‘Las chicas del cable’ ya han llegado al catálogo de Orange TV a través de Netflix. Alba/Lidia, Carlota, Ángeles y Marga han entrado en nuestras vidas y con ello la expectación por saber qué será de ellas en la segunda temporada. Todavía queda mucho, apenas se ha estrenado la ficción de Bambú, pero el mono por conocer qué sucederá nos hace buscarlas por las calles de Madrid hasta encontrarlas. ¿Te vienes de viaje con nosotros?
(Aviso: Este post no contiene spoilers directos, pero es recomendable haber visto algún capítulo de la ficción para poder entender con mayor totalidad su contenido)
1928 no está tan lejano como parece de la arquitectura madrileña. Por sus calles más céntricas todavía pueden respirarse sus edificios más icónicos, sus calles, sus lugares. Los mismos por los que ‘Las chicas del cable’ transitan para acudir a la compañía y las mismas que tú también puedes recorrer.
Sin ir más lejos, en pleno centro de Madrid, en Gran Vía, puedes encontrar la Fundación Telefónica, el nuevo edificio que en su interior albergó el Edificio Telefónica y su consecuente centralita de comunicaciones. En este emblemático rascacielos fue en el que Alfonso XIII realizó la primera llamada telefónica transoceánica y donde las operadoras manejaban los cables con habilidad para que dos puntos de la geografía se conectasen entre sí. ¿No te suena de nada?
Un poco más abajo, entre Sol y Sevilla, encontraremos la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Casino de Madrid, dos de los espacios exteriores que podremos ubicar en alguno de los planos de la serie de Netflix. Su ornamentación y estética no han pasado indiferentes para los seguidores de la serie y para sus protagonistas tampoco.
‘Las chicas del cable’ es una ficción rodada mayoritariamente en interiores, pero a nadie se le escapa que uno de los lugares más emotivos de la serie se sucede precisamente en la calle. Más en concreto en la estación de Atocha.
La trama que nos inicia en la vida de Alba y Francisco no puede tener un lugar más icónico de la capital. El éxodo rural vivido en la España de primeros de siglo se ve ilustrado en la historia de dos jóvenes enamorados que marchan a la capital en busca de un sueño y de una vida plagada de oportunidades. Se torcerá, sí, pero con ellos se llevarán la imagen de esta estación, de su llegada, y de lo que algún día pudo haber sido el comienzo de algo nuevo.
Por último, si nos queremos adentrar en el Madrid de ‘Las chicas del cable’ debemos pasear por las callejuelas circundantes a la Plaza Mayor y a las que se sitúan tras el Ayuntamiento. Tal vez pudiésemos encontrarnos por allí la pensión en la que nuestras operadoras descansan tras las intensas jornadas laborales. O, si no, siempre nos quedará el Restaurante Asia Gallery, donde los Cifuentes seguro que se dan una lujosa comida.
Madrid es la cuna de ‘Las chicas del cable’ y ‘Las chicas del cable’ forman parte de Madrid. Caminar por el centro nunca ha sido tan fácil de asociar con una ficción y sus protagonistas. ¿Te apuntas a realizar la ruta?