¿Puede un escarceo amoroso poner en riesgo al gobierno de todo un país?
El 22 de junio se estrena en COSMO, disponible en Orange TV, ‘El escándalo de Christine Keeler’. La miniserie, dirigida por Andrea Harkin y con guion de Amanda Coe, se mete de lleno en el ‘caso Profumo’. Un suceso que provocó una grave crisis en el gobierno inglés en plena Guerra Fría.
Si alguien espera un romance bucólico de amores prohibidos, está muy equivocado. En esta producción de seis capítulos se muestra con toda crudeza cómo es posible que las relaciones personales respondan al interés económico.
‘El escándalo de Christine Keeler’: no diga sexo, diga espionaje
En 1963 saltaba a la opinión pública el affaire entre el Secretario de Estado para la Guerra (equivalente al ministro de Defensa español) inglés John Profumo y Christine Keeler, una aspirante a modelo que trabajaba como bailarina y acompañante de caballeros.
El problema no era solo que Profumo hubiera sido infiel a su esposa, sino que Keeler simultaneó esta relación con otra con un importante espía soviético, Yevgeny Ivanov. ¿Había contado Keeler a Ivanov algún secreto de estado que Profumo le hubiera confiado?
https://youtu.be/K52GaPdkdak
El revuelo aumentó cuando se descubrió que Profumo mintió en un interrogatorio oficial en la Cámara Baja. Finalmente, tanto él como el primer ministro Harold Macmillan se vieron obligados a dimitir en un escándalo sin precedentes que todavía hoy levanta ampollas.
Con todos estos mimbres, la BBC consigue una trama sólida e intensa con una factura técnica impecable. Keeler, interpretada por Sophie Cookson, es la narradora de un relato que se entreteje con diferentes saltos en el tiempo para abarcar el complicado contexto histórico que envuelve al argumento.
‘El escándalo de Christine Keeler’ pone el foco en la historia personal de la joven protagonista y en cómo la opinión pública se cebó con ella, en opinión de muchos, de forma injusta. Pero, además, las tramas secundarias son un crudo reflejo de todos los factores que influyeron en el caso: relaciones diplomáticas, el papel de la prensa, espionaje, prostitución y el esnobismo de ciertas clases sociales.
Realmente, una serie muy recomendable, tan entretenida como ilustrativa. Una más entre las ficciones que se han atrevido a llevar a la pantalla los escándalos políticos más turbios.
https://youtu.be/-4kQvF_cWyI
Te dejamos con algunas propuestas interesantes.
‘Primary Colors’: humor escandaloso
Al igual que en ‘El escándalo de Christine Keeler’, esta película dirigida por Mike Nichols y disponible en el videoclub de Orange TV se centra en los trasuntos sexuales de un político. En este caso, del ficticio gobernador Jack Stanton (interpertado por John Travolta), que se presenta a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Y aunque “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”, lo cierto es que todos los dedos apuntaron a que esta sátira reflejaba la vida de Bill Clinton.
De hecho, la película está basada en una novela que, en un principio, se publicó como anónima, aunque luego se supo que su autor era el periodista político Joe Klein. ‘Primary Colors’ se estrenó en 1998, cuando el caso Lewinsky estaba en pleno apogeo.
‘Todos los hombres del presidente’, sigue el dinero
La mítica frase que el confidente del caso Watergate utilizó para indicar a los periodistas qué debían investigar. Un escándalo por el que Richard Nixon ha pasado a la historia como uno de los grandes villanos norteamericanos y que le ha valido el escarnio mediático en películas, series y libros.
En la cinta dirigida por Alan J. Pakula, los protagonistas son los dos periodistas que destaparon el caso. Bernstein (Dustin Hoffman) y Bob Woodward (Robert Redford) comenzaron lo que ellos creían una sencilla investigación que desembocó en un trama de corrupción plagada de documentos robados y escuchas ilegales. Una obra imprescindible que también habla del papel social y ético de la prensa.
‘JKF’: la conspiración en mayúsculas
Aunque murió hace casi 70 años, seguimos hablando del asesinato de John F. Kennedy, de los verdaderos autores intelectuales, de sus motivaciones y de si Lee Harvey Oswald fue solo un chivo expiatorio para tapar la verdad.
En 1991, Oliver Stone firmó una brillante película que planteaba estas cuestiones a través de la historia real del ex fiscal del Distrito de Nueva Orleans (Estados Unidos), Jim Garrison. Cuatro años después del magnicidio, Garrison abrió un investigación independiente para tratar de aclarar quién había ordenado realmente el asesinato y por qué. La película, uno de los mejores trabajos de Kevin Costner, es otra cinta que, solo por toda la información que aporta, merece un revisionado.
‘Buenas noches y buena suerte’, el fin de la caza de brujas
George Clooney ha demostrado su compromiso político con cintas como ‘Los idus de marzo’ y ‘Buenas noches y buena suerte’, la película que trata el fin del macartismo. Un movimiento político que supuso la purga de supuestos miembros del partido comunista infiltrados en el Gobierno y en altas instituciones.
Edward R. Murrow fue el periodista que se atrevió a plantar cara a las acciones del senador McCarthy en la década de los cincuenta. Era el comienzo del periodismo televisivo y Murrow demostró lo influyente y poderoso que podía ser. De nuevo, la responsabilidad social de la información frente a los abusos de poder.
Imágenes | COSMO