Quién es quién en Fariña: la historia real tras la ficción

Manuel González y Javier Rey en Fariña
/ 15 marzo, 2018

Hace unas semanas la actualidad ponía en boca de todos Fariña, el libro que da título -y alma- a la ficción homónima de Antena 3 y, por encima de todo, un gran trabajo de investigación periodística firmado por Nacho Carretero.

Lo que ahí se decía -pese a que se publicó hace dos años- desencadenó la querella de un expolítico y el posterior secuestro del ejemplar de Libros del K.O. Ahora es objeto de culto en internet: su precio alcanza hasta los 120 euros en eBay.

Antena 3 supo aprovechar la oportunidad de subirse al carro de la viralidad aportando su versión dramatizada de la historia. La polémica estaba servida.

Resumimos brevemente: en TVG se mosquean, porque vienen otros “de fuera” a contar la historia del pueblo gallego, pese a que Bambú (la productora responsable de otros éxitos como ‘Las chicas del cable’) y su creador Ramon Campos y la mayoría del reparto son gallegos. Laureano Oubiña siente vulnerado su honor por una escena de sexo a lo HBO. El expolítico le dice de todo menos bonito al autor del libro en una entrevista concedida a un diario nacional.

Y luego un suma y sigue de realidad que supera a la ficción, o, mejor dicho, que crea su propia trama en paralelo.

Fariña: los personajes

Aunque la historia ha sido dramatizada para darle empaque televisivo, lo cierto es que no hay mucho margen para la invención. La historia está ahí, existió y tenemos que contarla, recuerda Garzón al hilo del estreno de Fariña. «Incluso se han quedado cortos», apostilla otro juez instructor en el caso. La historia está en las hemerotecas, a golpe de Google para quien quiera conocerla. Haciéndonos spoiler: antes de que empezara a emitirse ya sabíamos cómo van a acabar Sito y los demás.

Sito Miñanco

Desde el principio José Ramón Prado Bugallo, a.k.a Sito Miñanco (Javier Rey), se nos presenta como un tipo ambicioso que no teme a nada, ni siquiera a jugarse la vida enfrentándose a los suyos. Es este envalentonamiento el que le permite pasarse del tabaco a la cocaína y crear su propio imperio.

Pero no tal y como relatan en ‘Fariña’: fue en la cárcel de Carabanchel donde Sito conectó con el cartel de Medellín (sí, el de Pablo Escobar), tras pasar unos meses encerrado por contrabando de tabaco. Y se convirtió en lo más parecido a Escobar: donaciones al pueblo para que mirara hacia otro lado mientras él descargaba toneladas de cocaína en la Costa de Aurosa, haciéndolas pasar por cigarrillos. Pazos suntuosos -al estilo de las mansiones de los capos de la droga sudamericanos como la Hacienda Nápoles-, coches caros, barcos caros, gustos caros.

En 1991 fue detenido después de fugarse a Panamá pero consiguió salir mucho antes de lo esperado y no cambió sus costumbres. Por eso en 2001 volvieron a condenarle por lo mismo. Hace solo unos meses fue detenido en otra gran operación contra la droga: la Operación Mito. Pero esta vez contra el cartel liderado por Miñanco.

Ahora se enfrenta a una posible nueva condena por blanqueo de dinero aunque ha conseguido boicotear el juicio con una huelga de hambre.

Laureano Oubiña

A Laureno Oubiña (Carlos Blanco) nunca le pillaron traficando con cocaína, aunque su personaje en la serie nos deja claro que estaba tan implicado en la fariña como Sito. Su primera condena al hilo de la Operación Nécora fue por delitos fiscales y solo le mantuvo tres años en prisión. Por los trapicheos con el hachís le cayeron cuatro años más en 1997. Aunque primero hubo que encontrarlo: el narco se escondía en Grecia y no entró en prisión hasta el año 2000. Su salida 12 años después fue breve: aún le esperaba otra condena por blanqueo de capital.

Actualmente, Oubiña lleva un año en libertad condicional. Nunca se ha podido demostrar que traficó con otras drogas. Eso le ha dado la base legal para poder demandar a quien lo insinúa. También ha tenido tiempo para interponer una demanda a la productora y a Antena 3. ¿La razón? Vulnerar su honor con una escena de sexo protagonizada junto a su entonces amante. Oubiña reclama una indemnización de 1,5 millones de euros que, en todo caso, irían a parar a una fundación que rehabilita a toxicómanos.

No solo se trató de atestarle un golpe mortal al narcotráfico. La existencia de este cartel provocó un cambio en las propias leyes. Garzón tuvo que enfrentarse a la falta de legislación y ampararse en textos legales internacionales para poder actuar. Incluso algunas leyes, como la de agentes encubiertos, se crearon precisamente para facilitar la lucha contra el narcotráfico.

Manuel Charlín

Tampoco se libró Charlín (Antonio Durán ‘Morris’) de la cárcel y además se llevó la peor parte. Fue condenado a 20 años por trasladar 1.000 kilogramos de coca desde Colombia. Le cayeron otro 13 años por blanqueo de capital. Con 78 años, y tras 20 de condena cumplida, salió en libertad.

Ahora su familia ha sido embargada. Les han decomisado bienes por valor de 40 millones de euros, lo que da una impresión de lo grande que llegó a hacerse ese negocio del que reniega Charlín en la ficción. La figura del narcotraficante arrepentido ha sido clave para acabar con este imperio. Al clan de los ‘charlines’ les delató uno de los suyos. Manuel Fernández Padín, que se dedicaba a mover la droga del clan, es un arrepentido que consiguió salir vivo de aquello.

Y eso a pesar de que entonces nuestro sistema legal tampoco contaba con ningún tipo de mecanismo de protección para testigos; otra ley que nació al amparo de la situación en Galicia.

Galicia sufrió un gran varapalo social en los años 80 con la extensión de los carteles de narcotráfico liderados por los protagonistas de esta ficción. Tristemente, Miñanco, Charlín y Oubiña no son ficción. Estos tres nombres resonaron con fuerza no sólo en el norte sino en toda España.

Ahora, gracias a ‘Fariña’, muchos españoles -los que nacieron en los 90 y más allá- han descubierto que nosotros también tuvimos nuestro propio Pablo Escobar. ‘El patrón’ es una referencia en la serie, un role model. También lo es para el espectador a la hora de meterse en la piel de Miñanco, Charlín y Oubiña. De entender al personaje/antihéroe, sus motivaciones y su idosincrasia.

¿Si no hubiera habido antes un Narcos en Netflix, nos habría gustado tanto ‘Fariña’? Lo que está claro es que la factura técnica de la serie es impecable, que han conseguido una ambientación perfecta, que rezuma Galicia por todos sus poros, desde el tema del opening hasta esas expresiones recurrentes como carallo. Nuestro propio hijueputa.

Fotos | IMDb

 

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