Watchmen y los ingredientes para una gran película de superhéroes

/ 9 octubre, 2017

Estamos inmersos en la Edad Dorada de las películas de superhéroes. La industria de Hollywood ha encontrado una gran veta de historias en el mundo del cómic y las adaptaciones, remakes y reinterpretaciones de héroes clásicos y nuevos son ya numerosas. Sin embargo, no todas las películas funcionan bien entre la crítica y el público; lo que sobre papel era una gran trama y unos personajes irresistibles, en la pantalla acaba por diluirse en una película que no termina de convencer. ¿Por qué ocurre esto? Vamos a repasar algunos de los ingredientes que hacen grande a película de superhéroes y para ello utilizaremos como ejemplo ‘Watchmen’ (2009) – que puedes ver en el videoclub de Orange TV.

Entiende la esencia de la obra original

La obra original de ‘Watchmen’ es un cómic salido de la mente de Alan Moore, el  genio creativo detrás de ‘V de Vendetta’ o ‘Batman: The Killing Joke’ – que también puedes ver en Orange TV-. De hecho, ‘Watchmen’ está considerada una de las mejores novelas gráficas jamás creadas y lo es tanto por su compleja historia como su original forma de desgranarla.

Para quienes no estén relacionados con la trama, resumimos que la acción se sitúa en unos distópicos años 80 estadounidenses en los que Nixon nunca dimitió de su cargo, sino que ganó un tercer mandato electoral – algo que, en teoría, es ilegal-. En este contexto, la guerra fría con los soviéticos está en su punto más álgido y todo el mundo teme ya una inminente guerra nuclear.

En este complejo escenario la sociedad norteamericana se está volviendo cada vez más violenta y ya ni siquiera confían en los antiguos grupos de superhéroes para que les protejan. De hecho, estas viejas glorias, ya retiradas, comienzan a ser asesinadas sin motivo aparente, lo que desencadena una investigación que terminará por definir el propio destino de la Humanidad.

A grandes rasgos, esta es la historia detrás de ‘Watchmen’, pero su esencia se esconde en los superhéroes, que adolecen de cualquier tipo de poder. Nada de una fuerza titánica, nada poderes sobrehumanos… solo personas que deciden ocultar su rostro y combatir el crimen como mejor puedan – con la gran excepción del Dr. Manhattan, que sufre las consecuencias de un experimento fallido-. Ahí está el Búho Nocturno, un tipo inteligente que se define por crear todo tipo de gadgets. Es un tipo normal, tal vez algo más listo que la media, pero completamente corriente al fin y al cabo. Otro ejemplo lo encontramos en Espectro de Seda, una jovencita que sabe combatir bien, pero que no destaca en mucho más, salvo en sus ganas de hacer justicia.

Si entiendes qué hizo tan buena a la obra original, puedes trasladar esa misma esencia a la gran pantalla; en el caso de ‘Watchmen’, los personajes son uno de los grandes motores de la historia y están perfectamente dibujados en la película, que respeta toda su profundidad.

Pero, ¿este es bueno o malo?

En ‘Watchmen’ es difícil decir qué personaje hace de villano y cuál hace de bienhechor. Veamos el caso de ‘Rorschach’, un superhéroe que se toma la justicia por su mano y apalea a quien considera necesario para hacer su justicia. Cuando el grupo de los ‘Watchmen’ es prohibido, él es el único que sigue en activo, actuando al margen de la ley y, a veces, haciendo más daño del que evita.

Eso es lo que hace interesantes a las películas de este género, personajes verosímiles, vulnerables, complejos, poliédricos. También podemos mencionar a El Comediante, un violento sociópata que, en su día, fue considerado un héroe nacional. Luchó en la Guerra de Vietnam – que en la ficción gana Estados Unidos-, ayudó a controlar a las masas durante las manifestaciones… pero siempre lo hizo al límite de la ética y utilizando una violencia desproporcionada.

Esto es lo que hacen películas como ‘El caballero oscuro’ (2008) o algunas de las cintas que componen la saga de X-Men, reflejar en toda su profundidad los personajes que dan sentido a las historias que adaptan. Es imprescindible que los súper poderes no ahoguen la humanidad y la credibilidad de los personajes.

Un antagonista a la altura

Ninguna historia de superhéroes está completa si no hay un gran rival que batir, un malvado al que ‘darle su merecido’. Pero hay una gran diferencia entre el malo de pacotilla y un buen malo – como te contábamos en este artículo-. En la citada ‘El caballero oscuro’ este malvado es El Joker, uno de los antagonistas más divertidos y retorcidos que hemos visto nunca. En ‘Watchmen’, este antagonista no se revela hasta el final – y no vamos a hacer spoiler-, pero sí hay un ‘malo’ al que los superhéroes combaten durante toda la película: la propia deriva suicida de la Humanidad, abocada a una guerra mundial nuclear.

Los protagonistas se ven inmersos en un contexto social cada vez más complejo en el que los fantasmas del pasado vuelven para ponerles de nuevo en acción. Pero ya nada será como antes y el que fuera antaño un valioso aliado puede ser hoy un enemigo oculto.

Que sea una adaptación

Una buena peli de superhéroes no es aquella que calca al milímetro las conversaciones y tramas del cómic original, sino aquella que mejor sabe adaptar la esencia, personajes e historia a la gran pantalla, dándole su propia alma y sentido. De hecho, la ‘Watchmen’ del cine no tiene el mismo final que la ‘Watchmen’ de celulosa, sin que uno sea mejor o peor que el otro sino, sencillamente, diferente.

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