El submundo de los apodos está lleno de chistes privados, de ofensas poco disfrazadas y de recordatorios de tiempos adolescentes. Keanu Reeves siguió siendo ‘The Wall’ tras dejar el instituto —ya fuera porque jugara como portero infranqueable o porque pasaba el balón y nunca disparaba a gol— y, como él, otros tantos.
Algunos ni siquiera necesitan que un tercero les cuelgue la etiqueta: Johnny Depp bastante tiene con ponerse sus propios motes. ‘Mr Noodle’ (‘Señor Fideo’) o ‘Mr Oddpong’ y ‘Mr Stench’ (‘Señor Hediondo’) han sido un hábito frecuente para que lo dejasen en paz mientras se registraba en hoteles y servicios.
¿Sientes curiosidad por conocer los motes más curiosos entre las estrellas del séptimo arte? Allá vamos.
Apodos por venganza
Eso sí, no todo el mundo disfruta con el apodo impuesto. Algunos lo odian, como cuando alguien de producción llama a Scarlett Johansson ‘ScarJo’ —normal, por otro lado, “scar” significa cicatriz—. Pero es que ella no atiende a simplemente “Scarlett”.
Motes a mala uva hay unos cuantos. ‘El secreto de sus ojos’, la pequeña joya de Juan José Campanella, tuvo un remake bastante fallido. Billy Ray montó un pastiche con dos estrellas que se llevaba bastante mal: Julia Roberts puso el mote ‘Su Majestad’ a Nicole Kidman durante el rodaje de la cinta. Parece que no soportaba a su compañera.
Como aquella vez que, durante el rodaje de ‘La delgada línea roja’, en plenas islas Salomón, John Cusack acabó convertido en ‘John Poopsack’ (‘Saco de caca’) por la peste que dejó al aliviarse en pleno campo de batalla.
Las ganas de ofender siempre sobresalen cuando de motes hirientes se trata: a Robert De Niro le suelen llamar ‘Bobby milk’ por su tez pálida. Aunque no le hace ninguna gracia. Alicia Silverstone fue tildada “Butt girl” («butt» es trasero) por… (ya imagináis por qué). Igual que Kate Winslet: tuvo que aguantar el asqueroso ‘Bubbler’ (ballena) durante sus años escolares, por tener unos kilos de más. Otros como Leonardo DiCaprio han sido directamente apodados como ‘Noodle’ (tontín), entre lo ofensivo y lo tierno.
Mel Gibson acabó convertido en ‘Mad Mel’, nombre que viene por ‘Mad Max’. El actor en ciernes terminó con el sambenito de ‘Mel el Loco’ porque, según los mentideros, siempre estaba peleado con su exesposa, bebiendo a mitad del rodaje y chillando con los figurantes.
Y algunos motes se fueron para no volver, cuando la pareja compuesta por Brad Pitt, que en realidad se llama William Bradley Pitt, y Angelina Jolie —Miffy y Kitty para los más cercanos— se hizo trizas.
Nombres comerciales
Y qué vamos a decir de todos esos nombres oficiales que no son sino un apodo velado, un nick, la rúbrica comercial. Nos referimos, por ejemplo, a Alicia Keys. Sí, tocará muchas teclas pero sus apellidos reales son otros: Augello-Cook. Emily Jean Stone es Emma Stone, aunque en los rodajes suelen llamarle simplemente ‘M’, pronunciado “emm”, como cuando alguien se queda en blanco.
El verdadero nombre de la gran Helen Mirren es Ilyena Lydia Mironoff y Jamie Foxx en realidad se llama Eric Marlon Bishop. Dato: según una entrevista con David Letterman, dijo cambiarse el nombre hacia algo más unisex para un trabajo en un programa de comedia. Y, si consideramos Lady Gaga un apodo de marca inspirado por cierta canción de ‘Queen’, no deberíamos olvidar que nombre real es Stefani Joanne Angelina Germanotta. Un cambio tan agresivo como el de Neta-Lee Hershlag, conocida por estos fueros como Natalie Portman.
Y si atendemos al saber popular, la historia de la televisión nos recuerda que el mote de Corrado Soprano, Junior en ‘Los Soprano’, era en realidad el mote que usaba Paulie Gualtieri —otro de los actores del reparto— cuando andaba metido en la mafia real. Gualtieri fue miembro de la familia criminal Colombo, al servicio del caporegime Jimmy ‘Green Eyes’ Clemenza.
Los reyes del cine
Mientras a grandes damas les colgaban motes tan ramplones como ‘El cuerpo’ —a Raquel Welch, para más señas—, Clark Gable fue conocido en toda la meca como ‘El rey‘. Un apodo un poco simple puesto por su amigo y compañero de reparto Spencer Tracy, durante el rodaje del filme ‘San Francisco’. A partir de entonces, dentro y fuera de Hollywood, lo reconocerían como ‘King’. Por cierto, Denzel Washington fue denominado ‘El Clark Gable negro’ durante sus primeros años de carrera.
Warren Beatty tal vez no formaba parte de la realeza, pero sí era todo un ‘Professional’. Durante sus rodajes era habitual oír hablar de ‘The Professional’, como aquel clásico francés de Luc Besson. El mote vino por Anjelica Huston, ex de Jack Nicholson, con la intención de burlarse de su fama de ligón. Aunque no le salió demasiado bien. Paul Newman fue otros de esos eternos caballeros. A partir de la película ‘La leyenda del indomable’ heredaría directamente de Steve McQueen el mote ‘King Cool’.
John Wayne, maestro del western, fue apodado durante su carrera ‘El Duque’. Decían que se comportaba como un caballero, trabajase con quien trabajase. El apodo acabaría convertido en herencia de Miguel Ángel Silvestre, por su interpretación en ‘Sin tetas no hay paraíso’. Más duro era Charles Bronson, imborrable gracias a los papeles que le dio Sergio Leone. A mitad de su carrera pasó a apodarse ‘Il Brutto’, es decir, ‘El Feo’. Está claro que no era el bueno, pero tampoco el malo.
Los jóvenes torturados
Aunque Bruce Willis se hizo llamar Bruno Cool durante unos años cuando se hizo pasar por cantante de blues, la vida de muchos actores y actrices no ha sido todo lo idílica que pudiera parecer. Jennifer Lawrence era apodada ‘Nitro’, como ha confesado en muchas entrevistas. Diminutivo de nitroglicerina por su salvaje hiperactividad.
Ryan Gosling fue víctima de malos tratos y abusos mentales, hasta que sus padres se divorciaron finalmente en 1996, tras más de 20 años casados. En cualquier caso, entre las malas notas, su adolescencia fue dura y los motes oscilaban entre ‘Bad’ ‘Aggro’ (de aggresive) y cosas así. Un malote por necesidad.
Hugh Jackman acabó convertido en ‘Sticks’, porque en su juventud tenía las piernas tan finas como palillos. Un apodo que le ha perseguido, pero ¿tú lo has visto en ‘X-Men: Días del futuro pasado’? Llevó a cabo la famosa dieta del ayuno intermitente y el resultado fue abrumador.
Sandra ‘Sandy’ Bullock fue durante años tildada ‘Miss Simpatía’ y, tras un par de papeles más duros, acabó convertida en ‘Redbood’, por su temperamento delante y tras las cámaras. Porque los motes no siempre aciertan. Os informaremos cuando los renueven.
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