¿Un gilipollas nace o se hace? Esta es la pregunta clave que busca responder el prestigio bestseller de Aaron James ‘Assholes: A theory’.
Un material con el cual el director canadiense John Walker ha realizado ‘La teoría del gilipollas’, el documental que intenta responder, además de la pregunta germinal, a los distintos condicionantes sociales y la razón por la que vivimos un preocupante aumento de gilipollas en nuestros trabajos, gobiernos, e incluso en nuestro propio hogar.
Que nadie se ofenda, por favor. O, al menos, eso sentencia con sorna e intención terapéutica el documental que podremos ver en exclusiva en el canal de Orange TV Odisea el próximo miércoles 25 a las 22:30 horas. Apúntalo en tu agenda porque promete ser una bomba viral. Nosotros nos quedaremos en casa.
Ontología del gilipollas
¿Ascenderás más rápido en tu empresa si eres gilipollas? Muchas personas van por la vida tratando decentemente a otros seres humanos, pero otras son simplemente gilipollas.
¿Y qué es un gilipollas? De acuerdo con la teoría del profesor de filosofía de la Universidad de California Aaron James, el gilipollas aquel que «se permite disfrutar de ventajas especiales en las relaciones sociales a partir de un sentido arraigado de derecho que lo inmuniza contra las quejas de otras personas». Queda claro, ¿verdad?
El documental ahonda en esta corriente: alguien que se siente superior y tiene un autoconcepto exagerado, ese compañero que se comporta de manera insensible y desconsiderada. El típico prepotente que abusa de las debilidades ajenas, actuando de forma controladora y manipuladora. Porque encima es ultracompetitivo y quiere ganar a cualquier precio. Un arrogante que actúa con agresividad y desprecia a los demás, porque no reconoce la autoridad y se erige a sí mismo como la máxima.
El documental explora, además, las distintas tipologías de gilipollas. Con audacia, traza una escisión clave entre el maleducado, que actúa con ordinariez y es plenamente consciente de su falta de respeto, frente al gilipollas presumido, educado y elevado, pero también orgulloso de su actitud gilipollas, considerando indignos a los demás.
En resumen, y siguiendo siempre el manifiesto del propio autor original, un gilipollas es una persona que no piensa en los demás, su ego es una sombra que abruma cualquier atisbo de luz empática.
Una enfermedad contemporánea
Liderar no es fácil pero, como diría Dwight Eisenhower, la cualidad suprema del liderazgo es la integridad; ni amenazar ni amedrentar. Todos esos jefes que se creen con derecho a ser crueles son en realidad gilipollas supremos. ¿Aquellos familiares egoístas y desagradables? Ídem. La buena noticia es que, en buena parte de los casos, tienen cura.
El propio John Walker desarrolló este documental para dar herramientas a su hija «para evitar a los gilipollas, saber cómo manejarse entre ellos y no trabajar para un gilipollas». Una especie de movimiento activista que podremos ver este miércoles 24 a las 22:30 horas y cuenta con el testimonio de Sherry Lee Benson-Podolchuk, del actor John Cleese (‘Monty Python’) y del recientemente fallecido CEO de Baird & Co Paul Purcell.
Cleese diría del sistema financiero que es «la industria de los gilipollas por antonomasia», donde los cretinos campan a sus anchas. El ex oficial de policía Sherry Lee Benson-Podolchuk señala la misoginia habitual de la policía canadiense y Paul Purcell, cuya compañía financiera maneja los 77.000 millones de dólares de sus clientes, fue pionero en establecer la regla de «no tolerar a gilipollas». Tras esta norma, su empresa logró triplicar su rendimiento.
Otra de las figuras que podemos encontrar en el documental es Lesley Miley, quien exponía los problemas de racismo en gran parte de las empresas de Silicon Valley, y una de las pocas afroamericanas que ha logrado ascender en este competitivo (y destructivo) ecosistema laboral. El documental investiga estos campos de cultivo con lupa y explora la oscuridad y peligrosidad de vivir ante un aumento de una posible generación gilipollas.
¿Y a qué se debe todo esto? Quizá al veneno que supuran redes sociales como Twitter y sus cámaras de eco, o al resurgimiento de los autoritarismos políticos en la vieja Europa.
Hay más: la imagen proyectiva; Donald Trump como poderoso bully creyéndose el rey del mundo. El narcisismo descontrolado de la generación selfie donde algunos acaban cometiendo ‘selficidio‘ (y donde la red más popular, Tik Tok, censura a las personas feas con la excusa de evitar bullying). El turismo depredador sin conciencia social, la precariedad laboral, la urgencia informativa plagada de fake news o un nuevo caldo de fact checking.
Para quien aún no lo conozca, Odisea es un prestigioso canal de documentales contemporáneos, orientado a piezas virales y producciones de aquellos autores que vislumbran y respiran el zeitgeist de nuestro tiempo. Producidos por AMC Networks, en su servicio hemos podido ver piezas tan populares como ‘Víctimas de Facebook’ (2011). Ya sabes, tanto si buscas respuestas el quién y en el cómo, en el canal Odisea de Orange TV podremos ahondar en ‘La teoría del gilipollas’ y entender dónde nace esta corriente ascendente. Es decir, saber de dónde viene tanto gilipollas.
Imágenes | Web oficial de Gilipollas.info, Unsplash
