En el universo cinéfilo, muy de cuando en cuando, se dan películas que crean o redefinen todo un género por sí mismas; ese es el caso de ‘Blade Runner’, una cinta del año 1982 dirigida por Ridley Scott que, si no inventó el género del ciberpunk, sí que asentó sus bases y creó ciertas ‘normas’ o manera de hacer las cosas que la mayor parte de producciones posteriores – en cualquiera de las artes, también en videojuegos o literatura- han ido tomando prestadas y reinterpretando.
Por eso ‘Blade Runner’, una cinta que no tuvo una gran repercusión entre el público, se ha ido confirmando con el tiempo como una de las mejores películas de ciencia-ficción y, sobre todo, como un antes y un después dentro del género ciberpunk. Así que para entender porqué la secuela ‘Blade Runner 2049’ que se estrena el 6 de octubre es una película tan esperada como temida, primero vamos a explicar qué es eso del ciberpunk y por qué cada vez se hacen más obras dentro de este subgénero de la ciencia-ficción.
Cuando la tecnología no sirve para mejorar nuestra vida
La ciencia-ficción siempre ha imaginado futuros, invenciones y tecnologías que hoy no tenemos pero que, de una u otra manera, podríamos llegar a tener en tiempos venideros. Desde la primera novela de ciencia-ficción como tal, el ‘Frankenstein o el Moderno Prometeo’ de Mary Shelley, pasando por toda la maravillosa bibliografía de Julio Verne hasta los actuales títulos de ciencia-ficción que se pueden encontrar en las estanterías de cualquier librería, el género se define, entre otras cosas, por imaginar tecnologías y ver cómo afectan a nuestra vida. El subgénero del ciberpunk hace eso, solo que con una notable diferencia: la avanzadísima tecnología que se plantea no sirve más que para agrandar la diferencia entre clases sociales y para dibujar un futuro más oscuro y pesimista que el actual.
Esa es una de las bases sobre las que se construyó la original ‘Blade Runner’: nos encontramos en Los Ángeles del año 2019 y lo que debería ser un futuro brillante y optimista fruto de las maravillas tecnológicas y el progreso, se ha convertido en una perturbadora distopia en la que la contaminación, la sobrepoblación y la propia tecnología descontrolada se han convertido en los principales enemigos del hombre. La ‘Blade Runner’ de Ridley Scott es una adaptación de la novela de Philip K. Dick ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ (1968), un libro que bebe, a su vez, del que está considerado el iniciador del ciberpunk en literatura moderna, ‘Neuromante’, de William Gibson. Al igual que este título de 1984 estableció las bases de este subgénero en literatura, ‘Blade Runner’ hizo lo propio para el cine.
¿Qué hace tan importante a ‘Blade Runner’?
En la primera ‘Blade Runner’ se nos presenta un futuro desolador, triste, opresivo. La ciudad de Los Ángeles de 2019 es una inmensa colmena humana, ruidosa, oscura, decadente. Hay coches voladores, sí, pero vuelan entre una densa capa de contaminación que apenas deja ver el sol a mediodía. Siempre llueve, de manera triste y desesperada, una lluvia que no limpia las calles, sino que contribuye a desteñir aún más una humanidad tan tecnológicamente avanzada como socialmente atrasada.
En este futuro los humanos hemos conseguido crear máquinas pensantes que son prácticamente idénticas a nosotros, hasta tal punto que necesitamos que expertos policías o Blade Runners se encarguen de identificarlos. El problema llega cuando estas máquinas, que desarrollan conciencia propia, comienzan a cuestionarse su propia existencia y desarrollan algo tan íntimamente humano como es el miedo a la muerte.
Más allá de toda la atmósfera icónica que nos presenta ‘Blade Runner’ y que se ha ido recreando en numerosas ocasiones en otras obras, la cinta de ciencia-ficción de Scott es tan querida porque nos hace empatizar como nunca con una máquina. Los replicantes, ‘androides’ utilizados en minas espaciales, son usados como esclavos de duración limitada, esclavos que tienen prohibido pisar La Tierra pero que, con el paso de los años y sus continuas actualizaciones y mejoras, han llegado a ser indistinguibles de sus creadores humanos y, en muchos aspectos, incluso más avanzados. Ellos anhelan una vida más larga, anhelan un sentido y un futuro que sus creadores se niegan a darles. Tan duro como emotivo.
Así que con la ‘Blade Runner’ nos encontramos ante una película de ciencia-ficción con una profundidad pocas veces vista antes, algo que también se espera de la nueva entrega, cuyo estreno suscita ilusión y temor a partes iguales entre los amantes de la obra original.
Qué esperamos de ‘Blade Runner 2049’
Los trailers que ya hemos podido ver de ‘Blade Runner 2049’ ya nos muestran que esta secuela pretende ser muy continuista y respetuosa con el tono y la atmósfera de la obra original. Volveremos a ese futuro depresivo y malogrado, pero esta vez de la mano de Ryan Gosling, quien tendrá que hacer frente a una nueva amenaza de los replicantes. Hasta aquí todo correcto, más aun teniendo en cuenta que Harrison Ford volverá a estar presente y jugará un papel trascendental en la trama.
https://www.youtube.com/watch?v=6T2b0mp2hco
Pero falta por saber si esta nueva entrega tiene alma propia, es tan profunda, significativa y se presta a tantísimas lecturas y revisionados como la película original. A ‘Blade Runner’ la hizo grande sus inmensos diálogos y monólogos, su trabajada atmósfera, su particular visión del futuro, sus complejísimos personajes y sí, también su icónica banda sonora. Todo eso es lo que esperamos de ‘Blade Runner 2049’. No es poco… no debe ser menos.