Dunrkerque y otras películas bélicas que son mucho más que acción

dunkerque
/ 4 agosto, 2017

Humo, balas, explosiones, gritos. La escena que se nos presenta está trufada de los clásicos del cine bélico que todos conocemos. Pero hay un invitado más: el horror. Alrededor de un jovencísimo soldado que se desangra por el vientre se reúnen cuatro hombres desesperados, compañeros que intentan rescatar de la muerte a un amigo caído. Al joven le tiemblan las manos con espasmos incontrolables mientras que dirige su mirada perdida al cielo. Solo acierta a decir que quiere morfina. Que quiere escapar del horror de la guerra. En sus últimos segundos de vida, el soldado se acuerda de su madre y gime, como el niño pequeño que no dejó de ser, que quiere volver a casa. Así nos mostró Steven Spielberg, en ‘Salvar al Soldado Ryan’ (1998), la verdadera cara de la guerra.

Hay películas y cineastas que no se conforman con sazonar sus historias bélicas con acción y heroísmo. Quieren ir más allá para mostrar lo que verdaderamente supone un conflicto armado. Es el caso de Christopher Nolan, quien toma el relevo de otros grandes directores de cine para ofrecer una cinta, ‘Durkerque’ (2017), que se centra en explorar las emociones humanas que surgen entre esos tiroteos y explosiones, entre los fuegos de artificio y los discursos épicos que se suelen mostrar en las películas de guerra.

En ‘Durkerque’ la acción es solo un elemento más, uno casi secundario, que sirve al espectador como breve ‘descanso’ de las escenas y momentos verdaderamente intensos, esos en los que los protagonistas exponen al aire libre sus sentimientos y contagian al público con el pavor de la guerra. La cinta de Nolan es sólo la última de una selecta lista de películas que tratan la guerra desde una perspectiva humana, psicológica, emocional. Merece la pena repasar algunas de ellas.

Los clásicos de la guerra

Uno de los géneros en los que el cine ha sido más pródigo ha sido, precisamente, en el bélico. El espectador siempre ha sentido esa extraña curiosidad por asistir, desde la comodidad de un cine, a la realidad de una guerra. Ya en el cine mudo se realizaron varias historias bélicas, con especial mención a ‘El acorazado Potemkin’ (1925), una de las mejores películas de todos los tiempos, que nos muestra el hartazgo de los soldados, el hastío de las masas ante las malas condiciones de vida, en este caso, en el contexto de la armada rusa.

A partir de esa cinta se han sucedido grandísimas películas de guerra que han ido más allá de la acción, pero vamos a saltar varias décadas en el tiempo para aterrizar en las que hoy son considerados como algunos los referentes clásicos del género.

En ‘Apocalypse now’ (1979) – cuya versión extendida puedes ver en Orange TV– nos encontramos con el Coronel Kurtz– Marlon Brando-, un antiguo soldado de élite que ha sobrevivido a las heridas físicas de la guerra de Vietnam, pero no a las psicológicas; el coronel Kurtz ha cedido a la presión del ambiente y se ha convertido en un enemigo para su propio país. En esta película de Francis Ford Coppola se explora la deriva mental que pueden llegar a sufrir las personas en situaciones tan extremas como una guerra.

Ese camino psicológico también lo exploraría once años más tarde Stanley Kubrick con ‘La chaqueta metálica’ (1988). De nuevo, asistimos a los efectos que la guerra puede tener en la psique del hombre: desde el entrenamiento militar espartano hasta las aparentes victorias que no lo son, Kubrick se afana en contarnos una y otra vez cómo de retorcidos pueden llegar a ser los cambios que experimenta un soldado. Cambios, en muchos casos, irreversibles.

Las secuelas de la guerra

Incluso volviendo victorioso del campo de batalla, el soldado experimenta transformaciones que en muchos casos no logra entender. Ni él ni las personas que le rodean. Eses es uno de los mensajes más importantes que el director Clint Eastwood quiso dejar patente en ‘El francotirador’ (2014). ¿Qué se esconde detrás del éxito de un héroe americano de guerra? ¿Es posible matar a más de 200 personas en acto de servicio y volver a casa para retomar una vida familiar? El heroísmo y la épica del combatiente ganador se ponen en jaque en esta cinta.

También ambientada en la segunda guerra de Iraq encontramos ‘En tierra hostil’ (2008). Galardonada con un Oscar a la mejor película, esta cinta nos lleva al interior de una unidad de desactivación de explosivos y a las complicadas relaciones que surgen entre los hombres y mujeres que sirven en el campo de batalla. En el género bélico, tan dado a los artificios y la acción ‘fácil’, no es frecuente que veteranos de guerra aplaudan la representación del conflicto dentro de una película, algo que sí sucedió en el caso de ‘En tierra hostil’ – aunque también recibió sus críticas, todo sea dicho-.

Las otras historias de la guerra

Hollywood ha perfeccionado, con el paso de los años, su capacidad para narrar la historia de las guerras desde el punto de vista norteamericano. Por eso ganan en importancia los intentos honestos de cineastas estadounidenses por llevar a la gran pantalla esas otras historias, las de los rivales en combate. ‘Cartas desde Iwo Jima’ (2006), de Clint Eastwood, intenta precisamente eso. Porque buena parte de occidente tiene grabada la escena de la bandera y los héroes de Iwo Jima, un icono del siglo XX. Pero, ¿y la otra parte? ¿Qué pasó con los japoneses vencidos? ¿Qué motivaciones y miedos tuvieron ellos? Junto con ‘Banderas de nuestros padres’ (2006) –que relata la parte estadounidense de la batalla-, Eastwood hace un ejercicio casi periodístico para mostrarnos un capítulo importante de la Segunda Guerra Mundial desde sus dos principales vertientes.

Y luego encontramos un sub-género dentro de las películas bélicas: aquel que nos muestra la saña con la que la guerra puede destruir la vida de la población civil. No son pocas las cintas que han indagado en este tema, pero posiblemente, las dos películas más relevantes de este apartado sean ‘La lista de Schindler’ (1994) de Steven Spielberg y ‘El pianista’ (2002), de Roman Polanski. Cada una, a su manera, encoge el corazón de quien las ve. Lo traslada al horror de la guerra y lo hace reflexionar y preguntarse, en última instancia, “¿por qué?”. Esa es la gran virtud de las películas presentadas en esta lista.

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