Eran tantas las ganas de que llegara la nueva temporada de ‘Juego de Tronos’ que esos casi 51 minutos de metraje de ‘Reuniones de invierno’ han sabido a poco.
Los fans saborean cada escena, empezando por el nuevo opening, conscientes de que esto se acaba.
Con el estreno esta madrugada de la octava entrega de la serie que hemos podido ver a través del canal Movistar Series de Orange TV (en simultáneo con EE.UU.), algunas de las tramas que quedaron en stand by al terminar la séptima temporada han dado un ligero avance, planteando nuevas posibilidades para ese final que los espectadores ansían conocer y, a la vez, esperan con tristeza.
Cuidado, ¡spoilers!
Dos mundos encontrados
Aunque le ha costado casi toda una temporada, Jon Snow por fin ‘ha doblado la rodilla’ ante Daenerys, reconociéndola como legítima reina. Esa nueva alianza provocará entre los norteños, como era de esperar, reacciones en contra. La primera, de su hermana Sansa, que recibe a Daenerys en Invernalia como si esta se hubiera acoplado a comer a última hora.
Su mayor preocupación es mantener a esos ejércitos que acompañan a Daenerys. Y a sus dragones. Porque, “¿qué comen los dragones, a todo esto?”. Pero también le inquieta una sospecha: que los Lannister no vendrán en su ayuda. Y no se equivoca.
Jon, ese adalid de la moralidad, cree que hace lo correcto. Que eligiendo a Daenerys (y con ella, a sus ejércitos y sus dragones) elige salvar al pueblo de una muerte segura a manos del ejército de los muertos y los caminantes blancos. Que por cierto, no han aparecido en el episodio. ‘Solo’ han dejado un siniestro mensaje al final, a su paso por el Norte: al joven de la Casa Umber rodeado de miembros humanos formando una extraña espiral, que recuerda a esas pinturas que hallaron bajo Rocadragón.
Está claro que solo con Daenerys tienen alguna oportunidad de ganar esta guerra y ese es el argumento con el que Jon intenta convencer a Sansa y a los demás de que renunciar a su título de Rey en el Norte no es una traición. Sin embargo, algunas casas comienzan a retirar su apoyo, porque no reconocen a Daenerys como legítima heredera del Trono de Hierro.
Pero sabemos del poder persuasivo de la Khaleesi, por lo que es de esperar que conquiste el Norte igual que conquistó el Sur. Aunque ni ella ni sus dragones parecen estar cómodos tan lejos de su hogar.
Grandes descubrimientos
La llegada de Jon y Daenerys a Invernalia dará lugar a otros reencuentros interesantes: de Arya con el Perro, con Jon y con Gendry (¿nos están dejando caer un posible romance entre ellos?) y de Sam con la mujer que condenó a su padre y a su hermano a arder vivos. Se fue de Ciudadela antes de que nadie pudiera darle la noticia y ha tenido que descubrirlo por boca de la ejecutora.
Algo que ha empañado su reencuentro con Jon. Sam le reprocha que su nueva novia no es tan justa como él. “Renunciaste a la corona para salvar a tu gente. ¿Haría ella lo mismo?”. Pero lo más trascendental de este cara a cara con Jon (y de todo el episodio) es la revelación que Sam le hace por fin. La que le ha llevado a salir corriendo de Ciudadela y la que Bran también conoce.
Sí, Jon ya sabe que su apellido no es Stark, ni Arena. Que nunca fue un bastardo porque sus padres, Rhaegar Targaryen (hermano de Daenerys) y Lyanna Stark, estaban realmente enamorados y se casaron para confirmarlo. No es que Jon haya renunciado a ser rey; es que es el verdadero heredero, según la línea de sucesión. “Siempre lo has sido”, le dice Sam. “Me refiero al rey de los siete putos reinos”.
Jon tendrá que enfrentarse a un nuevo dilema, de esos que asedian siempre a este personaje. ¿Traicionar a Daenerys asumiendo quién es o ceder la corona, esta vez por amor? Sabemos que en este peligroso juego, el amor es un arma poderosa. No hay más que recordar las sabias palabras del Maestre Aemon, otro Targaryen:
“El amor es la muerte del deber. ¿Qué es el honor en comparación con el amor de una mujer? ¿Cuál es el deber frente a la sensación de un hijo recién nacido en sus brazos… O el recuerdo de una sonrisa entre hermanos? El viento y las palabras. Solo somos humanos, y los dioses nos han formado para el amor. Esa es nuestra gloria y nuestra gran tragedia”
Aemon Targaryen /
Pero sin duda, el reencuentro más tenso y emocionante es ese con el que se han marcado un buen cliffhanger: el de Jaime Lannister, que ha huido de Poniente para cumplir su promesa de ayudar, con Bran (el cuervo de los tres ojos), en Invernalia. No se habían vuelto a ver desde que Jaime le tiró desde una torre de aquel mismo castillo.
No hay tregua en este ‘Juego de Tronos’: ganar o morir
Cersei se ha quedado sola (en representación de los Lannister) frente al peligro. Ni siquiera Jaime ha sido capaz de tolerar su último desprecio a la humanidad: la engañosa tregua con su enemiga que en realidad aprovecha para hacerse aún más fuerte. Porque en realidad tampoco es que le falte compañía. De momento, ya ha conseguido (gracias a Euron Greyjoy) a la invencible Compañía Dorada.
Veinte mil hombres liderados por el Capitán Strickland, un nuevo personaje que se incorpora ahora a la serie para desempeñar “un papel importante en la Gran Guerra”. ¿Matará él a uno de los favoritos?
En cuanto a sus planes, no los conocemos al detalle. De momento, ha abandonado al Norte a su suerte, aún siendo consciente de que los muertos ya han atravesado el muro. Le preocupa más urdir malvados finales para la “candidata a usurpadora”; aunque entre ellos no está la muerte, como revela siniestramente su mano: “Tiene otros planes para la joven Targaryen”.
Otros, que no son los que tiene para sus hermanos. Para ellos prefiere un ejercicio de “justicia poética”: matarlos con la ballesta con la que Tyrion mató a su padre. ¿Aceptará Bronn el encargo? Sabemos que el mercenario no se casa con nadie, sino con el oro. Y que Cersei puede hacerle rico y poderoso.
La actual Reina no necesita ni estar presente en la escena para que entendamos que ella es casi una amenaza tan terrorífica como el ejército de muertos vivientes. Se siente poderosa. Cree haber neutralizado a sus enemigos, como a los Greyjoy rebeldes.
Sin embargo, Theon consigue reaccionar por fin y rescata a su hermana. Juntos aprovecharán la ausencia de Euron para recuperar las islas. Un lugar, por cierto, al que los muertos no pueden llegar. Algo que ya se ha mencionado varias veces en la serie y que es una pista a tener en cuenta.
También que Sir Davos y Tyrion consideren el final ideal (de esa guerra que dura ya tantos años para ellos, pero de la serie para nosotros) un reinado conjunto de “una mujer justa y un hombre honorable”. El hecho de que se mencione ya casi nos empuja a descartarlo. Si es lo ideal, no es lo que pasará.
Porque ya nos lo han avanzado. El final no va a gustar a todo el mundo. Y no va a ser fácil. Sea cual sea, lo veremos con fruición.
Fotos | IMDb/Juego de Tronos, IMDb/Juego de Tronos © 2019 – HBO, IMDb/Juego de Tronos © 2019 – HBO
