Las sitcom nunca pasan de moda y la prueba es que cada temporada nos encontramos con propuestas interesantes y originales, como esta ‘LA to Vegas’, una producción que nos llega directamente del cerebro de Steve Levitan, guionista responsable de hacernos reír con ‘Modern Family’. Con este currículum ya puedes prever que, por lo menos, nos enfrentamos a una serie diferente. Vente con nosotros en un viaje de carcajadas con salida en Orange TV y destino en FOX.
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LA to vegas: ¿Quién dijo que un viaje en avión era aburrido?
Los viajes en avión suelen ser sinónimo de largas horas de espera, dolor de piernas y, tal vez, compañeros de asiento incómodos… Mucho más divertidos son los vuelos en ‘LA to Vegas’, una sitcom que tiene lugar enteramente en un avión que siempre realiza la misma ruta, la que une la ciudad de Los Ángeles con la mundialmente conocida ciudad del pecado, Las Vegas. Así que ya puedes ir imaginando qué tipo de pasajeros esperar y, sobre todo, qué situaciones van a desembocar.
Pero lo mejor – o peor, según se mire- es que el más desquiciado de todos los que van a bordo es el propio piloto, un profesional que debería ser sinónimo de saber estar y autoridad, convertido en entretenedor a jornada completa. Lo curioso es que el capitán Dave Pratman está interpretado por Dylan McDermott, un actor al que conocemos por series tan radicalmente opuestas como ‘American Horror Story’.
McDermott consigue que recordemos a otros personajes histriónicos de la televisión como Michael Scott (Steve Carrell) en ‘The Office’, es decir, juega con los extremos y precisamente, porque su rol debería ser el de ordenador, nos choca tanto y nos divierte, que sea el que suele ‘liarla’ antes, durante o después del vuelo.
Y no está solo, ni mucho menos. En este viaje le acompañan Kim Matula, que hace de azafata y exmujer del capitán – sin problemas a la vista- o Nathan Lee Graham, que interpreta a un auxiliar de vuelo gay.
Así se desarrolla esta ‘LA to Vegas’, entre lo ‘cotidiano’ de realizar la misma ruta comercial una y otra vez, y los retos de lidiar con pasajeros que están ansiosos por jugar en casinos o irse de fiesta, no menos que el propio capitán del avión.
