Palabra del sombrero seleccionador: cómo el sistema de casas de las universidades británicas inspiró ‘Harry Potter’

/ 14 febrero, 2020

Los que no recibimos la carta de Hogwarts antes de nuestro decimoprimer cumpleaños nos lo hemos preguntado más de una vez: ¿en qué casa me situaría el sombrero seleccionador? ¿En Gryffindor, como a los más valientes? ¿O quizá encajase más en las mazmorras y la sala común de Slytherin? Para ayudarte a elegir escenario te recomendamos disfrutar de toda la saga en Orange TV.

Lo cierto es que la división entre Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw está inspirada en el mundo real. En concreto, en el sistema de casas de los colegios y las universidades británicas, que llevan siglos uniendo a sus estudiantes en hermandades.

Su objetivo es el mismo: servir de familia a los estudiantes que empiezan sus estudios. Algunos, incluso, recién llegados a un mundo mágico que están a punto de descubrir. Analizamos varias de las similitudes que tiene la vida en Hogwarts con este sistema de casas británico.

¿Preparado para sumergirte en el mundo mágico de ‘Harry Potter’?

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La bienvenida

A su llegada a Hogwarts, algunos lo tienen claro. Otros tienen que esperar el veredicto del sombrero seleccionador, que analiza la mente de los estudiantes y les asigna una casa en función de su personalidad, carácter o inteligencia.

En el mundo real no hay (por desgracia) un sombrero mágico que psicoanalice a los alumnos, pero en muchas escuelas y universidades se les divide en función de sus gustos, facultades o estudios. Otras veces se hacen divisiones de forma aleatoria. En cualquier caso, una vez que han sido destinados a una casa no suele haber vuelta atrás. Pasan a formar parte de una hermandad y el resto de sus miembros se convierten, desde ese preciso momento, en sus compañeros.

Fantasmas y una historia común

Como todo buen fan de ‘Harry Potter’ debe saber, las casas de Hogwarts fueron fundadas por cuatro magos influyentes: Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff (la principal impulsora de que Hogwarts aceptase a alumnos hijos de muggles), Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Cada una está simbolizada, respectivamente, por un león, un tejón negro, un águila y una serpiente.

La mayoría de las casas de las universidades y los colleges británicos tienen también su propia historia y simbología. Algunas, como las de las de Oxford o Cambridge, se remontan a varios siglos atrás. A veces reciben nombres de antiguos alumnos, santos o lugares cercanos. Pero también de colores o de animales. En todo caso, es habitual que los miembros de las casas tomen como referencia alumnos notables y los conviertan en un símbolo de su comunidad.

En ‘Harry Potter’, algunos de estos alumnos siguen por allí. Es el caso de Nick casi decapitado, el fraile gordo, Helena Ravenclaw o el Barón Sanguinario (los fantasmas de Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, respectivamente).

Tras la Dama Gorda

Harry, Hermione y Ron, así como los demás estudiantes de Gryffindor y Ravenclaw, tienen su sala común en dos torres del castillo. La de Hufflepuff, sin embargo, está en la planta baja, cerca de la cocina, y la de Slytherin en las mazmorras, muy cerca del lago.

Estas salas comunes son como el hogar de los estudiantes: allí tienen sus habitaciones y espacio para descansar y divertirse (o, por qué no, probarse capas de invisibilidad y comunicarse a través del fuego de la chimenea con animagos perseguidos por el Ministerio de Magia).

Muchas residencias de Reino Unido se dividen, también, en casas en las que los alumnos crean comunidades. Aunque lo cierto es que en el mundo real el concepto de casas no está siempre ligado a un espacio físico: en ocasiones, hace referencia simplemente a un grupo de personas con un nexo común.

En cualquier caso, los estudiantes de las diferentes casas comparten clases con el resto de los alumnos. Motivo por el que Harry y Ron no se libran de Draco, Crabbe y Goyle ni en las clases de herbología.

Fútbol o quidditch

Dividirse en casas no tendría ningún sentido sin un deporte con el que ponerse a prueba. En ‘Harry Potter’ lo hacen, claro está, sobre la escoba y en el campo de quidditch.

Pero las competiciones no acaban ahí: cada curso se celebra también la Copa de las Casas. Una carrera de fondo en la que los estudiantes reciben puntos para sus casas por sus logros, como responder bien a una pregunta en clase o ganar un partido de quidditch. También los pierden por sus errores, como salir de la sala común por la noche o -mala idea- vestirse de dementor para sembrar el caos.

Los prefectos

En los sistemas británicos de casas suele haber una estructura que sitúa en lo más alto de la pirámide a los estudiantes más veteranos y va bajando hasta los más jóvenes. Una estructura que se mantiene en ‘Harry Potter’ con los prefectos – estudiantes de los últimos años que han recibido responsabilidades y autoridad por parte de los jefes de las casas– .

Los prefectos pueden sumar y restar puntos para la Copa de las Casas y castigar a aquellos alumnos que no respeten las normas. Todos los hermanos Weasly pasaron por el puesto de prefecto de la casa Gryffindor, excepto los gemelos Fred y George. Ellos se limitaron, más bien, a hacer la vida imposible a los mismos prefectos, que, por cierto (y para quien lo haya olvidado) tienen baños privados.

La lista no acaba aquí. J. K. Rowling​ no solo se inspiró en el sistema de casas, sino que prestó atención también a los propios edificios de los colegios y las universidades británicas para crear el universo de la saga.

Estos sirvieron, también, para ambientar las películas. Un ejemplo es el Christ Church College de Oxford, en donde se rodaron escenas de pasillos y que sirvió también para inspirar el Gran Comedor. Otros ejemplos son la biblioteca Bodleiana, la sala Duke Humfrey’s Library y el claustro de New College, de la Universidad de Oxford, que inspiraron otras partes de Hogwarts como la enfermería o la biblioteca.

Imagen | IMDb/Warner Bross

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