‘Fariña’, una serie del ‘carallo’: ¿tendremos segunda temporada?

Fariña nos habla del narcotráfico de los 80
/ 21 mayo, 2018

Desde que grupos como Atresmedia se pusieron las pilas y apostaron por productos de calidad, los espectadores hemos encontrado un nuevo filón de entretenimiento. Hace muy poquito, cerraba ciclo ‘Fariña’, una serie de Bambú Producciones para Antena 3 que se despidió ante más de dos millones de espectadores. En Pop TV, ya os hablamos de ella. Pero en esta ocasión queremos acercarnos de nuevo a esta producción. Para repasar todo lo que la ha convertido en una referencia en el panorama español 

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Por cierto, a lo largo del artículo contamos algunos spoilers, así que leed bajo vuestra responsabilidad.

La nueva narrativa audiovisual

‘Fariña’ es un ejemplo de cómo ha evolucionado la ficción española para luchar de forma competitiva con series internacionales de gran presupuesto.

Como sabemos, se trata de la adaptación de un libro. Por lo que algunos pensarán que la historia ya estaba contada. Pero adaptar ese lenguaje a la pequeña pantalla no es precisamente fácil. Y en ‘Fariña’ han sabido hacerlo de forma notable. Todo gracias a un ritmo narrativo que no da descanso. Que no incluye secuencias que no aportanCliffhangers de altura, giros dramáticos y mucho más.

La construcción de algunos grandes momentos es prueba de ello. Secuencias como la que se plantean al final del capítulo nueve, con la detención de los narcos más importantes, se convierten en hitos audiovisuales con los que es imposible no contener la respiración.

Las secuencias de acción más puras no han faltado. Eran necesarias para plasmar esta historia: persecuciones, carreras, peleas…  El uso de exteriores, los espacios naturales o las tomas nocturnas dan verosimilitud al relato. Y aportan un nuevo salto de calidad. Todo lo que parecía prohibido en la ficción nacional ha brillado con luz propia en esta ‘Fariña’.

Y, por supuesto, como no podía ser de otra forma cuando hablamos de una producción de Bambú, encontramos una factura técnica impecable. Una dirección de fotografía que se inspira más que nunca en el lenguaje cinematográfico. La planificación de las escenas, la coralidad de tramas y personajes, etc. Mucha tela que cortar en tan solo diez intensos capítulos.

Todas las aristas de ‘Fariña’

Sito Miñanco es uno de los protagonistas de Fariña

‘Fariña’ no es una serie que nos hable del narcotráfico como un gran y llamativo reclamo sin más. La serie profundiza en todo lo vivido en una época que marcó para siempre la vida de los gallegos.

El objetivo es que la narración tenga un peso y una trascendencia para la experiencia del espectador. 

Tenemos las vidas de los narcos y sus familias. Estos no son objetos sin alma, sino que sienten, sufren y se desviven por su negocio. ¿Es difícil empatizar con ellos? Sus conflictos diarios, sus rivalidades internas… y sus miedos e incertidumbres. Todo ello los humaniza.

Y aquí, a pesar del protagonismo coral, Sito Miñanco despunta entre todos los personajes. ‘Fariña’ nos habla de su ascenso y caída. Es imposible no comentar cómo Miñanco aparece, en muchas ocasiones, como un personaje mucho más sensible que sus compañeros. No está a favor de la sangre y ayuda a sus antiguos jefes.

La problemática social es también relevante. Nos encontramos en una zona geográfica en la que estos personajes se convierten en héroes locales porque traen trabajo y dinero (¿y prosperidad?) a una sociedad que necesita un respiro. Esas contradicciones tan humanas que enriquecen las historias.

Por supuesto, vemos las consecuencias más duras de este tipo de negocio. Antena 3 ha acompañado la proyección de la serie con reportajes sobre cómo fue la vida de los jóvenes (algunos aún niños) que cayeron en la droga. Una generación perdida por unas sustancias que corrían de mano en mano ante el beneplácito de muchos.

El poder de las mujeres

En una época en la que el empoderamiento femenino protagoniza muchas de las series más populares, ‘Fariña’ no permanece al margen. Los jefes de los clanes, los que tomaban las decisiones, son los varones. Pero la serie deja muy clara la importancia de las mujeres.

Esther es la esposa de Laudeano Oubiña

Vemos a Camilla, la pareja de Miñanco, que destruye el mito de mujer florero para convertirse en impulsora y musa de sus negocios. Nos encontramos con Esther, la pareja de Oubiña. Destaca por su carácter determinado y su convicción para seguir los pasos de su marido.

Todo toma más relevancia en la mitad de la temporada. Cuando los hombres han de fugarse a Portugal y las mujeres quedan al frente del negocio. Para mantener el poder y garantizar la entrada de dinero. Ahí, tiene un papel decisivo un personaje como Pilar Charlín. Uno de los caramelos que nos ha regalado ‘Fariña’. Pilar es dura, fuerte e imperturbable. Sabe agradar a un padre que no se anda con chiquitas y que la favorece ante sus hermanos varones.

Y cómo no hablar de Carmen Avendaño. La madre que dio un golpe sobre la mesa para decir que hasta aquí. Que aquellos que habían destrozado la vida de sus hijos no podían vivir en impunidad. Su rostro es un recuerdo imborrable para los que fuimos testigos de los juicios de la ‘Operación Nécora’.

En fin, una serie muy recomendable de la que aún no sabemos si habrá segunda temporada. Una historia imprescindible, personajes de calado, una puesta en escena magnífica… Y vosotros, ¿qué hacéis que no la estáis viendo?

Imagen | Antena 3

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