Ay, Eurovisión. Cuántas alegrías, risas a mandíbula batiente, y disgustos nos ha traído. Lo mismo podríamos decir de Operación Triunfo, y más especialmente de su última edición, que ha dado cierre enseñándonos un puñado de lecciones clave para nuestro día a día. Ah sí, y con una ganadora encantadora: puedes no estar de acuerdo con el resultado, pero Amaia se ha hecho el corazón con el respetable.
Amaia, además, ha logrado cambiar el final de su La La Land particular, al quedarse con la música pero también con el novio. Ella, natural de Pamplona, y Alfred, el joven natural de Prat de Llobregat (Barcelona), son actualmente pareja. Ambos tendrán que hacer las Europas cuando toque presentarse a Eurovisión en Lisboa el próximo 12 de mayo. El pueblo ha votado y el amor, como en la trilogía de Richard Linklater, tendrá que demostrar hasta qué punto es fuerte o no.
Amaia, Alfred, tranquilos. Si algo nos ha enseñado el cine es que el amor al final triunfa. Casi siempre. Y si no, al menos nos habrá dado la posibilidad de disfrutar de ese musical que es la vida diaria. Entretanto, hagamos la espera lo más ligera posible con este puñado de encantadoras cintas.
Slumdog Millionaire (2009)
https://www.youtube.com/watch?v=QygldUZhhO8
La dura travesía de un joven hindú choca cuando siente que puede realizar sus sueños si gana el premio del programa ‘¿Quién quiere ser millonario?’. No va a ser fácil, desde luego, y menos cuando se trata de un completo desconocido en un mundo televisivo poderosamente politizado. La cinta de Danny Boyle, ganadora de 8 Premios Óscar y con música del genial A. R. Rahman, nos relata una historia de superación donde, ni el dinero ni los recuerdos, el amor es el único y verdadero pegamento.
ONCE (2007)
https://www.youtube.com/watch?v=u0_0e47RFVg
El género romántico se encontró colmado con una de las cintas más bellas de la anterior década. Rodada en Dublín y protagonizada por Glen Hansard y Markéta Irglová —músicos reales, pero no aficionados—, la cinta de John Carney, también músico, se llevó el Óscar la mejor canción original —¿logrará también Amaia el galardón en Eurovisión?— con una película de dolor suplido de la única forma posible: estando juntos.
Moulin Rouge (2001)
https://www.youtube.com/watch?v=2PpgPxjzbkA
Un clásico del astro australiano Baz Luhrmann —que puedes ver a través del Canal TCM en Orange TV—, con interpretaciones de Nicole Kidman y Ewan McGregor. Inspirado en el París del año 1900, se narra la historia de dos caminos que se cruzan a través de la poesía y la música. Qué podemos contar de este Romeo y Julieta moderno al son del can-can, enclavada en un molino real situado en Montmartre desde hace más de 120 años. Viva la vida bohemia.
Los paraguas de Cherburgo (1964)
https://www.youtube.com/watch?v=PZo5DGZwRmg
No viene mal acudir a ciertos clásicos y menos este donde el amor, pasado por agua, dibuja una eterna pareja entre Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo. Dirigida por el destacados representantes de la nouvelle vague Jacques Demy, este musical dibuja una historia para recordar y verla abrazado, arropados con una mantita gruesa.
Algo para recordar (1993)
https://www.youtube.com/watch?v=tNy8PNpcf5A
Vale, no estamos ante otro musical romántico. Pero quién quiere revisar la enésima versión de Grease teniendo aquí un clasicazo entre Sam (Tom Hanks) y Maggie (Meg Ryan) que dibuja una historia de amor atemporal. Nunca viene mal descansar entre tanta música. Aunque tampoco conviene ignorar la banda sonora compuesta por Marc Shaiman.
El lado bueno de las cosas (2012)
https://www.youtube.com/watch?v=C7iatWvKIhI
Seguro que viene a tu cabeza por la canción Silver Lining (Crazy ‘Bout You). Violencia, dolor y pérdida, desamor y juventud que se va. Un restaurante y una historia que nos muestra ese “al mal tiempo buena cara” que no debemos olvidar nunca. Esta es la película que recomendamos a nuestros queridos Amaia y Alfred si las cosas se tuercen.
The Artist (2011)
https://www.youtube.com/watch?v=O8K9AZcSQJE
Y cerramos con este clásico moderno de Michel Hazanavicius, protagonizado por las figuras de Jean Dujardin y Bérénice Bejo e inspirado en ese momento clave donde el cine sonoro aplastó al mudo, pero donde las buenas historias aún se contaban bajo el vuelo de una buena banda sonora. Esta comedia musical arrasó entre la crítica y nos recordó esos tiempos pretéritos de buen cine en blanco y negro coloreado por el amor. La mejor forma de cerrar una sesión para este género y el mejor acompañamiento para viajar a Eurovisión.