primer paso para otra trilogía, la de David Cronenberg compuesta por ‘Una historia de violencia’ (2005), ‘Promesas del Este’ (2007) y ‘Un método peligroso’ (2011). Director y actor se hicieron buenos amigos en la que puede considerarse una de las relaciones creativas más fructíferas de la pasada década, compartiendo plana con estrellas como Ed Harris, Michael Fassbender o Naomi Watts.
Entretanto, tampoco conviene olvidar sus coqueteos cinéfilos en español, dentro y fuera de la península, con menciones meritorias como ‘Alatriste’, ‘Lejos de los hombres’, ‘Appaloosa’, ‘Jauja’, donde ejerció como productor y compositor de la banda sonora, o ‘Todos tenemos un plan’.
Por último, debemos mencionar otra trilogía de obras que le han valido nominaciones al Globo de Oro, SAG y BAFTA. ‘The Road’ (2009), la vigorosa adaptación de la novela homónima, premio Pulitzer, escrita por Cormac McCarthy. Si aquel desierto posapocalíptico le supo a poco a muchos críticos, en ‘Captain Fantastic’ (2016) arrasó, saltando de los pasajes fríos y abigarrados a una cálida zona del noroeste del Pacífico. El papel escrito por Matt Ross le valió la segunda nominación de un Óscar que se le resiste. ‘Green Book’ (2018), le propició la tercera. Peter Farrelly fue a lo seguro con un Dr. Don Shirley magistral interpretado por Mahershala Ali y un mucho más versátil Tony ‘Lip’ Vallelonga interpretado por Mortensen. Dos titanes en el mejor momento de su carrera, sin duda.
Ajeno a ese perfil de actor al que solo le atraen las grandes producciones, Mortensen se ha implicado en debuts de noveles y ha saltado de cintas con presupuesto ínfimo financiadas entre amigos a blockbusters de talla gigantesca. Sin el menor remilgo. Y esto es lo mejor que puede decirse de un actor: su capacidad para mutar para oscilar entre registros.
Por supuesto, lo mejor está por venir. Con su recién estrenada ‘Falling’ (2020), un drama sobre la vejez de generaciones colisionando, Mortensen ha asumido ese complicado reto de dirigir, producir, guionizar y musicalizar. Además, guarda un pequeño papel para su amigo David Cronenberg y cumple el sueño de tener al mítico Lance Henriksen bajo su cámara. Larga vida al Rey de Gondor.
Imágenes | TCM
