Hay un hombre en España todoterreno. Las películas de Dani Rovira son apenas la punta del iceberg de su talento. Anuncios, teatro, tele en prime time, stand up a la americana, discursos, entrevistas, presentar eventos… y, sí, también protagonizar algunos de los filmes más taquilleros de nuestro país. Rovira no sabe (ni quiere) estarse quieto.
Nacido en el barrio malagueño de La Paz allá por 1980, ahora es un verdadero icono con más de tres millones de seguidores en Twitter, considerado el Ben Stiller español, cantarín y capaz de bailar si le dejan. Su romance con Clara Lago —quien también es su pareja en el mundo real— en ‘Ocho apellidos vascos’ fue más que un accidente afortunado. Porque Dani Rovira es un conquistador de audiencias.
De la tele al teatro
La vida profesional de Dani Rovira es inmensa. Seguro que nos dejamos algo. Y es que, a diferencia de otros grandes, su producción no entiende de fronteras. El gracioso de clase ha hecho tanto televisión como cine y teatro. Sin dejar de lado spots, cameos y un buen puñado de pregones por los pueblos de España.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada, su primer contacto con el público arrancó en una tetería de Granada, donde hacía de cuentacuentos. Participó después en monólogos y concursos populares donde terminó llamando la atención de Paramount Comedy. Aunque lejos quedan aquellos titubeantes días, haciendo monólogos cada vez más reídos y con Faemino y Cansado como influencia capital.
Del programa ‘Nuevos cómicos’, en 2008, saltó a ‘Smonka!’, el delirio de los chanantes Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. También se dejó ver durante algunos meses en ‘Estas no son las noticias’ (2008), en Cuatro y, tras un paseo intermitente por programas ya míticos como ‘El Club de la Comedia’, recaló con el mismo objetivo cómico en ‘No le digas a mamá que trabajo en la tele’ (2011) y ‘Alguien tenía que decirlo’ (2012). Por aquel entonces ya era uno de los humoristas más populares del país.
Unos comienzos televisivos que supo compaginar con teatro de alto octanaje al lado de Quequé, David Broncano y Javier Coronas —en ‘Te ríes de los nervios’, la obra que giraron durante 2010 y 2012—, o protagonizando ‘¿Quieres salir conmigo?’ y los ‘Improviciados’ (2014-2015) junto a Clara Lago y Rafa Villena, una obra filantrópica que contaba cada noche con distintas colaboraciones y donde la improvisación suponía un factor clave.
Entretanto, fue durante tres años el maestro de ceremonias y presentador de los Premios Goya —ediciones XXIX, XXX y XXXI—, mientras colaboraba (y colabora), como quien no quiere la cosa, en ‘El hormiguero’ de Antena 3 y con secciones propias en ‘LocoMundo’ y ‘La Resistencia’, de #0.
Y cuando te querías dar cuenta lo veías protagonizando un anuncio de Mahou, otro para los helados Kalise —junto a Andrés Iniesta y Cristina Pedroche— o bebiendo actimeles y comiendo yatekomos. Pero fue a través del cine donde su rostro con barba de una semana y su sonrisa bobalicona conquistaron al país entero.
Dani Rovira en 10 películas clave
Si bien su debut cinematográfico no llegó hasta 2013, con ‘Lluvia de albóndigas 2’, en calidad de actor de doblaje, apenas un año después reventó la taquilla. Exacto, hablamos de ‘Ocho apellidos vascos’, una comedia romántica de Emilio Martínez-Lázaro sin muchas ambiciones pero que supo conquistar al país entero y marcó un hito en las películas de Dani Rovira. Rafa y Amaia se convirtieron en la pareja imposible. La pareja ideal.
Apenas unos meses después, con la resaca de haber sido la tercera película más vista del año —con permiso de ‘Lo imposible’ y ‘Avatar’—, dobló a Richard Carson en ‘Atrapa la bandera’, interpretó a otro novio rebelde junto a María Valverde en ‘Ahora o nunca’ (dirigida por María Ripoll) y volvió pisar lo más alto de la taquilla con la secuela ‘Ocho apellidos catalanes’.
Muchos se hubiesen planteado un retiro temporal. Dani Rovira no es de esos: se puso a las órdenes de Pedro L. Barbero en ‘El futuro ya no es lo que era’, la parodia de una parodia, siguió coqueteando con el doblaje en la cinta de animación ‘Ozzy’ —un filme que amontonó nominaciones a los Goya, Gaudí y Platino dentro de su categoría— y trabajó con Marcel Barrena en ‘100 metros’, la película que adaptaba el relato de Ramón Arroyo, el padre de familia anónimo con esclerosis múltiple que decidió luchar contra la enfermedad haciendo lo que siempre le gustó, correr maratones.
Su vis cómica y familiar no se detuvo. En 2017 trabajó a las órdenes de Patricia Ferreira en ‘Thi Mai, rumbo a Vietnam’, al lade de Carmen Machi y Adriana Ozores. En 2018 volvió con Martínez-Lázaro en la comedia ‘Miamor perdido’, esta vez con Michelle Jenner como compañera de escena.
El mismo año se lanzó a un más-difícil-todavía con ‘Superlópez’, la adaptación del cómic patrio bajo la dirección de Javier Ruiz Caldera y el guion de dos maestros como son Borja Cobeaga y Diego San José. Y ya en 2019 trabajó en ‘Taxi a Gibraltar’ y ‘Los Japón’. La crítica no recibió muy bien las últimas películas de Dani Rovira: cierto conservadurismo rancio, escasa sutileza, desaprovechamiento…
Y ahora, como un ave fénix, se hace un ‘Ricky Gervais’ con ‘Odio’, su nuevo especial de comedia para Netflix donde conjuga su amor y defensa por los animales, su veganismo y sus ganas de superar las secuelas del cáncer que le diagnosticaron el pasado 25 de marzo.
Filántropo nominado y premiado
Como leemos, una carrera llena de trabajo y altibajos, de talento y esmero que le han merecido no pocos galardones. En 2015 ganó de manera incontestable el Goya y la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos a mejor actor revelación, por ‘Ocho apellidos vascos’.
Un terremoto que no paró aquí. En 2017 ganó el ONCE Solidario por ‘100 metros’, la película de Marcel Barrena que contó con distribución internacional de Netflix y fue nominada dentro de los Premios Goya, Forqué y Gaudí —con dos premiados, Karra Elejalde como mejor actor de reparto y Alexandra Jiménez como mejor actriz de reparto—.
Ese mismo 2017 fundó Ochotumbao, junto a Clara Lago, su manera de contribuir con causas varias como las familias sin recursos, la conservación del medioambiente o la defensa de los animales.
15 años después de aquellas pequeñas historias relatadas en la tetería de su ciudad, ahora recogidas en ‘Agujetas en las alas y 88 razones para seguir volando’ —en colaboración con la ilustradora Mónica de Rivas—, el Dani Rovira actor parece contar con más peso que el Dani Rovira comediante. Pero lo que nunca faltan son sus ganas de contar historias. Aquí estaremos para seguir viéndolas.
Imágenes | IMDb (archivo), Portada de Malopez 21 (Wikipedia), bajo la licencia CC BY-SA 4.0