Cómico, miope, magno creador del grito sordo, canario (tinerfeño, para ser más exhaustivos, porque nació en Granadilla de Abona), brillante y ateo (bueno, fan de Shiva). Hablamos de Juan Ignacio Delgado Alemany, más conocido como Ignatius Farray, uno de los humoristas más interesantes del panorama nacional que aterriza este miércoles en ‘Los Felices Veinte’, el late night de Orange TV que le viene como anillo al dedo.
Porque detrás de esa barba desbocada, esas camisas sinvergüenzas, la mochila campera y los pantalones cortos (haga el frío que haga) podremos hallar una de las voces más sugerentes en cuanto a teoría del humor. Pasen y lean, sean bienvenidos al circo de la comedia.
Juego de espejos
Y comenzamos por su nombre artístico. Ignatius viene de ‘La conjura de los necios’, la obra de John Kennedy Toole; ‘Farray’ del apellido que usaba su padre como piloto de rally amateur. Juan Ignacio entonces era, según él mismo ha citado en alguna ocasión, un niño humilde, no muy buen estudiante y muy dado a la catarsis.
Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. El verano después de graduarse se escapó a Londres (Reino Unido), donde pasó dos años sobreviviendo, hasta que aterrizó de nuevo en la Madrid del nuevo humor de la mano de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla.
En efecto, en ‘La Hora Chanante’ acogieron a esta voz salvaje (no en vano su personaje se llamaba “El Loco Las Coles” entre los Chanantes y “El Espantajo Los Melones” entre los Nui) que ya comenzaba a despuntar entre los monólogos de ‘Nuevos Cómicos’ de Paramount Comedy.
Después de ‘Muchachada nui’, la segunda reformulación de este programa de sketch inspirado en el gran ‘Monty Python Flying Circus’, llegaría ‘Museo Coconut’, la transformación seriada entre las andanzas de los mismos caballeros de triste figura: Joaquín Reyes, Julián López, Raul Cimas, Carlos Areces y Ernesto Sevilla. Sus aportaciones serían residuales (en el piloto y poco más), pero su imagen no pasaría inadvertida.
El fin de la comedia
En 2012, Ignatius perfila una forma de hacer comedia distinta, una reformulación entre la ficción y la realidad inspirada en los trabajos de Richard Pryor, Andy Kaufman y Lenny Bruce, donde encaja el desencanto, la desilusión y situaciones incómodas propias del humor experimental. Este especie de stand-up desnudo se acabaría convirtiendo en una de las series más audaces del metahumor español al más puro estilo de Ricky Gervais.
Con nombre homólogo, ‘El fin de la comedia’ llevaba a Ignatius por un torrente de escenas torpes, escenificando su vida fuera y dentro de los escenarios, aprendiendo a gestionar el dolor de su divorcio, hasta la segunda temporada, donde descubre que sufre una miocardiopatía hipertrófica (tanto el personaje como la persona), lo que cambia su forma de encarar la vida.
La ficción perpetrada por los guionistas Raul Navarro, Miguel Esteban y el propio Ignatius sería nominada a un Emmy como mejor serie de comedia, además de coronar a Ignatius en la novena edición del FesTVal como mejor actor de serie cómica.
La consagración del grito sordo
Entretanto, la versión más casera de Farray que dio rienda suelta se dejó escuchar, más que ver, a través del programa ‘La vida moderna’ junto a David Broncano y Quequé en la Cadena Ser. Uno de los más longevos en su género (camino de la octava temporada) que le llevaría a ganar el Premio Ondas. Su risa ahogada, sus histéricos “all right!”, sus chistes mientras relata que perdió la virginidad con frases de Drácula y sus posturas políticas que nunca han caído en saco roto.
Participó además como guionista en ‘Mi gran noche’, la película de Álex de la Iglesia, mientras consolidaba su colaboración con David Broncano en ‘#0’, ‘LocoMundo’ y ‘La resistencia’, con Andreu Buenafuente en ‘Late Motiv’ y con Javier Coronas en ‘Ilustres ignorantes’. Durante estos años, a caballo entre la realidad y la ficción, Ignatius fue desarrollando una especie de inquina personal con algunas personalidades como Arturo Pérez Reverte y el actor Juan Echanove.
Y si crees que todo esto no es bastante, en 2018 fundó su propia banda de post-punk, ‘Petróleo’, protagonizó su propio videojuego, fundó la empresa El Grito Sordo S.L, inauguró el espectáculo ‘Riki Tiki Shows’ (inspirado en la cinta de animación dirigida por Chuck Jones y narrada por el mismísimo Orson Welles) y, entre confinamiento y confinamiento, estrenó su primer libro, ‘Vive como un mendigo, baila como un rey’, unas memorias a la carrera de un loco de corazón por la teoría del humor. Para cerrar con sorna, este libro se estrenó el mismo día que ‘Línea de fuego’, la última novela de su archienemigo Pérez-Reverte y que aparecía en las librerías de medio país junto al de Ignatius.
Ignatius Farray en ‘Los Felices Veinte’
Su paso por ‘Los Felices Veinte’ llega en un momento de auténtica madurez artística. Con 46 años y más de 20 dedicado en cuerpo y alma a la comedia, perderse su participación en el late night más irreverente de la televisión es un crimen imperdonable. Él no lo haría.
Ya sabes, este miércoles 31 de marzo en Orange TV, a la hora de siempre, en el oscuro plató acompañado por Nacho Vigalondo, Aníbal Gómez y Gakian. Si te esperas al final podrás apreciar sus capacidades como cantante punk.
Imágenes | Orange