¿Qué sería del género de terror sin una buena casa encantada? Puedes tener el monstruo más terrorífico, el fenómeno paranormal más inexplicable, que si no los sitúas en el correcto ambiente, es decir, en una casa aterradora, la historia ya no tendrá ese sabor que hace que nos enganchemos a pasar miedo. Lo saben bien los creadores de ‘Winchester’, una cinta basada en la historia real de la familia Winchester, famosa por crear los revólveres clásicos del ‘lejano oeste’ y por haber erigido una de las mansiones más grandes del mundo y, desde luego, la más aterradora. Así que al calor del estreno de esta película, vamos a hacer un repaso por las casas encantadas de cine, que puedes explorar ya en en el videoclub de Orange TV.
Una mansión que no debía dejar de crecer
La familia Winchester amasó su fortuna, allá por el siglo XIX, gracias a la venta de las armas que llevan su apellido. Con ese dinero, el matrimonio formado por William y Sarah comenzó a construir una inmensa mansión en San José, localidad de California. Sin embargo – y como en el argumento de una cinta de terror clásica-, William falleció de manera repentina junto con su bebé, dejando a la viuda Sarah con un shock emocional que intentó paliar a través del consejo de una médium. Y no puedo tomar peor decisión, porque la supuesta vidente, que apuntó a la casa como la culpable del suceso, aconsejó a Sarah que nunca dejara de construir la mansión, de lo contrario habría terribles consecuencias para ella.
Así que, durante 38 años, Sarah fue añadiendo habitaciones, escaleras, ventanas y todo tipo de elementos arquitectónicos a una mansión que terminó convertida en laberinto: en su interior es habitual encontrar pasillos que no llevan a ningún sitio, ventanas que dan a otra habitación, escaleras que terminan abruptamente en el techo… ¿A que es un lugar perfecto para una peli de terror?
¿Tienen las casas sentimientos?
Las casas encantadas tienen personalidad propia, muchas veces concedida por los sucesos ocurridos en su interior, otras, por el terreno en el que están cimentadas. Eso es lo que ocurre en un clásico del cine de terror por el que no pasan los años, ‘Poltergeist’ (1982), una película en la que sentimos cómo la casa en la que reside la clásica familia americana, está viva y siente odio, mucho odio.
Otra casa que también está muy, muy enfadada es la que nos presenta el director y guionista Ted Geoghegan en ‘Todavía estamos aquí’ (2015). De nuevo, nos enfrentamos a hechos inexplicables que, poco a poco, irán creciendo en intensas y violencia.
Estos lugares, mansiones, casas o granjas, parecen tener memoria y recordar los terribles sucesos que sucedieron en su interior. Pero incluso cuando no hay nada ‘malo’ en la casa, puede que los vecinos sean el problema… Ahí tenemos a ‘Los intrusos’ (2014), una película de firma británica que nos demuestra cómo no hacen falta sucesos paranormales para llenarnos de terror.
Los propios actos de humanos, tan conscientes como crueles, pueden ser perfectos para una historia que nos provoque verdaderas pesadillas. Esa es la idea que motiva ‘La cabaña del bosque’, una película que comienza con el tradicional grupo de amigos que se van a pasar el finde al campo, pero que termina aportando una notable dosis de originalidad y sí, de terror.
