David Fincher, el director inquietante y sus películas de culto

/ 14 mayo, 2018

Debe dar un poco de vértigo comenzar una carrera como director de cine asumiendo la tercera parte de la saga Alien; responsabilidad por mantener el legado, respeto por la obra original, presión por aportar novedades a la historia… David Fincher saltó al mundo del celuloide de la mano de los xenomorfos y, desde aquel 1992 en el que se estrenó con ‘Alien 3’, el cineasta de Denver no ha hecho más que profundizar en su personalísimo estilo, que marida el thriller más oscuro con toques de surrealismo. La fórmula nos encanta y te vamos a contar por qué, a través de las seis películas de David Fincher que ya puedes ver en el videoclub de Orange TV.

Los experimentos… mejor en celuloide

David Ficher no le tiene miedo a innovar, a jugar con nuevas formas narrativas o a retorcer las ya existentes hasta dar con una que refuerce la historia que él nos quiere transmitir, tal y como desea hacerlo. Ahí está ‘El curioso caso de Benjamin Button’ (2008), tal vez una de sus películas menos oscuras y más amables, pero todo un ejercicio de originalidad no tanto en el guión – ya que está basada en un relato de F. Scott Fitzgerald – pero sí en la forma de contárnosla. Otro ejemplo es ‘El club de la lucha’ (1999), tal vez la mejor cinta de Fincher, una que contiene todas las claves que el director ha desarrollado a lo largo de su carrera.

De hecho, ahí tenemos la intensa ‘The game’ (1997), una peli protagonizada por Sean Penn y Michael Douglas que juega con la mente del espectador, plantea interrogantes a cada escena y reserva muchas sorpresas para el final. Es una constante en el cine de Fincher eso de ‘marear’ al espectador, conseguir desorientarle completamente para luego darle el empujón final hacia la realidad.

Lo suyo es hacer cine de impacto, del que te obliga a ir a internet a buscar teorías sobre el final, compartir las tuyas propias o pasarte la sobremesa debatiendo sobre el significado de todo lo que has visto en pantalla.

David Fincher es un tipo que se cuida mucho de escoger los proyectos en los que se involucra, de ahí que, a pesar de llevar 26 años como director, sean 13 las películas que ha dirigido. El resultado es que cada una de ellas tiene impreso su ADN, su personalísima manera de entender los encuadres, el desarrollo de las escenas y sí, la evolución de los personajes, que en muchas ocasiones tienen una base de carne y hueso.

Ahí tenemos ‘Zodiac’ (2007), un thriller noir de primer orden basado en un asesino en serie real. De acuerdo que el personaje da juego, pero en las manos y la mente de Fincher adquiere una nueva dimensión; también gracias a que el director suele trabajar con grandes actores, de la talla de Morgan Freeman, Brad Pitt, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo o Anthony Edwards.

Otra película con base real –  y tanto – es ‘La red social’ (2010), con la que se llevó un BAFTA a mejor director y nos demostró que no le hacía falta jugar con nuestra mente para contarnos una historia apasionante. La cinta que nos cuenta el nacimiento de Facebook es un ejemplo de cómo un director tan creativo como Fincher es capaz de adaptarse a las limitaciones impuestas por la ‘realidad’.

Ese agobio que sientes es normal

Pero donde vemos al David Fincher más desatado y eufórico es en los thrillers nocturnos, novelescos, esos que nos agobian y nos hacen sentir la presión a la que están sometidos los personajes, como en ‘Seven’ (1995), donde lo pasamos fatal junto a Brad Pitt y Morgan Freeman por culpa de un Kevin Spacey sensacional.

En esa cinta encontramos el elemento por el que muchos recuerdan al director, la omnipresente claustrofobia que plantea en sus escenarios, ya sea en la citada ‘Alien 3’, en ‘Seven’ y esa gran ciudad siempre cubierta de nubes y de una lluvia que parece sempiterna, o en una sociedad ideada para machacar al presuntamente débil, como en ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ (2011) o la más reciente ‘Perdida’ (2014), con un Ben Affleck que se tiene que enfrentar a la presión policial y mediática de un mundo en el que la presunción de inocencia ha dejado de existir.

Así es David Fincher, original, abrasivo, agobiante, sorprendente y siempre innovador. ¿Con qué peli te quedas tú?

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