Hoy, 17 de mayo, se celebra el día mundial de internet, un elemento tan integrado en nuestras vidas que nos resultaría difícil vivir sin él pero del que, sin embargo, no conocemos demasiado sobre sus orígenes. Por eso, con esta efeméride se propone dar más a conocer la red, potenciar sus herramientas, educar en el buen uso y reconocer el esfuerzo de quienes lo hacen posible.
Aunque los comienzos de internet se remontan a la década de los sesenta del siglo pasado, cuando tres universidades californianas se conectaron mediante una red llamada ARPANET, no sería hasta los años noventa cuando se extendería el uso de internet de forma doméstica, así como el uso de la World Wide Web, la consulta remota de archivos de hipertexto. Desde ahí comenzaría una auténtica revolución tecnológica que cambiaría por completo la forma en la que nos comunicamos, nos informamos, trabajamos o accedemos a la cultura.
Pero en aquellos primeros pasos de internet, todo lo relacionado con esta tecnología parecía poco menos que magia. No hace falta más que echar un vistazo a ‘El cortador de césped’ (Brett Leonard, 1992) para comprobarlo. La película, basada en una novela de Stephen King, fantaseaba con la idea de que un científico implementaba una inteligencia artificial poderosísima en el cerebro de un discapacitado intelectual, drogas y realidad mediante, y esta se escapaba del control. La clásica historia del visionario que realiza un experimento que se le va de las manos aplicada a este cambio social que despertaba ilusiones y miedos a partes iguales.
La figura del hacker se establecería pronto en el imaginario colectivo del cine y la televisión; desde el simpático nerd que ayuda a resolver casos al equipo policial de turno aporreando el teclado (¿por qué nunca usan ratón?) hasta los peligrosos hackers antisistema que amenazan la seguridad del país con un simple disquete. Siempre con cierto halo de misterio, llevando a cabo tareas que nunca entenderíamos muy bien, y rodeados de peligros. Ahí tenemos al personaje de Sandra Bullock en ‘La red’, también en los noventa, o más recientemente al Elliot de ‘Mr. Robot’. Antes de ellos, ‘Juegos de Guerra’ (1983) nos mostró el primer hacker que sabía lo que era un firewall.
De peligros más o menos realistas, como lo imprudente que puede ser quedar con un desconocido del chat como quería mostrarnos ‘Hard Candy’ (David Slade, 2005), nos podemos ir hasta instrincadas distopías futuristas como la que mostraba ‘Matrix’ (Hermanas Wachowski, 1999), una película avanzada a su tiempo. Pero no hay que ponerse tan apocalíptico, ‘Her’ (Spike Jonze, 2014) también reflexionaba sobre la tecnología, internet y la inteligencia artificial a medio camino entre la historia romántica y el pavor.
Sin embargo, no todo va a ser echarse las manos a la cabeza ni imaginar futuros aterradores. El cine y la televisión también han encontrado en la historia de internet algunos pasajes reales dignos de ser convertidos en relatos fílmicos. Es el caso de ‘Piratas de Silicon Valley’ (Martyn Burke, 1999) que relata las primeras batallas entre Microsoft y Apple por hacerse con el mercado de los ordenadores personales o de ‘La red social’ (David Fincher, 2010) sobre Mark Zuckerberg y la creación de Facebook. Steve Jobs, jerifalte de Apple, también tuvo su biopic.
Otras ficciones audiovisuales que continúan este retrato de la red serían ‘El quinto poder’ (Bill Condon, 2013), sobre la filtración de información de WikiLeaks, tema sobre el que además hay un interesante documental llamado ‘We steal secrets’; o las series ‘Halt and catch fire’, que nos transporta hasta los años 80 para mostrarnos el auge de los ordenadores y las empresas que surgían en este contexto; o ‘Silicon Valley’ que nos lleva hasta la Meca de la tecnología para retratar, desde el humor, el mundillo de las star-ups tecnológicas. Hay películas y series sobre internet para todos los gustos.