Grandes monstruos mecánicos que luchan encarnizadamente con monstruos surgidos del averno. Batallas interestelares llenas de color y emoción. Saltos en el tiempo tan habituales como ir a comprar pan a la esquina. Son historias que gustan y funcionan; no por casualidad, el género de la ciencia-ficción está de moda y es uno de los más taquilleros. Sagas tan impresionantes como ‘Trasnformers’, ‘Pacific Rim’ o ‘Star Trek’ lo vienen demostrando hace ya un tiempo.
Sin embargo, más allá de estas espectaculares propuestas, la ciencia-ficción tiene otra línea mucho más apegada a la realidad, a esa ciencia verosímil que también nos proporciona momentos de lo más impactantes, precisamente, porque los entendemos como posibles. Hoy vamos a la caza de esos momentos con las películas de ciencia-ficción ‘dura’ que puedes ver en el videoclub de Orange TV. ¡No hace falta que tomes apuntes!
No me juegues con la gravedad
Respetar las leyes de la física suena aburrido, sobre todo si lo que planteamos es una película de ciencia-ficción en la que, por definición, lo que nos atrae es que todo es posible. Pero hay grandes recompensas cuando directores y guionistas se plantean historias rigurosamente científicas, esto es: la gravedad es una constante que no nos podemos saltar – ni por cuestiones de guión-, el sonido no se propaga por el espacio, el ser humano es muy frágil fuera de esta mota de polvo que llamamos Tierra…
Si tenemos que recurrir al gran ejemplo cinéfilo que aúna rigor científico y una historia de calidad, irremediablemente tenemos que empezar por ‘2001: una odisea del espacio’ (1968). Estamos ante una de las obras de ciencia-ficción más influyentes de la historia, tanto por su planteamiento visual absolutamente asombroso –recordemos la fecha en la que se filmó la peli-, por su delicioso y enigmático guión, y por su respeto a las leyes de la física: viajes espaciales creíbles, absoluto silencio fuera de la Tierra, Inteligencia Artificial que, respeto por la gravedad y cómo se generaría fuera del planeta…
https://www.youtube.com/watch?v=O4uOZnao7JM
Es lo que ocurre cuando se prestan a trabajar dos genios en sus respectivos campos. Por un lado, Stanley Kubrick, cineasta de culto que no necesita mayores presentaciones; por otro, Arthur C. Clarke, uno de los escritores de ciencia-ficción más relevantes de la denominada ‘Edad de Oro’ del género. De hecho, el escritor escribió el libro homónimo como complemento al estreno de la película y tanto en uno como en otro, lo que nos encontramos es la historia de la evolución humana desde una originalísima perspectiva.
Ahí afuera, en el espacio, las cosas son muy diferentes aunque sagas tan geniales como Star Wars nos lo hayan hecho olvidar. Es lo que nos recuerda ‘Interstellar’ (2014), la cinta de Christopher Nolan que nos lleva de viaje por la teoría de la relatividad, los agujeros negros y las dimensiones extra que según recientes teorías, tiene nuestra realidad.
Aunque nos cueste creerlo, viajar a grandes velocidades y muy lejos no es sólo un problema mecánico o técnico, una vez que lo consigamos, deberemos estar preparados para viajes que durarán tal vez años para nosotros, pero décadas o siglos para quienes se quedan por este planeta. Y pocas películas han demostrado tan bien los devastadores efectos personales y psicológicos de la relatividad de Einstein.
https://www.youtube.com/watch?v=ahlm-91krew
El propio aspecto de los agujeros negros – un detalle en otras pelis del género – es en ‘Interstellar’ respetado al máximo, ofreciéndonos una imagen que concuerda con lo que la ciencia nos dice que debe ser el rostro de uno de esos monstruos de la naturaleza.
https://www.youtube.com/watch?v=YdSz12Glhlw
Desde luego, este tipo de historias pueden hacerse algo complejas de comprender si durante la cinta no se explican bien las reglas del juego. Aunque en el caso de ‘Gravity’ (2013) puede ser algo relativamente más sencillo.
En la película dirigida por Alfonso Cuarón vemos lo verdaderamente difícil que es realizar cualquier misión fuera de la Tierra. La falta de oxígeno, la radiación y, sobre todo, la ausencia de gravedad hacen que el día a día de los astronautas sea una prueba física y mental y que, en caso de accidente, las cosas se puedan complicar mucho y muy rápido.
https://www.youtube.com/watch?v=vKW-Gd_S_xc
La supervivencia nunca fue tan difícil
‘Gravity’ también nos enseñó que morir en el espacio es aterradoramente sencillo y que, una vez se se está a decenas de kilómetros sobre la Tierra, volver a casa no resulta una tarea sencilla.
Lo puede confirmar el astronauta Mark Watney – Matt Damon- en ‘Marte’ (2015), donde se nos presenta una misión al planeta rojo – del que estamos enamorados y aquí te contamos por qué– que termina por salir mal y en la que todos los conocimientos del astronauta serán fundamentales para su supervivencia.
‘Marte’ es ciencia-ficción dura no sólo porque nos muestra la cara menos amable de las leyes naturales, sino porque nos enseña ‘trucos’ de biología’, de mecánica, química… en definitiva, el ingenio humano dedicado a una única tarea: la supervivencia.
¿Nada menos espectacular que un campo de patatas, verdad? Mira otra vez.
https://www.youtube.com/watch?v=BAoadypFBQ4
A la vuelta de la esquina
A decir verdad, por muy creíbles que se nos presenten todas estas historias y por mucho rigor científico que las soporten, esos maravillosos viajes por el espacio son todavía un sueño para la Humanidad. No ocurre lo mismo con el planteamiento de la visionaria ‘Gattaca’ (1997), que en el año (1997) – en plena época del Proyecto Genoma Humano – ya lanzaba debates muy interesantes en torno a la manipulación genética de la especie humana.
En esa película ya se planteaban las oportunidades de modificar determinados genes para hacernos más guapos, más atléticos o más inteligentes, pero sobre todo, se abordaba un término que a día de hoy va cobrando fuerza: el Genoísmo o la discriminación de una persona en base a sus genes.
https://www.youtube.com/watch?v=73pu7mRxk5Y
Y terminamos con la película más alejada de la ‘ciencia-ficción’ dura, pero una que nos pone en la senda de lo que puede ser desarrollar y tratar con una Inteligencia Artificial completamente consciente de sí misma.
En ‘Ex Machina’ (2014) se nos introduce en un lugar privilegiado: el laboratorio privado de un genio de la robótica que alumbra la primera vida artificial de la Historia. Y como vida que es, las consecuencias terminan por desbordar a los protagonistas.
https://www.youtube.com/watch?v=ruOXWHbyfjo
Hoy todavía estamos muy lejos de llegar a ese punto en ingeniería robótica, de hecho, todavía no hemos desarrollado una máquina que supere el conocido ‘Test de Turing’, pero cada vez estamos más cerca de ello y seguramente, dentro de poco, nos tendremos que enfrentar a situaciones como las que se plantean en ‘Ex Machina’. ¿Qué pasará entonces?