Tim Burton y otras rarezas que puedes ver en el videoclub de Orange TV

/ 9 mayo, 2018

La originalidad es un arma de doble filo, sobre todo en el mundo del cine; es cierto que la mayoría de espectadores queremos ser sorprendidos por una historia novedosa, tal vez por un personaje peculiar, o por una manera muy personal de narrar los acontecimientos. Pero no es fácil saber hasta dónde llegar, porque el extremo de la originalidad es el absurdo, y ahí es donde se pierde el interés del espectador.

En este particular ejercicio de funambulismo creativo hay un director que se mueve como pez en el agua, Tim Burton, un tipo que ha sabido crear una narrativa propia con la que ofrecernos algunas de las películas más raras e interesantes de los últimos años: ‘La novia cadáver’, ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ o la que hoy encabeza nuestra lista de pelis raras, ‘Big Fish’, una cinta que ya tiene quince años pero que resulta tan interesante como el primer día.

Las maravillas de lo cotidiano

¿Recuerdas como cuando eras pequeño todo parecía posible? ¿Cómo cada cosa ‘extraña’ podía tener una explicación maravillosa y sobrenatural? Pues eso es ‘Big fish’, la biografía de un hombre relativamente común contada a través de los ojos del niño que un día fue, uno particularmente imaginativo.

En su papel de Edward Bloom, Ewan McGregor hace que lo cotidiano, lo mundano y habitual, resulte ahora fascinante, grandilocuente. Así vemos convertido a un hombre algo más alto que la media, en un fascinante gigante; a unas gemelas idénticas transformadas en extraña siamesas… Es la realidad interpretada desde ese interesante realismo mágico al que Tim Burton nos tiene tan bien acostumbrados. 

Otro buen ejemplo lo encontramos en ‘Big eyes’, una cinta dirigida nuevamente por Tim Burton, que esta vez añade sus pinceladas de imaginación a la vida de Margaret Keane (Amy Adams), la artista famosa por sus pintura de niñas con ojos extrañamente grandes.

De nuestro listado de hoy, posiblemente esta sea la cinta que más se ciñe a la ‘realidad’, ya que nos presenta la injusticia a la que se tuvo que enfrentar esta pintora, que durante los años 50 y 60 del pasado siglo, se vio obligada a ceder el mérito de sus cuadros a su marido (en la ficción, Christoph Waltz) porque… “nadie compra cuadros de mujeres”. Afortunadamente, hoy la figura de Margaret Keane está plenamente reconocida en películas como esta ‘Big eyes’, que nos muestra el proceso creativo, las inquietudes y la forma de trabajar de una artista única.

Las otras posibles realidades

Pasamos ya a películas de un corte más fantástico de la mano de ‘Hermosas criaturas’, una historia que bebe de la literatura –  vemos claras conexiones con éxitos como la saga Crepúsculo, que también puedes disfrutar en el videoclub de Orante TV– y que nos presenta a la bruja Lena Duchannes (Alice Englert), quien nos introduce en un maravilloso mundo en el que la magia es una realidad.

Bajo esa capa de efectos especiales y personajes tan atractivos como el que encarna el genial Jeremy Irons, nos encontramos con una historia sobre la madurez y el peso de las propias elecciones personales.

De una u otra manera, todas las películas que hemos repasado hasta ahora nos ofrecen una reflexión sobre la vida y el proceso de crecer, convertirse en adulto y luego en anciano. Eso es lo que hace también ‘Proyecto Lázaro’, solo que lo plantea con un tono mucho más marcado de ciencia-ficción: desde el punto de vista del primer hombre resucitado de la historia.

A medio camino entre el romance, la ciencia-ficción y el drama existencial, ‘Proyecto Lázaro’ nos recuerda a películas como ‘Las posibles vidas de Mr Nobody’, pero con un toque mucho más cercano a la realidad cotidiana.

¿Un futuro sin emociones?

Para cerrar este listado de películas deliciosamente raras te proponemos ‘Equals’, una historia que protagoniza Kristen Stewart y que nos hace reflexionar sobre la importancia de las emociones en nuestra sociedad, precisamente a través de una distopía en la que cualquier tipo de contacto romántico ha sido prohibido.

De ‘Equals’ nos ha gustado especialmente su estética pulcra, su agobiante blanco nuclear que todo lo envuelve, una metáfora de la ausencia de emociones en los humanos que aparecen en pantalla.

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